“INVESTIGACIÓN SOBRE LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA,
1931-1936”
VA
A SER PUBLICADO
Mi
libro sobre los antecedentes, el origen y el primer periodo de la II república
española, del 14 de abril de 1931 al 18 de julio de 1936, será editado en
breve. Tras una gestación enmarañada, que ha durado más de tres años, estará
disponible para el público. Es un texto complejo y extenso (más de 500 páginas)
desmitificador de un régimen político presentado como magnífico no sólo por la
izquierda sino también por la derecha, que desde hace mucho (desde, al menos,
los tiempos de Aznar en el gobierno) ha hecho de Manuel Azaña, el señor feudal
de aquella república, una de sus lumbreras.
Pero
ante todo es una obra necesaria. Sobre este asunto se han ido acumulando tal
número de ocultaciones intencionadas, narraciones ideologizadas, arrebatos líricos,
medias verdades y completas mentiras que se impone limpiar de tales inmundicias
esta decisiva parte integrante de nuestra historia contemporánea, para ofrecer la
verdad, la verdad desnuda.
Pero,
por desgracia, no toda la verdad, dado que incluso en el terreno empírico lo
que queda por conocer es muchísimo. Falta, por ejemplo, una relación completa
de las matanzas realizadas por las fuerzas policiales (guardia civil y guardia
de asalto sobre todo) y por el ejército, siguiendo órdenes de los gobiernos
republicanos, de izquierda y de derechas. Esa relación es asombrosamente fragmentaria
para el periodo del Frente Popular, cuando la violencia estatal alcanza
extremos escalofriantes.
Innovadora
es la parte destinada a su advenimiento el 14 de abril de 1931, al mostrar que
fue asunto del ejército, las clases altas y la guardia civil, no del “pueblo”,
como sigue afirmando la mendacidad historiográfica y política. Desmonta con eficacia,
además, el mito de una república que se disponía a hacer “la reforma agraria”,
mostrando que la verdad es justamente la opuesta, al haberse erigido aquélla en
verdugo implacable de los trabajadores rurales para amparar a la gran burguesía
terrateniente.
La
porción nuclear del libro es la que investiga la formación de una situación
revolucionaria, o cuasi-revolucionaria, a partir de 1934, que alcanza un máximo
en la primavera de 1936. Describe la épica voluntad de la población rural de
liberar sus pueblos y aldeas de la presencia del Estado y del acoso del
capitalismo, con numerosos cercos y ataques a los cuartelillos de la guardia
civil, desobediencia a los patronos en el acto productivo, etc., lo que
ocasiona el éxodo de los bienestantes a las ciudades y coloca a la defensiva a
los cuerpos policiales. También en bastantes zonas industriales y entre el
proletariado se desarrolla una situación tendencialmente revolucionaria. Fracasado
así el Frente Popular como estrategia pro-capitalista y anti-revolucionaria, al
poder constituido sólo le queda el fascismo militar y la guerra civil.
Parte
esencial de la contrarrevolución durante la primavera de 1936 fue la izquierda,
que se puso toda ella del lado de las instituciones y contra las clases
trabajadoras, respaldando las atrocidades de los aparatos represivos. Esto tuvo
su momento más trágico con la matanza de Yeste (Albacete), donde el 29-5-1936
la guardia civil, cumpliendo órdenes del gobierno del Frente Popular, asesinó a
17 trabajadores y dejó heridos a unos 100, al reprimir la recuperación de
tierras comunales por el vecindario. Lo de Yeste fue no un hecho aislado sino una
carnicería entre cientos, una más de las ordenadas por los frentepopulistas
desde el poder gubernamental.
La
responsabilidad de ello es, sobre todo, de la izquierda que se integró en la
coalición de Frente Popular, PSOE, UGT, POUM, PCE, ANV, y de las fuerzas que le
dieron respaldo desde fuera, CNT sobre todo.
El
libro investiga las causas últimas de la II república, estudiando el llamado “problema de España”, o rechazo de las
clases populares a la modernidad, al ascenso del capitalismo y al
fortalecimiento del Estado. En esta cuestión el análisis de los escritos de
Ortega y Gasset resulta fructífero, al hacerse desde una aprehensión extensa y
multidisciplinar de las realidades sociales de la época y del pasado. Se
desvela que el atrabiliario programa modernizador de la dictadura militar de
Primo de Rivera (1923-1930) suscita un amplio repudio popular, particularmente
intenso en las zonas rurales pero igualmente visible entre la clase obrera
industrial. Tal rechazo intenta ser encauzado, frenado y reprimido por los
gobiernos republicanos desde el 14 de abril, que fracasan, y luego por el Frente
Popular, cuyo descalabro es todavía más clamoroso.
Hasta
ahora ningún estudio ha esclarecido las causas últimas, o intrahistóricas, de
los principales acontecimientos de los años treinta del siglo pasado, en
particular del advenimiento (organizado desde arriba) de la II republica y el
estallido de la guerra civil. Mi libro realiza aportaciones de mucho calado,
mostrando que lo más principal proviene del antagonismo entre las clases
populares, imbuidas de tradiciones y prácticas asamblearias, comunales,
autogestionarias y convivenciales, y el desarrollo creciente del capitalismo
unido a la expansión del artefacto estatal. A la arremetida institucional y
empresarial múltiple, realizada valiéndose de instrumentos políticos en
apariencia diversos (el directorio militar primorriverista, la república del 14
de abril y el Frente Popular), las gentes del común responden con una ofensiva de
acciones, luchas e intervenciones numerosísimas, que en 1936 se eleva al rango
de potencial y tendencialmente revolucionaria.
Ante ello, el poder constituido
echa mano de una nueva herramienta política, la cuarta en pocos años, el
fascismo de Franco. Por tanto, el régimen militar de Primo de Rivera, la
segunda república, el Frente Popular y el nuevo orden fascista son las diversas
expresiones que, en función de las circunstancias concretas, va tomando el
poder/poderes contra el pueblo/pueblos. Los cuatro se sumaron a la tarea de destruir
lo que todavía permanecía vivo de la revolución de la Alta Edad Media, siendo
el tercer gran asalto histórico contra ella. En efecto, el primero lo perpetra
la monarquía “absoluta” a partir de los siglos XIII-XIV; el segundo, la
ilustración y el liberalismo -en particular la Constitución de 1812- en los
siglos XVIII-XIX, del que una concreción tardía es la II república, y el
tercero el fascismo militar de Franco y sus aliados.
Capítulos
particularmente importantes del libro, además de lo ya mencionado, son los
dedicados a la II república como Estado policial, a la estrecha relación entre
el régimen republicano y el gran capital, a la situación de las mujeres bajo el
orden patriarcal republicano y frentepopulista, al colonialismo y racismo
republicano-izquierdista en Marruecos y a Euskal Herria como expresión concreta
de pueblo víctima del españolismo republicano, sin olvidar el específicamente
dedicado al Frente Popular. Cada uno de ellos demuele montañas de ficciones y
rellena huecos descomunales de desinformación. No menos demostrativo es el
análisis politológico del régimen republicano, de su Constitución,
instituciones y legislación, el cual muestra que nada importante hay en el
régimen republicano que sea cualitativamente diferente a lo que había habido en
el precedente orden monárquico. Aquél es meramente heredero y continuador de
éste en todo lo que importa.
Quien
resulta peor parada en el libro, como se ha expuesto, es la izquierda,
responsable políticamente de la mayoría de los hechos de sangre cometidos por
el régimen republicano contra los trabajadores del campo y de la industria. Una
izquierda que actúa de tres modos: cuando no había situación revolucionaria,
hasta 1934, se concentra en impedir que llegara a darse; cuando la hubo, en abril-julio
de 1936, la reprime con furor desde las instituciones del gobierno y cooperando
con el terrorismo de Estado, y cuando el colosal embate popular del verano de
1936 vence y derriba al ente estatal y demuele el capitalismo, en los meses
posteriores al inicio de la guerra, reconstruye uno y otro, haciéndose nueva
burguesía y nuevo aparato estatal en la zona republicana. O sea, en todas las
circunstancias fue la vanguardia de la reacción y la fuerza de choque del
capital.
El
libro avanza en la investigación de las causas del actuar de la izquierda como
nueva burguesía y nuevo aparato estatal. Concluye que en el interior de los
partidos y sindicatos signatarios del Frente Popular, mucho antes de los
momentos críticos, se había constituido de facto un grupo privilegiado que
mandaba y manejaba, una nueva burguesía. Por tanto, deduce que es la existencia
misma de organizaciones, partidos o sindicatos, con una ideología o teoría
diferenciada, que distingue entre “nosotros” (los adeptos a cada “ismo”
politicista) y “ellos” (lo que no admiten la doctrina y no se organizan en la
estructura correspondiente), la causa última de la frustración del proceso revolucionario
popular por la izquierda, desde fechas anteriores al inicio de la guerra civil.
Hasta
aquí el libro. Muy probablemente, como respuesta a éste, la izquierda
institucional, multifinanciada por el Estado y la banca, desencadenará una
nueva tanda de sanciones, censuras, calumnias, intimidaciones y amenazas contra
mi obra y mi persona, como lleva haciendo desde hace años. Lo razonable,
empero, sería hacer un debate donde quede garantizada la libertad de expresión
de todas las partes, para dilucidar qué fue realmente la II república, qué el
Frente Popular y qué hizo la izquierda en 1931-1936. Censurar y reprimir
equivale a negar a las personas un derecho básico, prepolítico, el de recibir
todos los enfoques, análisis y opiniones en iguales condiciones de formulación.
Lo otro es imponer al público una determinada interpretación, es adoctrinar y
manipular, pisoteando lo más sagrado, la libertad de conciencia. Nada me
gustaría más que efectuar un ciclo de debates públicos sobre estas materias,
pero es seguro que mis virulentos contradictores y represores se niegan a ello.
El motivo: carecen por completo de argumentos, por tanto, de razón y verdad.
Mi
libro, imperfecto e incompleto como es, pretende abrir un tiempo nuevo de investigación
imparcial, serena y libre sobre estos asuntos. En particular, el periodo del
Frente Popular está demandando muchos más análisis, incluso empíricos. Esto es
muy necesario, pues no es posible tratar con acierto los problemas políticos,
económicos y sociales del presente sin comprender objetivamente nuestro pasado
inmediato. Y no es posible transformar revolucionariamente la sociedad actual
sin comprender las luchas revolucionarias libradas por nuestros abuelos.
Enhorabuena! A buen seguro que será un excelente trabajo!
ResponderEliminarEnhorabuena por el libro Felix y gracias por el esfuerzo. Espero leerlo
ResponderEliminarEnhorabuena por el libro Felix y gracias por el esfuerzo. Espero leerlo
ResponderEliminar<< Yo, como soy sujeto, soy subjetivo. Si fuera objeto, sería objetivo>> (José Bergamin). "La verdad es un conjunto de verdades, luego no existe". De todas formas es encomiable tu labor y es higiénico hacernos partícipes de tus opiniones. Gracias
ResponderEliminarEn la Editorial habitual, supongo?
ResponderEliminarBue, si no se busca y en paz...
Donde podria localizar el libro para poder comprarlo?Muchas graciaa
ResponderEliminarSe puede solicitar a Potlatch ediciones: correo: potlatch.kl@gmail.com
EliminarPrecio? Gracias.
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