La
"basura blanca", despreciada y agredida por todos, se ha puesto en
marcha en Estados Unidos. Lástima que lo haga siguiendo a un demagogo
reaccionario, a un charlatán desvergonzado como es Donald Trump, que dice y no
hace nada, esto es, nada diferente a lo que llevó a efecto, por ejemplo, el
racista aristócrata negro Obama.
La
cuestión no es si hubo o no pucherazo, fraude electoral, en las elecciones,
sino las condiciones de vida y las perspectivas de futuro de la ya hoy minoría
blanca en ese país, acosada ferozmente por todos, con criterios mega-racistas.
La creación de la organización paramilitar negra fascista BLM, cuya finalidad
verdadera, apenas velada, es cometer genocidio con la minoría blanca y hacerse
con todo el poder en el país (los negros están a punto de lograr el dominio del
ejército USA, que es el centro mismo del sistema estatal), ha llevado la
situación a un nivel de máxima tensión, de donde ha salida la ocupación popular
del congreso. Nótese que en este acontecimiento la policía ha asesinado, al
menos, a 4 personas blancas, entre ellas una mujer, sin que ello ocasione
protesta alguna en el progresismo español, ferozmente racista pronegro,
partidario del Estado policial y neomisógino.
La
movilización popular tiene que continuar hasta devolver al país a las
condiciones de autogobierno que muestra Alexis de Tocqueville en "La
democracia en América", y que la politóloga e historiadora Dana Nelson
describe en un libro de cuyo prólogo para la versión en castellano soy coautor.
Una sociedad que se autogobernaba por juntas y asambleas, que tenia una
economía mixta comunal/familiar y que practicaba la ayuda mutua como elemento
decisivo de la actividad económica. Tal sistema fue barrido por el ascenso del
ente estatal, lo que cristalizó en la actual Constitución, la de 1787, la cual
hace del Estado el tirano colectivo y el primer propietario de la riqueza de
EEUU.
Donald
Trump ha sido puesto en la presidencia para controlar y desactivar la protesta
popular blanca contra la
política de exterminio y genocidio que padecen las clases trabajadoras y
populares de esa etnia. En cuatro años de presidencia ¡no ha hecho nada en
absoluto para beneficiar a la "basura blanca"!, Al contrario, se ha
centrado en acelerar y reforzar los mecanismos del exterminio. Porque, siendo
Trump un multimillonario con un capital de unos 2.500 millones de dólares, ¿qué
va a hacer sino seguir la política genocida, que es la que interesa al gran
capitalismo monopolista?
Joe
Biden ha declarado que bajo su mandato han de acceder al país 52 millones de
emigrantes, nada menos. Con Trump los emigrantes han seguido llegando, en mayor
número que con Obama y con menos expulsiones, así que ¿cómo creer a ese sujeto?
De haber ganado Trump habría metido en el país tantos o mas emigrantes que Biden:
todos los politicastros son iguales, todos hacen las mismas cosas, y sólo se
diferencian en las palabras, en las mentiras, en la demagogia.
Quienes
en nuestro país veneran a Trump como un "mesías" que nos va a salvar
de la catástrofe, al parecer incluso con una intervención militar yanki,
simplemente han perdido la cabeza. Esta grotesca combinación
"antinacional" de cavernícolas, fachas y conspiracionistas vendidos a
la CIA, que odia nuestra lengua y cultura, que vive para lamer el trasero a los
yankis, tiene que ser denunciada.
En EEUU
las clases trabajadores blancas tienen que seguir la lucha por su existencia,
por su derecho al futuro, en lo étnico tanto como en lo cultural. Eso exige
romper con Trump, denunciar sus embustes y su palabrería, dotarse de un
proyecto, un ideario y un programa revolucionario, de acuerdo a las tradiciones
y la historia de su país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: Los comentarios podrán ser eliminados según nuestros criterios de moderación, que resumidamente son: aquellos que contengan insultos, calumnias, datos personales, amenazas, publicidad, apología del fascismo, racismo, machismo o crueldad.