martes, 23 de marzo de 2021

HA SIDO PUBLICADA LA 4ª EDICIÓN DE “LA DEMOCRACIA Y EL TRIUNFO DEL ESTADO”

 

La cuarta edición de mi libro hasta el momento más importante se sustancia en un volumen de 681 páginas, que incluyen un Prólogo a la cuarta edición de 44 páginas, impreso por Editorial Manuscritos. Su precio es de 24 euros. El texto principal no ha sido modificado. La actual impresión contiene un número pequeño de ejemplares, por dificultades económicas personales, boicot de ciertas librerías fascistas de izquierda a mis textos y otros motivos.

El subtítulo del libro es el mismo, “Esbozo de una revolución democrática, axiológica y civilizatoria”. Recoge el meollo de mi ideario y proyecto, una revolución política, que establezca un sistema de democracia directa sin aparato estatal y de democracia económica sin capitalismo transnacional y con economía comunal, una revolución axiológica que modifique el régimen moral de la sociedad tanto como el del individuo y un programa para el cambio civilizatorio, que instaure una nueva sociedad, esto es, una etapa superior en la historia y trayectoria de la humanidad.

Estos objetivos son hoy mucho más necesarios aún por cuanto vivimos la marcha, progresivamente acelerada, hacia la autoaniquilación tendencial del orden político, económico y social actual, por derrumbe múltiple del actual régimen social. Pero por eso mismo es una edad de esperanza, ilusión, optimismo y fe en el futuro. Porque toda destrucción de lo viejo es, al mismo tiempo, construcción de lo nuevo. En efecto, lo viejo que está en agonía puede y debe dar el paso a lo nuevo que nace. Y de eso se ocupa mi libro.

La revolución es, sin duda, la solución. Lo es también porque ya no hay proyectos reformadores, ni puede haberlos, debido a que el sistema se ha hecho senil, se ha fosilizado y resulta irreformable, incluso en lo ínfimo.

El libro se ocupa de estudiar la revolución, a partir de las revoluciones del pasado, sobre todo de las perniciosas (la francesa, la liberal española, la rusa, la china, la bolivariana, etc.), para por volteo dialéctico establecer los fundamentos y naturaleza de una revolución positiva, civilizatoria, necesaria, que realice los grandes valores de la libertad, la verdad, la virtud personal, la justicia, la convivencia y la moralidad. Con ese objetivo trata diversos asuntos, no sólo la revolución social sino la revolución individual. La autoconstrucción de la persona, recuperando la cosmovisión propia de la cultura occidental sobre la imprescindible fusión entre virtud cívica y virtud personal.

Porque sin revolución -por libre albedrío- en lo hondo y profundo de la persona, de cada persona, de todas las personas, no puede haber revolución en la sociedad.

Pase lo que pase, y suceda lo que suceda, seguiré trabajando por la revolución. Y esa voluntad de revolución me lleva a establecer estrategias y tácticas, a corregir errores, a investigar nuevas vías, a situarme en el centro mismo de los huracanes sociales, y así hasta realizarla. No importa mucho si eso sucede ahora o dentro de cien años, lo que cuenta es que la revolución tenga lugar, acontezca, e inicie una nueva etapa en el perfeccionamiento de la sociedad y en la magnificación de la persona.

El Prólogo a la cuarta edición corrige errores y supera deficiencias del libro, tal como aparece en la versión original. Su aportación más concluyente es que, argumentando en positivo, ofrece una exposición del programa de la revolución, que es integral o no es. Tal desarrollo de lo propositivo revolucionario es cada vez más necesario, pues a medida que el sistema va mostrando en la experiencia sus incapacidades, disfunciones y contradicciones internas irresolubles, se hace más necesario dar el paso desde la crítica a la propuesta, y desde la propuesta a la acción consecuente. Mucho más cuando ahora sobreabundan las críticas, por lo general demagógicas y fulleras, de manera que es el momento de explicar qué se pretende lograr, y no sólo ni principalmente con que se está en desacuerdo.

Por eso, dicho Prólogo se convierte en un antecedente, en un avance, hacia el “Manifiesto de la Revolución Integral”, un trabajo de síntesis, breve y condensado, que se ha convertido en completamente imprescindible, y que espero tener pronto editado. Éste irá acompañado de un estudio sobre la revolución, que fije las condiciones del cambio revolucionario holístico en las condiciones del siglo XXI, esto es, en un tiempo es que todo el decrépito y monstruoso edificio social actual cruje, se cuartea y amenaza ruina.

La revolución va a ocupar, como acontecimiento y quehacer, todo un largo periodo de tiempo, justamente el que ya ha comenzado con el tremebundo experimento de ingeniería social a gran escala iniciado en 2020 tomando como pretexto la pandemia del covid-19. El blanco de ataque son unas élites mundiales, europeas y nacionales enloquecidas por el exceso de poder, que al mismo tiempo observan, y sufren, que su sistema de dominación y orden económico están aquejados de diversas enfermedades incurables provocadas por sus contradicciones internas, lo que hace a dichas élites aún más dementes y genocidas. Poner fin a su dictadura para establecer un régimen de democracia directa integral es la meta y el objetivo.

Los pedidos del libro en:  esfyserv@gmail.com

 

martes, 9 de marzo de 2021

A LOS SEIS MESES DEL IV ENCUENTRO DE REVOLUCIÓN INTEGRAL

 

 

El día 4 de marzo de 2021 se reunió online el equipo que organizó el IV Encuentro de Transformación Integral a finales de agosto de 2020  en Navarra, y yo con ellos. Aquél está dispuesto a promover nuevas iniciativas.

Así pues, voy a manifestar mi criterio personal sobre la situación seis meses más tarde.

El balance tiene sus luces y sus sombras. Ciertamente, en agosto del año pasado todavía no había madurado lo suficiente la situación, de inicio efectivo de la crisis global de las sociedades de la última modernidad en todo el mundo, lo que, junto con otras cuestiones, impidió establecer una estrategia, un plan de acción.

Más allá de eso, compruebo ahora que los factores de debilitamiento y degradación del sistema de poder avanzan, no sólo en lo objetivo y material (economía, sanidad, demografía, desfondamiento del Estado de bienestar, etc.) sino también en lo ideológico y subjetivo. Los aparatos de propaganda y adoctrinamiento del régimen no logran hacerse con el control de la situación, la intelectualidad mercenaria y prostituida está perdiendo la escasa credibilidad que le queda, las intervenciones políticas institucionales (procés, feminazismo, conspiracionismo, etc.) están ya agotadas o en decadencia. Los nuevos partidos políticos se han desacreditado tanto y tan deprisa, los fascistas de derechas (Vox) igual que los fascistas de izquierda feminazis (Podemos), que el sistema ha de echar mano a subproductos patéticos (trevijanistas, “médicos por la verdad”, “patriotas” proyanquis neo-falangistas, etc.), para dotarse de nuevos instrumentos institucionales destinados al control político, mediático e ideológico de las masas, que necesita con urgencia.

La debilidad del sistema ha quedado de manifiesto en la lucha contra la política sanitaria gubernamental, desde marzo de 2020, en la cual un número reducido de personas (no más de dos o tres docenas) logramos poner al régimen en una situación difícil, pues promovimos un estado de conciencia resistente y subversiva que incorporó a cientos de miles de personas, e incluso suscitamos movilizaciones en la calle de no despreciable significación. Millones de personas han visto, con estupor e indignación, que la respuesta a ello del gobierno fascista de izquierda PSOE-Podemos y de las grandes corporaciones capitalistas de la comunicación ha sido meramente represiva y canalla, puramente franquista y neonazi, prohibiendo libros, descolgados videos, cerrando canales, organizando en sus televisiones lacayas rabiosas campañas de insultos, amenazas y linchamientos públicos contra quienes la patulea mercenaria mediática denomina “negacionistas”, y así sucesivamente.

Esa actuación mide la debilidad relativa, política y mediática, del actual orden. Muestra su vulnerabilidad. Indica que podemos asestarle golpes formidables. Y eso es lo que vamos a hacer.

Se ha creado un vacío político del poder constituido que debemos aprovechar, vacío que seguramente se mantendrá durante un par de años, hasta que aquél invente y efectúe una nueva intervención política.

Al mismo tiempo, constatamos que persiste la confusión, desorientación, pasividad, desorganización y atomización de la gran mayoría, su cobardía, docilidad y servilismo, su incapacidad para actuar audazmente conforme a criterios no sólo políticos sino además morales, por ejemplo, ante la matanza impune de improductivos, sobre todo ancianos, que el sistema actual está perpetrando con la pandemia, el miedo mediático inoculado sin tasa y las vacunas.

El IV Encuentro significó, en primer lugar, un acto de desafío y valentía, en una situación difícil por la acumulación de incertidumbres respecto a la libertad de desplazamiento, así como de amenazas de intervenciones represivas, sanitario-policiales. Eso hizo de la preparación una actividad tensa y difícil, en la que cada día había que responder al dilema de si seguíamos con los preparativos o los abandonábamos. Finalmente, se tomó la decisión de lanzarnos, con todas las consecuencias, aceptando los riesgos y sanciones jurídico-policiacas que pudieran derivarse. Y todo salió estupendamente. Se cubrieron todas las plazas, hubo que habilitar una larga lista de espera y poco después pedir que no intentase inscribirse nadie más. Unas 600 personas atendieron en total nuestra convocatoria y manifestaron, de un modo u otro, su interés en participar.

Nosotros, la gente de la revolución integral, nos atrevimos a hacer lo que otros no se atrevieron. Y podemos decir con satisfacción que en el Encuentro todo funcionó a la perfección, desde las cuestiones decisivas hasta los pequeños detalles, en un ambiente de hermandad, afecto mutuo y comunicación, sin miedo y sin bozales[1], en un entorno natural maravilloso, cargado de historia y de grandeza[2]. Y además, la comida ofrecida por la cooperativa que nos acogió, Amarauna, fue bastante buena.

Ahora la situación es mucho mejor, al ser los elementos positivos más influentes que los negativos, además de que maduran más rápidamente.

Lo más reseñable es la ausencia de una exposición completa, sintética y fácilmente manejable del ideario, proyecto y programa de la Revolución integral. Esto lo necesitamos con urgencia, para diferenciarnos ante la opinión pública de las corrientes reaccionarias e institucionales de todo tipo, para ofrecer formación a las personas que se aproximen a nosotros y para promover la organización en torno nuestro. El Manifiesto de la Revolución Integral, un libro-folleto, puede estar disponible en un par de meses. Luego, cuando esté, se planificará su uso.

Necesitamos convertirnos en fundamental foco de emisión de ideas, propuestas y formulaciones en los problemas centrales de nuestro tiempo, para llegar con fuerza, con número y con continuidad a la opinión pública. Necesitamos poner en circulación docenas de videos, audios, artículos, folletos, libros y otras formas de expresión cada mes. Para eso el punto débil es la escasa preparación, en los contenidos, de las personas que se nos unen. Esto lo estamos empezando a remediar con Cursos de formación en materias concretas, de contenido y de método, con el estudio del Manifiesto (cuando esté), los debates internos, las operaciones de crítica de las fuerzas o corrientes reaccionarias e institucionales.

En este momento de declive del aparato de adoctrinamiento gubernamental-estatal, cuando atraviesas sus horas más bajas de los últimos 20 años, es una situación magnífica para penetrar profundamente en las clases populares, asalariadas y trabajadoras con nuestras ideas.

Además, vamos a estar presentes en las luchas y en el activismo callejero, pero no en las parodias que, sin ir más lejos, organizan, bajo dirección del CNI, “Médicos por la verdad” y otros agentes del poder. Sí estaremos presentes en las luchas subversivas, fuera del sistema, inasumibles para éste.

Estamos organizando un sistema de acogida y de organización para las personas que creen que se necesita un cambio radical de modelo de sociedad y de concepción básica de lo humano y del ser humano, cuyos fundamentos han de ser la libertad, la verdad, la moralidad, la democracia directa política y económica, la convivencia, el afecto mutuo, el final de todas las oligarquías tiránicas, la virtud personal y cívica, el triunfo de lo popular como realidad integral.

Deseamos hacer de cada persona que se aproxime a nuestro movimiento un comunicador revolucionario, a la vez que alguien preparado para las tareas necesarias, si se desea regenerar a nuestra sociedad, que está muerta, elevándola a realidad magnífica con esperanza y con futuro.

También, vamos a ir ordenando y promoviendo proyectos estratégicos para diversos temas y materias. Como son el retorno al mundo rural, la organización de redes de ayuda mutua y producción de bienes en ambientes urbanos, el relanzamiento del movimiento obrero y asalariado sobre bases combativas, la autoconstrucción de las mujeres tras la destructividad del  feminismo de Estado, la marcha hacia una Europa de los pueblos libres y soberanos, la acción contra la medicina yatrogénica y por una asistencia sanitaria popular, la atención al problema demográfico y la natalidad, entre otros.

Porque nuestro proyecto es la revolución. Y eso es lo determinante. A eso vamos.

En dos años tendremos, probablemente, las metas señaladas convertidas en realizaciones.

                                                                                                                     Félix Rodrigo Mora    7/3/21



[1] Es divertido que me haya llegado alguna consulta ingenua sobre cuánta gente se infectó con el virus en el Encuentro, dado que allí se juntaron tantas personas… Mi respuesta, amable, ha sido que allí sólo hubo un virus, el del entusiasmo, y que de ese quedamos todos y todas infectados.

[2] Puesto que estábamos pegados al rio Arakil, íntimamente relacionado con la revolución bagauda, una de las noches hicimos un homenaje a su revolución, con uno de los asistentes interpretando al violín música vasca y el resto levantó luminarias, todo muy evocador y emotivo. Además, se leyó una breve Nota de ensalzamiento.