La demanda de que todos “los ciudadanos” disfruten
de un aporte económico estatal que resuelva sus necesidades materiales mínimas,
asunto que es presentado como un derecho fundamental a exigir, necesita de un
examen cuidadoso.
Un deber moral primordial es que cada persona viva
del propio esfuerzo, de su trabajo, pues de otro modo se convierte en
expoliador de los otros, en parásito, en explotador. Desde el punto de vista
político quien subsiste a costa del Estado se hace criatura institucional,
forzada por el vínculo de dependencia material que así se establece a defender el
sistema de dominación en momentos de crisis social aguda.
En consecuencia, la renta básica universal da origen
a un orden reaccionario porque ata a los mantenidos por el Estado a la defensa
de las instituciones.
Parece fuera de duda que el proyecto de generalizar
la renta básica es una medida dirigida contra la idea y programa de revolución
integral.
También se encamina contra la integridad moral de la
persona, que queda dañada cuando se vive de lo producido por otros, pues eso
forja una necesidad objetiva, la de dominar al que se explota y oprimir a quien
se expolia. Quien vive como un parásito se hace de facto un déspota político
que, en momentos de crisis social será organizado por su mantenedor, el ente
estatal, para reprimir violentamente a los trabajadores a quienes parasita.
Los mantenidos por la renta básica, la burguesía,
los altos funcionarios del Estado, el par ejército-policías y la pedantocracia
tienen en común que viven del trabajo ajeno y no del propio. Forman el bloque
de la reacción.
La pretensión de aportar la suma monetaria para la
renta básica cargando con fuertes impuestos los emolumentos de los altos
directivos y las ganancias de la banca, aún si fuera factible de realizar, no
resuelve el problema principal, a saber, que los bienes y servicios conseguidos
con esos recursos monetarios no son producidos por quienes los reciben, los
supuestos perceptores de la renta básica.
Todo lo que sea vivir parasitariamente es
políticamente reaccionario y moralmente reprobable.
Es cierto que hoy la gran mayoría de las personas
están forzadas a trabajar como asalariados, lo cual es una inmensa desgracia y
un descomunal mal. Pero, con todo, es menos malo que subsistir a costa de otros,
viviendo sobre todo de lo que producen los trabajadores y campesinos del Tercer
Mundo a la vez que se lanzan hipócritas
soflamas contra “el racismo”.
Entre ser un explotado y ser un explotador hay que
escoger por menos malo y menos degradante, lo primero. Porque la sociedad del
futuro que resulte de la revolución social integral sólo puede ser un orden de
trabajadores, cada cual viviendo de sí, sin que nadie arrebate a los otros el
fruto de su esfuerzo, sin burguesía ni aparato estatal ni mantenidos por esta
nueva versión de la sopa boba que antaño repartían los conventos a los pobres
que es la renta básica.
La revolución integral propone: 1) la universalidad
del trabajo productivo, realizado un mínimo de tiempo, 2) la abolición total y
completa del trabajo asalariado, 3) la creación de una sociedad donde los seres
humanos se magnifiquen, convivan y autoconstruyan también por el trabajo libre
asociado.
Resulta esclarecedor que quienes desean hacer de
todos nosotros unos parásitos, unos mantenidos y unos inútiles, nada digan
contra el trabajo asalariado, que es el gran mal de nuestras sociedades. Para
poner fin a esa forma de esclavitud hay que expropiar sin indemnización al gran
capital, creando una sociedad colectivista autogestionada. Dicho de otro modo,
hay que hacer una revolución anticapitalista.
En el ámbito de lo personal vivir sin trabajar
degrada, envilece, debilita, entontece y encanalla a la persona, haciendo de
ella un marginal, un lumpen. Esto es bien visible en quienes ya perciben esta o
la otra forma no contributiva de “ayuda” estatal. Lo que se constituye con la
renta básica son formas muy infaustas y lastimosos de seres nada, de personas
que están dejando de serlo.
No sólo es inmoral subsistir de la caridad estatal
sino que también lo es hacerlo de la “ayuda” proporcionada por la familia.
Todas y todos han de vivir de sí mismos desde la mayoría de edad, ni de los
padres/madres ni del Estado.
Ciertamente, hay circunstancias en que, dado el actual
orden vigente, no queda más solución que aceptar alguna ayuda estatal para
subsistir. El caso más obvio es el subsidio de paro. Es legítimo hacerlo con
una condición, buscar activamente un modo de vivir de sí mismo (si se puede, no
salarial, si no hay otra opción, salarial) y por sí mismo. Igual cabe señalar
respecto a los que teniendo edad para trabajar subsisten de la familia.
Quienes no pueden trabajar, por enfermedad, edad,
etc., han de ser auxiliados por la sociedad, por la vecindad, por la buena
gente autoorganizada, no por las instituciones, no por el Estado. Hay que crear
sólidos y omnipresentes vínculos sociales horizontales para ayudarnos los unos
a los otros, cuyo fundamento ha de ser el amor mutuo, rechazando la dependencia
jerárquica de las instituciones y las relaciones de dominación en todas sus
formas.
En ese marco lo expuesto no es óbice para que a
nivel privado se llegue a acuerdos en la familia o en otros ámbitos de
relaciones sociales en que alguno de los integrantes de tales grupos eluda el
trabajo asalariado para dedicar su tiempo a la actividad que se considere
necesaria.
La lucha hoy ha de ser por lograr formas de vida y
subsistencia que hagan de cada persona alguien que vive por sí, ni explotador
ni explotado.
Creo que usted no ha entendido lo del derecho a renta básica... piense que quien la reciba, pero ni estudie ni trabaje ni pretenda hacerlo es alguien que, según el propio Estado, no merece recibirla. En otras palabras, no dice usted nada distinto a lo que dice Podemos: que es una ayuda para quienes no comerían de otra forma. Poseo demasiados ejemplos de familias y estudiantes que lo necesitan con urgencia como para confiar ingenuamente en esas estructuras horizontales de las que usted habla, que de momento son poco menos que utópicas. Un saludo.
ResponderEliminarCuando la ética se impone por la fuerza, se convierte en derecho.
EliminarLo anterior, bien reflexionado, es terrorífico. Lo peor sería la legitimidad que ese aparato recibe, porque nos está haciendo "el bien", pero, ¿nos está haciendo el bien? ¿porqué estos seres humanos ya no poseen los saberes básicos que les permitan no depender de un agente externo? ¿tiene ese agente externo, algo que ver en esa pérdida de sabereres?
Efectivamente, si el Estado nos cuida, perdemos saberes, capacidades y mucho más grave, perdemos VINCULOS AFECTIVOS, ya que NOS SOBRAN nuestros vecinos si nos cuida un aparato de Estado (nos cuida y nos realiza a todos los niveles). De hecho YA NOS SOBRAN, vivimos en bloques de vecinos y no los conocemos.
Todo esto bien reflexionado es terrorífico. La obra de Félix Rodrigo Mora está muy volcada a analizar el impacto de un aparato de estado facilitándonos la vida. Yo se la recomiendo en profundidad.
Saludos.
Obviamente es mejor tener las necesidades básicas cubiertas: alimentación, trabajo, vivienda. Pero nadie ha pensado que con la renta las facultades superiores seguirá a merced del mercado y por lo tanto de la competencia, el egoísmo y el lucro?
ResponderEliminar¿es mejor tener las necesidades básicas cubiertas? pero, ¿cubiertas por quién?
EliminarSi el Estado nos cuida, se atrofian nuestras capacidades de todo tipo, perdemos saberes y costumbres, pero sobre todo la sociabilidad, los vínculos afectivos, ya que no necesitamos a nuestros vecinos, cuando nos cuida el Estado.
El Estado y la tecnología son facilidades, son "andaderas" que nos infantilizan, nos embrutecen.. El ser humano debe resolver sus propios problemas desde el esfuerzo reflexivo, la voluntad, etc.. no limitarse a poner en práctica el maravilloso sistema que tal o cual intelectual ha ideado.
"según sean los seres humanos, así será la economía"
si los seres humanos son depravados y perezosos, saldrá mal cualquier sistema que se quieran inventar, y esto es lo principal en la obra de Félix Rodrigo. Por encima está el ser humano y sus cualidades reales, su capacidad y su voluntad, y si estas cualidades no están, no hay nada que hacer.
Los izquierdistas lo hacen depender todo de la tecnología y los sistemas teóricos, y 0% de los seres que operan esas tecnologías y esos sistemas. La atención que la izquierda le presta al fomento de las cualidades internas de las personas es 0 (cero), incluso si hablas de ello más de uno se arranca la ropa.
La izquierda tolera la "ética y la moral" solamente en los discursos de Julio Anguita, y solamente mientras dure el discurso..
Porque ellos en realidad NO CONFÍAN en los seres humanos, y las palabras "ética y moral" no son algo REAL que pueda TENER FUERZA porsí, sino todo lo contrario, como para ellos la "ética y la moral" son meras palabras vacías, lo hacen depender TODO AL 100% de los sistemas teóricos, monedas alternativas, tecnologías "alternativas", etc.. TODO EXTERNO AL HUMANO.
¿Se puede instar al ser humano a ser bueno por medio de leyes? esto es, ¿por medio de la fuerza?
Saludos.
"La revolución integral propone: 1) la universalidad del trabajo productivo, realizado un mínimo de tiempo" a qué te refieres con productivo? a tener, acumular y poseer aunque sea un mínimo? no sé, eso me parece caer en el error que nos ha dejado el neolítico y que llevó al estado. Sería más normal que todos sepan hacer de todo en una especie de trabajo voluntario y libre mientras el tiempo libre tiene una importante base. Aunque ambas forman parte de la experiencia y el arte del vivir
ResponderEliminar"Resulta esclarecedor que quienes desean hacer de todos nosotros unos parásitos, unos mantenidos y unos inútiles, nada digan contra el trabajo asalariado, que es el gran mal de nuestras sociedades." hombre Félix, si eso en la teoría está muy bien pero mira Corea del Norte aún con empleo por tener muchos servicios incluso estatales públicos gratuitos y baratos como le atacan. Ojo que estoy totalmente de acuerdo en que ese es el camino, pero tampoco es todo "negro o blanco"
ResponderEliminar"buscar activamente un modo de vivir de sí mismo (si se puede, no salarial, si no hay otra opción, salarial)" cómo puede ser no salarial?
ResponderEliminar"Quienes no pueden trabajar, por enfermedad, edad, etc., han de ser auxiliados por la sociedad, por la vecindad, por la buena gente autoorganizada, no por las instituciones, no por el Estado." muy bien, aunque lo que has expuesto se acerca mucho al socialismo libertario y al comunismo económicamente.
ResponderEliminar"...En el ámbito de lo personal vivir sin trabajar degrada, envilece, debilita, entontece y encanalla a la persona, haciendo de ella un marginal, un lumpen..." Pues va a ser que no, el número de millonarios supera las 460.000 personas en España.
ResponderEliminarEl 10% más rico posee un 55,6 % de la riqueza, un porcentaje similar al de Canadá, Finlandia o Reino Unido. Esta tendencia se ha acentuado desde 2007. Estos son los que han impedido y seguirán impidiendo cualquier cambio o revolución sea integral o de harina refinada, y ni se sienten degradados moralmente por vivir de las rentas, explotar y robar. Así son y ni Potemos ni anarkochorras conseguirán desajolarlos de sus cómodas poltronas. Perdimos en 1939 y no permitirán que el intento se repita.
La renta básica es subvencionar la sociedad de consumo
ResponderEliminarTodo termina al descubierto: "En los turbulentos años setenta, cuando por las cuencas mineras se movían como hormigas comunistas y anarquistas intentando reorganizar sus organizaciones ante la agonía del régimen, José Ángel Fernández Villa, era considerado un “compañero” por los militantes clandestinos de la CNT de La Felguera, bastión del anarquismo asturiano junto con Gijón.
ResponderEliminarVilla era un hombre trabajador y muy inquieto políticamente y participó en algunas de las reuniones clandestinas que había convocado el profesor e histórico anarquista José Luis García Rúa, junto a otros compañeros como José Manuel Fernández Cabricano o el propio Aquilino Moral, supervivientes de la Revolución del 34. “A mí me lo presentaron compañeros de la CNT y me dijeron que era de los nuestros”, explica Rúa, quien desconoce si era o no un “infiltrado” “porque tampoco le vi muchas veces”.
Rúa, catedrático emérito de la Universidad de Granada y activo anarcosindicalista gijonés en los años de la Transición, puso en marcha a principios de 1969 las Comunas Revolucionarias de Acción Socialista (CRAS). A varias de las reuniones clandestinas acudió Fernández Villa pero, como dice el investigador José Ramón Gómez Fouz, exboxeador, hijo de un policía armada y amigo de los dos personajes más destacados de la Brigada Político Social del Franquismo, Claudio Ramos y Pascual Honrado de la Fuentem, “lo que no sabían es que Villa iba a sacar información”.
Fouz escribió un libro en 1999 titulado Clandestinos en donde explica el papel de delator de Fernández Villa. Asegura que fue testigo de documentos y testimonios en los que se descubre al que fuera el hombre más poderoso del socialismo asturiano durante años facilitando información a la temida Brigada Político Social de Asturias. Su principal enlace era Pascual Honrado de la Fuente, uno de los presuntos torturadores contra el que hay abierto un proceso en la llamada Querella Argentina por los crímenes del franquismo.
...“Que Villa tenía mucho poder lo demuestra que hasta sus rivales políticos de la derechona le temían. Yo me encontré un día con García Cañal y otros dirigentes del PP, con los que solía tener trato y se alejaron de mí disculpándose porque no querían que les viese alguien conmigo. Fue poco después de escribir las delaciones de Villa”
ResponderEliminarLas fuentes de Gómez Fouz no se han puesto nunca en duda, pues la información la encontró en los archivos policiales a los que tuvo acceso precisamente por ser “hijo del cuerpo” y por su buena relación con Claudio Ramos (ya fallecido) y con Pascual Honrado (aún vivo). Con este último aún conserva la amistad. Ni siquiera el propio Villa desmintió lo publicado ni acudió a los tribunales para defenderse. “Lo que si me llegaron fueron muchas amenazas, aunque se preocupaban más por mi integridad física mis amigos que yo mismo”, explica el exboxeador.
Según el resultado de su información y de las conversaciones que escuchó, Fernández Villa estaba infiltrado en reuniones de comunistas y anarquistas. Contribuyó a desmantelar el FRAP en Asturias (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota) y hasta llegó a chivarse a la brigada político social de los movimientos de los que luego serían sus compañeros, como Juan Luis Rodríguez-Vigil, Antón Saavedra y del sindicalista de CCOO Marino Artos.
Fouz es preciso hasta para recordar el periodo durante el cual Villa fue confidente: desde 1972 hasta octubre de 1976. Las primeras sospechas vinieron de sus propios compañeros: “Primero le echaron de Hunosa, luego de una mina y finalmente entra en Ensidesa en La Felguera y si te echaban de una empresa pública no te contrataban tan rápido en otra. Se empezó a correr el rumor de que era confidente”.
CÓMO SE HACE CONFIDENTE
Fouz dice que el propio Ramos le contó cómo consiguió que Villa fuera confidente: “era un hombre inquieto políticamente y andaba por todas partes. Claudio Ramos era muy fino para buscar gente. Se dio cuenta de que había quedado en el paro y le buscó un trabajo en la mina Colladona, entre Sama y Aller, que era de un señor que se llamaba Efrén y que conocí. El mismo me dijo que a Villa se lo habían impuesto desde la Policía. A cambio, Villa tenía que pasar información a Claudio Ramos.”
Según la investigación de Fouz, Villa se reunía algunas veces en Las Caldas, a las afueras de Oviedo, en un coche, con Pascual Honrado de la Fuente al que le facilitaba la información sobre sus reuniones con comunistas y anarquistas.
En la mina, Villa era un hombre muy trabajador y puntual, aunque su genio chocó pronto con su jefe y fue despedido. Villa no tenía preocupación, sabía que Claudio Ramos le buscaría un empleo. Un policía llamado Blázquez, que era amigo de algunos ingenieros de Hunosa, sirvió de enlace entre Ramos y los directivos y le buscaron un trabajo en Ensidesa, en La Felguera, aunque posteriormente regresaría a la mina.
Fouz asegura que en 1974 es cuando se acerca a las reuniones de CRAS, algo que confirma el propio García Rúa. Según Fouz su ingreso en el PSOE y en la UGT se produce por consejo del propio Ramos, que mantuvo sus cargos una vez muerto Franco. “Ramos apreciaba a Villa y veía que tenía inquietud política y le recomendó entrar en el PSOE porque era un partido más moderado”. A los socialistas los policías de la Brigada “no les tocaban porque no eran una preocupación para el Régimen”. Por su parte, Rúa califica de “muy extraño” el que Villa ingresase en el PSOE y en UGT “porque siempre había parecido más cercano a la CNT”.
Lo que vino después, a diferencia de su etapa más oscura, es de sobra conocido. Para Gómez Fouz fueron 36 años de miedo alrededor de Villa “y eso que tiene su mérito tener a toda la gente acojonada. Yo no le temía, pues lo único que podía hacerme era matarme y eso no lo iba a hacer. Mandaba en todo y fue en esa época en la que escribí sobre su etapa de confidente. Ahora no lo haría porque está enfermo y acabado y no me gusta ir contra los débiles”.
asturias24
¡Viva el dinero, viva la pobreza y las desigualdades sociales!
ResponderEliminarHeriberto eres lamentable, ya sólo te falta el escapulario carlista
¿Dónde has dejado a la Stasi, Vladimiro?
EliminarYo vivo de un olivar heredado de mi padre y los pocos jornales que trabajo en olivares ajenos. Antes cultivaba huerto de autoconsumo. Unos 6000 euros al año de media. Esa es mi renta básica. Y trabajo que me cuesta, peleando hasta el último céntimo que me quieren robar. Todo son obstáculos cuando vives rodeado de ladrones.
ResponderEliminarPero más que el dinero, pues necesito poco para vivir, lo que más me preocupa es la soledad. El pueblo está muerto, sólo hay ancianos. En mi calle han muerto en lo que va de año 4. Y los jóvenes, en especial las mujeres, se van a la ciudad.
Además todo son obstáculos. Recibo mucha presión del entorno para que me vaya, para que encuentre un trabajo con "nómina" al fin de mes. Aquí parece que les molesto. Pero a mí me gusta vivir en el pueblo, contemplar todos los días el mismo paisaje, los mismos árboles, el río, la tierra.
Pero me dicen que debo irme, que soy tonto por quedarme aquí, que en el campo se trabaja mucho, que se gana poco, que es bonito viajar, que me compre un buen coche, un piso, que vaya a la playa, que Roma y Londres son muy bonitas ciudades, que ninguna mujer me va a querer...
Aquí se habla de revoluciones, de pensar, de consumir poco, de querernos mucho, de plantar árboles, de tener críos... Yo aveces me ilusiono y todo, pero la realidad es otra. La inmensa mayoría de la gente no vale para eso, yo tampoco creo que valga pues estoy demasiado agotado de pelearme con el mundo.
Mi nombre es Antonio.
Antonio: tú ya estás haciendo la "revolución integral", sólo que eres un adelantado a tu tiempo.
EliminarNo lo creo, con depresión y a la defensiva poco se puede realizar. La revolución pienso que tiene que ver más con la alegría y el ataque.
EliminarAntonio, ponte en contacto con nosotros en el grupo de Facebook de amigos de Felix Rodrigo Mora, algun dia nos vamos a encontrar
EliminarAntonio, ¿puedes dejar una dirección electrónica de contacto?
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