Un amigo me
envía la reseña del libro de Michael J. Glennon, "National Security and
Double Government", que se puede leer abajo. La publico con suma
satisfacción pues viene a confirmar, concretar y enriquecer lo expuesto por mi artículo
"EL ejercicio del poder de mandar en las sociedades contemporáneas",
en este mismo blog.
Mi
recomendación es que se lea y estudie con suma concentración.
Su utilidad
práctica es, además, fundamental en estas fechas, a unos días de la toma de
posesión de D. Trump, pues contribuirá a disipar las ilusiones que se han ido
constituyendo en ciertos sectores sobre el triunfo electoral y mandato de éste
como jefe del gobierno de EEUU.
Porque, en
efecto, hay dos gobiernos, uno real y efectivo y otro formal y nominal. El
primero no es elegible, pues es el aparato estatal. El segundo es elegible,
pero se reduce al gobierno y las instituciones anejas, que carecen de poder,
más allá de formalidades, escenificaciones, asuntos de segundo orden y la parte
secundaria de los asuntos decisivos. Sea quien sea presidente nada importante
cambia pues el ente estatal permanece. Únicamente se producirán aquellos
cambios que significan un viraje estratégico del poder constituido, lo que es
posible que sea el caso de Trump. Pero éste por sí mismo, y cualquier otro, son
sólo marionetas que el régimen de dictadura estatal-militar maneja a su antojo.
RESEÑA
BIBLIOGRÁFICA DE NATIONAL SECURITY AND DOUBLE GOVERNMENT
Título:
National Security and Double Government
Autor:
Michael J.
Glennon
Editorial:
Oxford University Press
Lugar
y fecha de edición: Nueva
York, 2015
Páginas:
257
En
este interesante y documentado estudio sobre la seguridad nacional en EEUU
Michael Glennon, profesor de derecho internacional en la universidad de Tufts,
Massachussets, muestra con gran claridad el funcionamiento real del gobierno
federal y de cómo, a diferencia de la imagen pública ofrecida por este y los
medios de comunicación, áreas decisivas como la seguridad y la política
exterior están en manos de un enorme entramado burocrático que funciona de
manera autónoma, fuera de prácticamente cualquier control y bajo una casi absoluta
opacidad.
La
tesis central de Glennon es la del doble gobierno que toma, a su vez, de Walter
Bagehot para explicar que en EEUU existen de facto dos gobiernos. Por un lado
están las instituciones madisonianas compuestas por la presidencia, el congreso
y los tribunales, y organizadas conforme a las disposiciones establecidas en la
constitución. Este es el gobierno visible que el público cree que es el que
verdaderamente ejerce el mando. Sin embargo, tal y como explica Glennon a lo
largo de su investigación, hay otro gobierno que es el que realmente establece
la política gubernamental y que se encuentra inserto en la burocracia federal,
compuesto por altos funcionarios, generales, directores de agencias de
inteligencia, etc. En la práctica esta gran burocracia que permanece invisible
para el gran público es la que toma las decisiones básicas que dan forma a la
política gubernamental, de manera que confinan las opciones del presidente
hasta el punto de que este apenas tiene autoridad.
La
burocracia de la seguridad nacional es la que realmente detenta el poder en
EEUU. Sin embargo, las instituciones constitucionales únicamente desempeñan una
función legitimadora de dicho entramado burocrático, lo que es ocultado al
público debido a que ello desmoralizaría a la sociedad y esta dejaría de creer
en su gobierno. Esto demuestra que la presidencia de EEUU no es una institución
piramidal en la que el presidente da órdenes y la burocracia se encarga de
ejecutar, sino que más bien la situación real es la contraria en tanto en
cuanto los generales y almirantes han conseguido poner a los jefes
departamentales bajo sus órdenes, o que los cargos políticos directamente
deleguen en los burócratas la elaboración de las políticas gubernamentales.
Así, descubrimos que esta red de altos funcionarios se encargan de dar forma a
la legislación que más tarde es aprobada en el congreso sin que este sepa
realmente lo que está aprobando.
Las
disposiciones constitucionales son papel mojado, como ocurre con la separación
de poderes, pues ni siquiera el congreso tiene la capacidad de supervisar la
política de seguridad de la rama ejecutiva. Más aún, los propios comités de
inteligencia que existen en el congreso y en el senado lejos de supervisar la
actividad de la burocracia se ocupan de proteger a las principales agencias de
espionaje, así como de impedir los recortes en el presupuesto, en vez de
proteger al público de sus transgresiones. Asimismo, el poder de los altos
funcionarios se ve refrendado en gran medida por el hecho de que senadores y
congresistas delegan en ellos la toma de decisiones, lo que les da manos libres
para decidir según sus intereses.
La
cúspide del gobierno federal, representada por el presidente de turno, depende
de la gran burocracia de la seguridad nacional de la que procede la práctica
totalidad de los altos funcionarios que son nombrados con cada nueva
administración. Esta red de burócratas, que tiene sus orígenes en la era del
presidente Truman y a cuyos integrantes Glennon llama “trumanitas”, es la que
determina las líneas generales de la política gubernamental y la que toma las
grandes decisiones que el presidente se encarga de legitimar con su firma.
Constituye un gobierno en la sombra que escapa al escrutinio público.
El
secretismo, la exageración de amenazas y el conformismo son los principales
rasgos del gobierno en la sombra. Sus integrantes son los que moldean el
interés nacional de EEUU por encima de cualquier administración que
eventualmente pueda ocupar la Casa Blanca. Las políticas que diseñan y llevan a
cabo se vuelven tan fuertes que los nombramientos de personal político no
pueden escapar de ellas, así como tampoco los sucesivos presidentes. El
principal objetivo de esta red de burócratas es garantizar la estabilidad y el
mantenimiento del statu quo, lo que se manifiesta en la continuidad de las
políticas de seguridad nacional entre diferentes presidentes, como ocurrió con
Bush y Obama.
En
definitiva, se trata de una obra fundamental cuya lectura es necesaria para
entender el funcionamiento del gobierno americano y la lógica que la elite
dominante de aquel país sigue en los procesos decisorios, y que viene a tirar
abajo el mito de que las caras visibles de las instituciones oficiales, como
ocurre con el presidente, son los que verdaderamente ostentan el mando.
Libro de igual contenido: the devils chessboard, la influen...C..I...A de allen dulles en el devenir de un pais.
ResponderEliminar¿Cuanto nos jugamos a que hay un monton de gente que no se cree esto,que cree que si volvemos a votar a la opción contraria todo cambiará?Y así pueden estar con el palo y la zanahoria toda la vida.Como los que dicen que los musulmanes entraron en la peninsula de manera pacifica y con los manuales de ciencia en la mano.Como eran más avanzados tecnicamente(o eso dicen)pues nada,que les tenemos que ceder hasta a nuestras mujeres.
ResponderEliminarNo, si al final va a resultar que eso de votar no sirve para nada (jojojo).
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