La abdicación del rey
ha originado una ola de rumores, especulaciones y análisis, buena parte de
ellos faltos de contención y rigor, cuando no abiertamente fantasiosos o disparatados,
sobre el futuro político.
En realidad estamos
ante un acontecimiento de escasa importancia, que organiza la sustitución de un
miembro de la familia Borbón por otro en la jefatura del Estado. Eso puede
hacerse manteniendo la Constitución actual, de 1978, o abriendo un proceso
constituyente para elaborar otra, de naturaleza igualmente monárquica. Ésta es
la alternativa más probable, y la deseada por la derecha.
La izquierda, menos
el PSOE, reclama un referéndum para decidir entre monarquía y república, esto
es, para ofrecer como nueva forma política del Estado la república burguesa,
una actualización de la de 1931. Se busca instaurar la III república española
con un referéndum y, luego, un proceso constituyente que promulgue una
constitución republicana.
Ambas políticas, en
esencia, son la misma. En efecto, en nada importante se diferencia una
monarquía burguesa de una república burguesa, del mismo modo que en nada
sustantivo difieren la derecha y la izquierda. Monarquía y república comparten
el capitalismo, y sirven al ente estatal. Con ambas las estructuras de dominación
se mantienen y refuerzan.
La II república
española, en 1931-1936, reprimió muy duramente a las clases trabajadoras,
ocasionando matanzas como las de Sevilla, Arnedo, Pasaia, Casas Viejas, Villa
de don Fadrique, Asturias, Yeste (ésta con el Frente Popular) y cientos más. En
Francia la III República reprimió con furor la Comuna de París, el gran alzamiento
proletario y popular de 1871, con 25.000 muertos. Quienes crean ilusiones sobre
que un régimen republicano será un cambio real, positivo, están engañando y
manipulado al pueblo/pueblos.
Hay que rechazar
cualquier solución parlamentarista y partitocrática, al ser todas ellas falsas
democracias, en realidad formas de dictadura política, las de tipo republicano
igual que las de naturaleza monárquica. Hay que repudiar las formulaciones
sobre iniciar un proceso constituyente, que llevaría a la octava constitución
española (siendo la primera la de 1812, tan funesta), lo que otorgaría
continuidad al orden constituido.
La propuesta es la
idea, proyecto y programa de la revolución integral. Su esencia reside en una
remoción total de las estructuras económicas, políticas, mediáticas,
neo-patriarcales y educacionales, creando una sociedad libre, sin clase
empresarial ni aparato estatal, autogobernada por asambleas y autogestionada,
en la que exista libertad de conciencia, donde el sujeto sea libre para ser y
autoconstruirse, con ética, valores, estética, erótica y metas, o fines, específicamente
humanos.
Quienes arguyen que,
dado que ahora no es posible realizar la revolución integral como “mal menor”,
hay que respaldar el proyecto republicano burgués se equivocan. Aunque es
cierto que hoy, ni de lejos, se da una situación revolucionaria, la manera de
aproximarse a ella es precisamente realizando la crítica de las falsas
soluciones, otorgando a la verdad concreta la primacía que ha de tener en
política.
Y la verdad es que en
Europa no son mejores ni peores los países con república (Francia, Italia,
Grecia, Irlanda, Portugal, etc.) que los que tienen monarquía (Inglaterra,
Holanda, Suecia, Dinamarca, Noruega, etc.). En los dos bloques domina
igualmente el capitalismo, ambos están en esa estructura imperialista que es la
Unión Europea y en ambos se desarrollan mega-Estados, cada día más policiales y
totalitarios, más entrometidos, liberticidas y negadores de la persona.
En consecuencia, ante
la maniobra de recomposición y renovación de la monarquía borbónica la propuesta
popular ha de ser la revolución integral, no la III república española.
Con permiso te lo copio, porque es lo que intento hacer entender a mucha gente, pero tu lo expresas sin tacos. :p
ResponderEliminarEfectivamente, nos venden el gran acontecimiento cunado no va a cambiar nada y si se llegase a una tercera república, igualmente nada cambiaría para mejor ni para peor en la vida de cada uno de nosotros. Así en un régimen cualquiera, cuanto más evidente resulte la dominación, mejor porque es más fácil que el pueblo se rebele o se oponga a él.
Salud!
Venga un referendum: ¿USted que desea como forma de estado ? Monarquía, república, revolución integral o integración en la federación interestelar de reticulín de los caballeros jedais. !je je Felix siempre tan divertido !!!Salud y república !!!!!!
ResponderEliminarMuy bueno lo que dijiste de Pablo Iglesias en CyE.
ResponderEliminarClaro Felix, y antes de la II República la dictadura de Alfonso XIII y Primo de Rivera trataron a los trabajadores muy bien a base de Ley de Fugas, tiro en la nuca y pistoleros de la patronal. La CNT ilegalizada y el PSOE y UGT pactando con los tiranos.Pero como buen tadofranquista espiritualista destacas lo que te conviene. También durante la segunda república el periodo de mayor represión fue el del bienio negro, donde gobernaban los partidarios de las dictadura de Primo, su ministro Calvo Sotelo con los nazis de la CEDA y Acción Católica. Pero para tí eso carece de importancia. !Que si que desde este blog a la revolución integral, como los ferraris de cero a cien en treinta siete segundos !!Eres un verdadero quintacolumista, esptoritualista y monárquico, eso si vergonzante!!!
ResponderEliminarEstimado anónimo? ¿Que tal si nuestro planteamiento fuese éste?: ¡Ni Monarquía. Ni República: Revolución Integral! ¿Por qué razón debemos escoger entre lo malo y lo igualmente malo? ¿En qué medida resta argumentos la crítica a los reaccionarios proletaristas el hecho de que la derecha tradicional fuese igualmente, o incluso más represora? La cuestión a dilucidar, estimado, es que los reaccionarios de derecha, representantes directos de los capitalistas y del Estado se delatan solos, son el “campo de la reacción” evidente para todos los trabajadores y el Pueblo, Pero ¿Y los “agentes” del Estado y del Capitalismo en el seno del Pueblo? ¿Acaso no son igualmente peligrosos? Diría más, MAS peligrosos (v.l.r.) en razón que, por su discurso “obrero y revolucionario (sic)”, justamente el Pueblo no los percibe como tales agentes burgueses pro-estatistas y capitalistas. Menos frases verborréicas lerrouxistas y más análisis histórico concreto. La línea en el “campo de batalla” no está entre LA MONARQUIA Y LA REPUBLICA, sino entre EL ESTADO Y LA REVOLUCIÓN. KL
EliminarFélix, estoy, generalmente, de acuerdo con tus análisis sobre la república, y, cómo no, en esta ocasión también. Pero, hay una afirmación, que no comparto; ésta: “…en nada importante se diferencia una monarquía burguesa de una república burguesa…”
ResponderEliminarEs cierto, desde luego, que una república (una constitución republicana) y una monarquía (una constitución monárquica), en lo esencial, se diferencian poco. Y digo, poco; no nada, como afirmas tú. Yo creo que hay una cosa que, en mi opinión, diferencia una monarquía parlamentaria, como la española, de una república,, y es algo que considero importante (no entro a valorar aquí si más o menos importante que el resto). Me explico.
Creo que es posible y deseable una sociedad sin estado. Creo que es posible y deseable una revolución integral que apunte a una sociedad autónoma de individuos autónomos. Tengo como criterio de acción ética y política no hacer y no apoyar nada que nos acerque a la heteronomía o nos aparte, dificulte o imposibilite la posibilidad de la autonomía individual y colectiva, Creo que tan Feria de los Asnos es el parlamentarismo monárquico como el republicano. Pero, aunque tal vez, en lo referente a la ‘asnez’ o la ‘estupidez’, no quepan matices, pienso que el grado de heteronomía e imbecilidad, en el sentido griego del término (encierro en lo privado, apoliticismo, ocuparse de lo de uno y no de lo común, etc.) de quienes aceptan una constitución monárquica que decide (constitución fundacional) que uno (un rey) le represente a uno no solo por un día, o para una asunto determinado, sino mientras viva (es decir para siempre), es mayor que la imbecilidad de quienes toman la decisión, igual de alienante por otra parte, es cierto, de que uno, el presidente, le represente durante cuatro o cinco años. Si además el que apoya una constitución monárquica asume no solo la representación de UNO, el rey, sino de sus herederos, al margen de si son más tontos o más sabios que el padre o el abuelo el bisabuelo….Esto es la irevocabilidad o renuncia a autogobernarse uno por excelencia. La diferencia monarquía/república, en lo que a esto respecta, se agranda.
En mi opinión, no es el mismo individuo (persona) social el que cree posible y aspira a vivir sin estado, que el que desea volver al estado de bienestar, pongamos por caso. Pero tampoco son las mismas personas, ni tienen la misma conciencia, quienes piensan que su monarquía o república son un producto de la voluntad divina o de las leyes de la historia, que quienes piensan que eso, o lo contario, la revolución integral, son obra de su voluntad, de su conciencia, de su interesado/desinteresado esfuerzo, etc. Y si no hay revolución integral, posibilidad de un proyecto de sociedad autónoma de individuos autónomos, sin quererla, y nadie lo querrá si no lo ve posible, ni lo verá posible si no lo quiere, instalado en la heteronomía… a lo mejor hay que pensar, que ciertas condiciones políticas son mejores que otras, aun siendo en lo esencial malas, para la posibilidad de nuestro proyecto. Tal vez no merezca la pena el esfuerzo de gastar energías en el cambio de régimen o de ‘situación’ (no es eso lo que ahora discutimos). Y soy consciente que la republica si llegara afianzará, si tiene éxito, una buena parte de las cosas contra las que combato. Sin duda es necesario desmitificar la república pedida por tanto crédulo y mistificador como paso final o, para algunos, intermedio a otro mundo que si bien es posible también, si no olvidamos la historia, será peor. Pero… No se, todo son dudas, para mí, simplemente expongo el pero… ¿El individuo republicano-tipo está más cerca o más lejos de querer una sociedad autónoma de individuos autónomos que el individuo-tipo del franquismo o el de la transición (el actual)? Esta es la cuestión. Y la verdad es que aunque no aprecio entre esos individuos notables diferencias, me surge alguna duda.
Las tres libertades principales (de conciencia, política y civil) seguirían igual de imposibilitadas-prohibidas con una república; por tanto con ella no estaríamos más cerca de la revolución integral, ni de construir una sociedad mejor. No, la república no es mejor que la monarquía; incluso podríamos afirmar que la primera es bastante peor porque incluye el AUTOENGAÑO, verdadero limitante en la tarea de la autoconstrucción de sujetos de calidad. Por lo demás, y por si esto no te parece suficiente, sirva recordar que los principales imperialismos de la modernidad han sido, y son, republicanos.
EliminarEstoy totalmente de acuerdo en lo que dices, salvo en lo de la calidad de los individuos, entre otras cosas porque no entiendo del todo lo que quieres decir. Podemos si quieres añadirle Casas viejas o la represión de Octubre 34 (aquí) o la República (que lo era) Socialista (que no lo fue) Soviética (¡para nada!) Una sociedad realmente existente (esclavista, feudal, capitalista), o, posible (una verdadera democracia: democracia directa, social, política, económica, etc.) ‘fabrica’ los individuos, mal le iría si no, que necesita para mantenerse en el ser o ser eutáxica. Lo que a mi me interesa es discutir es esto, insisto: ¿Hay condiciones (situaciones, luchas) políticas que nos acercan a y/o facilitan el proyecto de autonomía individual y colectiva? ¿Hay condiciones (situaciones, luchas) políticas que nos alejan de y/o dificultan el proyecto de autonomía individual y colectiva (en beneficio de una heteronomía individual y social)? ¿Qué partido tomar, si ha de tomarse alguno, en tales casos?Es lo mejor no entrar en batalla alguna e ir nosotros pasito a pasito a lo nuestro autoconstruyéndonos como individuos y como sociedad? ¿A partir de que, si som,os productos sociales? ¿No es bueno abonar la tierra? En mi opinión habría que diferenciar en este debate, varias cuestiones. Aspiramos, pienso, a la eliminación del capitalismo, el estado, las jerarquías, etc. o a una sociedad autónoma de hombres autónomos. ¿Da igual el régimen, el caldo de cultivo, la fábrica de hombres, el imaginario… monárquico que republicano? En mi opinión no. Me resulta penoso el idealismo, fundamentalismo y mixtificación típica del republicano medio, pero hay tierras que favorecen ciertos cultivos y tierras que los perjudican o favorecen otros, si es que no son baldías. Desde luego yo noc reo que se pueda autoinventar un individuo o una sociedad desde la pura conciencia individual, que en ese caso vendría, creo a ser la nada. Ni sin esa conciencia, desde luego
EliminarBaldomero
Aclaremos conceptos: lo que tu planteas son las lógicas dudas respecto a la percepción de lo evidente, nos falta táctica y estrategia. El clásico “¿y mientras tanto, que hacemos?”. Cierto. Pero aquí la cuestión es empezar por tener un análisis ajustado de la realidad, y entender de verdad que es aquello “que nos acerca” y lo que “nos aleja”, ¿de dónde? De nuestros objetivos estratégicos. Si éstos consisten en la construcción de una sociedad verdaderamente democrática, en la cual puedan desarrollarse los principios de la libertad (de conciencia, política y civil), entonces lo que “nos acerca” a ello es la autoconstrucción de un sujeto capaz de llevar esto a cabo. Un sujeto con unas cualidades morales y políticas que hoy no existe, y que debe realizarse como condición pre-política. ¿Significa esto el “pasito a pasito”, pues no, significa que la tarea esencial del momento (táctica) es: 1º, lograr que el mayor número de personas alcancen conciencia de la necesidad de una “nueva conciencia”; 2º, que tengan claro el objetivo estratégico de revolución integral (muchas de sus características ya están definidas), 3º que, en función de la capacidad de actuación de cada cual (en grupo o individualmente), se vayan posicionando, ¡claro que sí!, en todos aquellos acontecimientos políticos y sociales que contribuyan a desvelar lo real en el mundo de la política, y la necesidad histórica de una revolución integral. Eso significa táctica y estrategia para el momento presente. La teoría del “pasito a pasito” es la base ideológica del argumento básico del reformismo, históricamente. La teoría “cuantitativa-progresiva de la revolución” ha cultivado un fracaso tras de otro…si se deseaba una revolución, pero un éxito absoluto para alejar al pueblo de la lucha revolucionaria. El posibilismo es una trampa, no nos acerca a una revolución, en absoluto, por ejemplo el apoyo a una república liberal-burguesa de “izquierdas” frente a una renovada monarquía liberal burguesa. Peor aún, porque la forma de Estado monárquica se desacredita sola, pero la supuestamente “reivindicada por el pueblo en lucha” es una trampa que conducirá a que el pueblo apoye con brío al Estado y al Capitalismo que lo oprime y explota. Solamente la verdad nos acerca a la revolución, se entienda o no. KL
EliminarDe toda formas Baldomero, creo que llevas razón en algo de lo que dices, en señalar las “debilidades” y los temores de permanecer en una especie de “idealismo” o “fundamentalismo”. Pero una cosa es tomar conciencia de la realidad de la situación y otra muy diferente es confundir esa debilidad con concepciones erróneas. Si te he comprendido bien, lo que vienes a decir es que existen “condiciones políticas” “que nos acercan” (¿a dónde?) y otras “que nos alejan” (de dónde?). Dejas en el aire la idea de que hacer: “tomar partido…” o “no entrar en batalla alguna e ir pasito a pasito a lo nuestro autoconstruyéndonos como individuos y como sociedad”. Esa no es la disyuntiva, esa es la trampa ideológico-política. KL
EliminarTodo va...segun lo planeado, y el rebaño teledirigido escoje entre lo que otros ya eligirieron previamente. Pan y Circo...llega el mundial, la tapita y la caña. Unas vacaciones para "evadirse de uno mismo", es decir, cambiar lo exterior porque lo interior está mutilado.
ResponderEliminarLa Revolución Integral sería, con todos mis respetos, un desmadre total, ya que si cada individuo va a seguir una pauta a su antojo y todos en esa actitud, ya me dirán si se forma el caos o no. Los antiguos romanos y griegos también probarían distintos tipos de gobierno hasta dar cada uno con lo que creyeron el más adecuado, pero no me negarán que cada forma tenía sus fallos.
ResponderEliminarSiempre se ha dicho que nunca se sabe lo bueno que se tenía hasta después de perderlo.
Excelente Félix, en la próxima encarnación me gustaría vivir en un mundo como el que sueñas.
ResponderEliminarEn España no hay clase, no hay cultura bastante, para permitirse una república. Y menos de ciudadanos, que no existen.La función del simpático chico de la coleta es representar el gran cambio para que todo siga igual, controlado por los mismos de siempre.
ResponderEliminarExcelente Félix... qué gran revolucionario, qué firmeza en tus argumentos, más allá de la República y de la Monarquía, angelical...integral
ResponderEliminarYa está, ya tardaba en saltar el típico pseudoargumento del "desmadre" que sería todo si no hubiese estado y bla, bla, bla... el último recurso del estatólatra de cualquier ralea (Republicano o monárquico, fascista o izquierdista) cuando todas las demás salvas dialécticas fallan... Ya se cansa uno de apuntar a esos recovecos de las historia, tan manipulados ellos tanto desde la izquierda como desde la derecha en los que se dieron multitud de ejemplos y se pudo vislumbrar... se demostró en definitiva la posibilidad de una vida en paz sin estado ni capitalismo... si se mira al tipiquísimo ejemplo de los años 30 del siglo pasado por ejemplo, ¿hay alguna razón para sobrevalorar la República tal y como se hace según la moda izquierdista en voga (tan útil como maniobra de distracción ante la situación socioeconómica actual) y ningunear, cuando no falsear o descafeinar miserablemente la obra revolucionaria revolucionaria libertaria de un pueblo que no se dejó en ningún momento (ni en los años "progres" ni durante el bienio negro) seducir por los cantos de sirena Republicanos?... Ahí yace la tarea inconclusa que debemos hoy resolver y ampliar. La Revolución Social y no el advenimiento de una República que ya tuvo su momento y demostró sobradamente de lo que es y (sobre todo) de lo que NO es capaz. La gran aportación de Félix al acervo histórico del debate revolucionario es precisamente el haber traido a la palestra la cuestión más descuidada por los movimientos revolucionarios anteriores... AQUELLA DE LA CALIDAD Y LA APTITUD DEL SUJETO... para la obra revolucionaria.
ResponderEliminarY si hoy en día un derrumbe repentino y catastrófico de las estructuras de poder actuales desembocase en una auténtica catástrofe societaria y en el caos más cruel e inhumano (cosa que seríaharto posible, no vamos a engañarnos) ello se debería más que nada NO A UNA SUPUESTA IRREALIZABILIDAD INTRINSECA DEL PROYECTO ANTIESTATAL Y ANTICAPITALISTA sino a la degeneración del humano medio en esta sociedad, a su adoctrinamiento en los disvalores del egotismo y la competitividad extremas.... a una hipertrofia de los aspectos más oscuros del ser humano, derivados de una innata pulsión hacia la voluntad de poder consustancial a la especie en contraposición al fomento de la convivialidad, el respeto mutuo, el obligarse a servir a otros y el apoyo mutuo... también presentes en el espectro comportamental humano. La existencia es una constante lucha contra estos dos aspectos pero ello no es óbice para desdeñar la opción anticapitalista y antiestatal como irrealizable sino todo lo contrario, como el comienzo no solo de una sociedad más justa, sino también de un grado mayor de madurez de lo humano.