Nos estamos organizando para crear un movimiento de
recuperación de los bienes comunales[1], así
como una gran operación de actualización del comunal a las condiciones del
siglo XXI. Con los 16 objetivos que se exponen y enumeran a continuación.
Conocer mejor la situación actual de los patrimonios
comunales de los pueblos, en cada uno de ellos y en todo el país. Mostrar a la
opinión pública los pueblos y lugares donde el comunal aún funciona.
Respaldar y publicitar las acciones concretas por su
recuperación ya en marcha[2].
Organizar nosotros también movilizaciones de defensa y recuperación de los
comunales.
Afianzar y extender la red de Juntas Vecinales y
Concejos Abiertos, pues no hay comunal sin concejo y no hay
economía comunal sin democracia directa.
Explicar a la juventud qué es el comunal, cuál es su
historia desde la revolución bagauda del siglo V hasta el presente, y qué son
los patrimonios comunales de los municipios ibéricos, en todos sus principales significados,
históricos, económicos, políticos, emocionales, convivenciales, ambientales, agroganaderos,
silvícolas, jurídicos y de futuro.
Denunciar los planes institucionales para expropiar y
vender las tierras comunales que aún subsisten, quizá 4.5 millones de
hectáreas, casi el 10% de la superficie del país. Denunciar así mismo el
proceso desamortizador (privatizador) que llevaron a efecto las monarquías
“absolutas” desde el año 1350 en adelante, el régimen liberal decimonónico, el
franquismo y el sistema institucional actual.
Establecer una comprensión exacta y bien fundamentada
de qué es el comunal y qué es la sociedad comunal, contra las adulteraciones
doctrinales en curso. Diferenciar rigurosamente los bienes comunales de los
bienes de uso común, poseídos por el ente estatal, o por particulares.
Vincular el comunal con el movimiento de retorno al
campo, de nueva ruralidad.
Concentrar las tareas de forestación (siembra de
bellotas, etc.) en los terrenos del común.
Exigir perentoriamente al Estado español la devolución
a las comunidades campesinas de todos los bienes comunales (tierras, industrias
rurales, minas, infraestructuras, etc.) de los que se ha ido apoderando desde
el siglo XIV[3],
así como de los intereses o beneficios devengados por dichos bienes en el
tiempo transcurrido desde el acto expoliador.
Exponer, expandir y actualizar el espíritu de
comunalidad, la cosmovisión, sistema de valores e idea fundante de lo
humano que está en la raíz de los patrimonios comunales. Porque el comunal,
situado en su contexto, es una nueva forma de civilización y un nuevo modo de
ser persona.
Ocuparse del derecho consuetudinario, que es el
fundamento del comunal, en oposición al derecho romano, o de raíz romanista,
positivo.
Refutar los errores y malevolencias[4]
principales sobre el comunal, su historia y su futuro.
Hacer metaanálisis económico del régimen comunal para
extraer de él los criterios y principios que han de servir para superar y poner
fin al capitalismo de la gran empresa transnacional explotadora y
deshumanizada, inaugurando un nuevo modo de producción, comunitario con
propiedad individual/familiar y libertad económica, adecuado a las condiciones
del siglo XXI.
Vincular el comunal con las formas de trabajo
productivo libre, cooperativo o individual, que le son propias, hacendera,
auzolan, facendera, tornallom, etc., así como con los numerosos procedimientos
de ayuda mutua que le son inherentes, aplicando su esencia a la regeneración de
la ética del trabajo y del acto productivo en la actualidad. Ello sin olvidar
los procedimientos y sistemas asistenciales comunitarios y vecinales, no menos
numerosos, atxolorra, redolín, etc.
Promover el conocimiento y el estudio de libros,
videos, artículos, etc. que se ocupen del comunal, si es necesario con la
crítica correspondiente. Producir nosotros libros, videos y materiales de todo
tipo sobre el comunal de ayer, hoy y mañana.
Organizar y convocar cursos, encuentros, etc. que: 1)
den a conocer y estudien estas materias, 2) otorguen respaldo reflexivo e
informativo a las acciones de lucha y reivindicación del comunal, 3) formen a
personas para desenvolverse en esta gran operación restauradora de la justicia,
el bien público y la libertad.
Os invito y animo
a sumaros al equipo de trabajo que estamos organizando.
[1] El último gran levantamiento popular para recuperar los comunales tuvo
lugar en la primavera y verano de 1936. Fue duramente reprimido, primero por el
Frente Popular en el gobierno de Madrid (matanza de Yeste, etc. etc.) y luego
por el ejército sublevado a las órdenes de Franco (matanza de Badajoz, etc. etc.).
[2] Por ejemplo, la célebre de Los Yébenes, Toledo.
[3] En mi libro “Naturaleza, ruralidad y civilización” recojo la conclusión
alcanzada por algunos estudiosos del comunal, que sitúan entre los 12 y los 17
millones de hectáreas las tierras de las comunidades rurales robadas por el
Estado y vendidas luego a particulares adinerados. Como comparación, hoy se
cultivan unos 20 millones de hectáreas. Pero las cifras anteriores son inferiores
en bastante a la real, pues sólo incluyen, o casi, las tierras que fueron
estatizadas y luego privatizada conforme a las leyes de 1813 y 1855, cuando
hubo más normas jurídicas desamortizadoras, y el proceso privatizador arrancó
mucho antes, en la Baja Edad Media. Además, hay que añadir a las tierras
birladas lo bienes artesanales e industriales concejiles (molinos, fraguas,
lagares, prensas, bodegas, ferrerías, hornos, caleras, tejares, serrerías, etc.),
los de servicios (mesones, hospitales, etc.) y las infraestructuras.
[4] En oposición a quienes, con muy mala uva y peor intención, afirman o
insinúan que el comunal del pasado fue un asunto menor y secundario, se
levantan los estudios de, por ejemplo, David E. Vassberg, con su libro, entre
otros, “Tierra y sociedad en Castilla. Señores “poderosos” y campesinos en
la España del siglo XVI” 1986. Véase el inmenso detalle de título: señores con
el calificativo “poderosos” entrecomillado, pues lo esencial de la tierra era
comunal. Eso sí, es una vergüenza que tenga venir personas de fuera para
estudiar lo nuestro, porque nosotros no somos capaces de hacerlo… ¿quizá somos
gente decadente y degenerada? Si lo somos, ¡vamos a dejarlo de ser!
Un millón de gracias, Félix, por esta valiosa iniciativa. ¡No te defraudaremos!
ResponderEliminarFelix, te pido permiso para publicar este texto en Ácratas.net; naturalmente citando la procedencia.
ResponderEliminarUn saludo.
Uno como vosotros (Alex)
Es momento de dar lo mejor de nosotros. Gracias Félix. Ánimo Amigos la hora de demostrar que somos seres Humanos ha llegado.
ResponderEliminarA tu lado siempre Felix, para lo que quieras y pueda.
ResponderEliminarhttp://www.mundoplaya.es/espana-se-prepara-para-vender-sus-playas-a-otros-paises/ Que te parece ests noticia?
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