El presidente de la Confederación de Empresarios de
Bizkaia (CEBEK), Iñaki Garcinuño, en el discurso ante la asamblea general de
los capitalistas vizcaínos, celebrada el 16 de mayo, declaró que Euskal Herria
necesita más emigración, más mano de obra foránea. Pide que se la acoja con
entusiasmo, se la dote de recursos económicos y se la regularice, ante "la
falta de mano de obra joven". Además, este sujeto, un empresario genocida
más, se mofa de la solución natalista, al exponer que promover la natalidad, en
todo caso, daría resultados en 18 o 25 años, pero que ahora la solución es más
emigración. Mucha más. Muchísima más.
O sea, los neo-negreros siguen en sus trece. La meta
es aniquilar étnicamente al pueblo vasco, el procedimiento más terrible para
liquidar la cultura y la lengua vasca. Lo que no ha conseguido el Estado
español, operando a sangre y fuego desde la Constitución de 1812, lo está
logrado, desventuradamente, esa combinación de empresarios, ONGs, izquierda
"anticapitalista", clero católico, PNV, Bildu, Estado español,
feminazismo y otras fuerzas que se dicen progresistas.
Ya ahora, el 26% de los cada año más escasos
nacimientos que tienen lugar en territorio vasco son de madre extranjera. En
cinco años serán el 50%. En 10 llegarán al 80%. Así, se habrá culminado la
limpieza racial de los vascos étnicos, que en solo un decenio, para el tramo de
edad de los menores de 40 años, estarán en minoría en su propio país. Ello,
digan lo que digan personas mal informadas, que no comprenden nada de lo que
está sucediendo y que repiten los lemas acuñados por el poder
español-empresarial, será la liquidación del euskera, su destrucción
definitiva, quedando reducido a una lengua de minorías muy reducidas, bastante
marginadas e incluso perseguidas.
El ansia exterminacionista y genocida de la patronal
vasca se manifiesta también en la falsedad de lo que afirman. No es verdad que
Bizkaia carezca de población joven apta para trabajar. No, eso todavía no es
verdad, como se manifiesta en que una parte notable de los menores de 35 años
hayan tenido que emigran en busca de trabajo. Lo que la patronal hace es
argumentar con tal embuste para justificar su criminal política de exterminio
étnico de los vascos, ahora escogida como la forma más rápida de realizar su
exterminio cultural-lingüístico. La patronal "vasca" sigue siendo tan
canalla como siempre, tan antivasca y españolista (ahora sería mejor decir
europeísta EU) como de costumbre, como lo ha sido en los últimos 200 años. Su
meta continúa siendo una e invariable, exterminar al pueblo vasco, lo que ahora
realiza con la ayuda de las jaurías fascistas del "anticapitalismo"
de la izquierda y del feminazismo, perseguidores del sexo heterosexual y con
ello responsables principales de la catástrofe demográfica que está sufriendo el
pueblo vasco.
Las lenguas tienen futuro cuando son lenguas MATERNAS,
no cuando el perverso aparato escolar (español en este caso, no se olvide esto)
las enseña, malamente. Porque las lenguas son realidades populares, no
estatales, como expongo en el Prólogo al libro de Javier Goitia "El ADN
del euskera", que con toda la intención titulo "Lengua y pueblo.
Pasado y futuro". No hay solución escolar, menos aún en las actuales
condiciones de Europa, cuando la UE está imponiendo el inglés neo-lengua para
barrer todas las lenguas europeas (el castellano también, el inglés de verdad
también), con el fin de crear una Europa unificada culturalmente, militarizada,
bajo la hegemonía del imperialismo alemán, lo que denuncio en "Proposamen
pertsonala euskal herrirako estrategiaz eta egitza-planaz". Por eso,
cuando el 50% de los nacimientos en el país de los vascos sean de madre
no-nativa sabremos que aquella lengua muchas veces milenaria habrá entrado en
agonía.
Quedan cinco años para resolver, a la desesperada,
esta situación, como expongo en mi libro, a punto de ser editado, "Erótica
creadora de vida. Propuestas ante la crisis demográfica". Las fases del
proceso de salvación de la cultura, la lengua y la etnia vasca tiene que ser:
1) elaborar un análisis de la realidad del euskera hoy, que tenga en cuenta
todos los factores, entre ellos la emigración, 2) llevarlo a la opinión pública
por todo los medios, entrando en combate con los neo-negreros y
exterminacionistas empresariales (y sus agente pagados) partidarios de la emigración
de masas, 3) promover movilizaciones populares cada vez más intensas a favor de
un repunte de la natalidad, 4) establecer un régimen matrilineal, o matriarcal,
en Euskal Herria, lo que es conforme con su historia, aunque opuesto del todo
al capitalismo, haciendo realidad el lema "Euskal Herria desde sí
misma", 5) conquistar la libertad para el Eros heterosexual reproductivo,
contra la demonización de la sexualidad hetero que lleva adelante el Estado
español feminazi y neo-patriarcal.
Sin matriarcado no hay solución, porque sólo un orden
político y económico que ponga a la mujer en el centro de la vida social puede
resolver la pavorosa crisis demográfica en curso. Eso equivale a establecer una
economía comunal vasca autogestionada y un orden político centrado en el
batzarre. Por suerte, el matriarcado forma parte de lo más auténtico de la
cultura, las relaciones sociales y la cosmovisión vasca. Todo ello es la
revolución.
Si en cinco años, es decir, antes de 2025, no ha
habido una reacción popular decisiva de esa naturaleza, sólo quedará, ya,
llorar por el euskera.
En cinco años.
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Félix Rodrigo Mora