La película “Los caballeros
blancos” dirigida por Joachim Lafosse, 2015, muestra la realidad del
universo ONG. Lo presenta como un fiero afán de hacer dinero y enriquecerse
tomando la ideología de “la ayuda al
desarrollo” por cobertura propagandística. Las ONGs suelen enriquecer a
quienes las dirigen, y en bastantes ocasiones son pagos en especie de las
instituciones del Estado a sus servidores. Cada una de ellas va unida a una
sustanciosa subvención, además de otros muchos ingresos no menos suculentos,
que es lo que narra el film. La severidad de la denuncia muestra el hartazgo ya
existente con las ONGs.
Pero el asunto va mucho
más allá.
Las ONG forma parte del
aparato del Estado, y por eso su nombre es engañoso. Son instrumentos para la
sobre-intervención de los países imperialistas en los países pobres. No pocas están
constituidas por los servicios secretos y los ejércitos de aquéllos, y casi
siempre están al servicio de su política exterior, esto es, del Ministerio de
Asuntos Exteriores y las embajadas. Su meta es intervenir, manipular, favorecer
a las empresas multinacionales. También, socavar la cultura popular de los
pueblos pobres, haciendo que se extienda mejor la ideología imperialista.
Por eso ha sido acuñada
la expresión de “neocolonialismo
humanitario”.
Sobre la ideología ONG
un libro que, con ironía, aporta un análisis bien construido, es el Gustau
Nerin “Blanco bueno busca negro pobre.
Guía de la cooperación y las ONG”, 2011. Podría decirse que la esencia de
aquélla reside en la perversa noción de “ayuda”, de “ayudar” a desarrollarse. Se
da por supuesto que tales pueblos no pueden ayudarse a sí mismos y que
necesitan la aportación de los países ricos, pretendidamente superiores en lo
económico, lo tecnológico…
Este entramado de
creencias culmina en una nueva manifestación de intervencionismo, en un
renovado mecanismo neocolonialista. No sólo porque quien es ayudado lejos de
emanciparse queda en una situación de dependencia respecto a quien le otorga la
ayuda sino porque lo que se busca con las intervenciones de las ONGs es adaptar
las sociedades en que operan a las metas estratégicas del imperialismo.
Además, está la “mentalidad de ONG”. Una combinación de
santurronería arrogante, complejos de superioridad, buenismo discursivo, estatismo
a rajatabla, racismo implícito y neo-racismo explícito, hostilidad irrazonable
hacia lo positivo de la cultura occidental, veneración sobreexcitada por el
fenómeno de la emigración y rechazo de la idea de revolución. En efecto, las
ONGs tienen como una de sus metas impedir que los pueblos de los países pobres
hagan avanzar sus propios procesos de emancipación, contra el imperialismo
occidental, ruso, chino o árabe-islámico, contra sus propias oligarquías
corrompidas y criminales, contra el clero de extrema derecha de esta o la otra
religión.
La solución global, y la
única auténtica, a los gravísimos y numerosos problemas que tienen los países
pobres, desde el hambre a la falta de libertad para el pueblo, está en la
revolución, no en la “ayuda” que les puedan proporcionar las ONGs. Éstas son parte
del enemigo de tales pueblos. Eso, con limitaciones, es lo que describe “Los caballeros blancos”.
Ahora queda por hacer la
tarea de emanciparnos de la “mentalidad
de ONG” aquí, en las metrópolis, desmontando sus falacias, confiando en las
capacidades de los pueblos oprimidos y pobres para liberarse por sí mismos, sin
“caballeros” que acuden a socorrerlos mientras se enriquecen, planteando
correctamente el gravísimo problema de la emigración, ese gran negocio para
Occidente, quizá el mayor de todos hoy.
Y refutando la ideología de la “ayuda”. Para empezar
con una aserción: muy a menudo el mejor modo de ayudar es no ayudar, para
permitir que la persona, el grupo, la comunidad y el país se ayuden a sí
mismos. Porque quien da ayuda daña al que la recibe: eso es así en la inmensa
mayoría de los casos. El sector de la clase media ansioso por “ayudar” sólo
puede hacerlo curándose de su obcecación paternalista-ayudadora. Seguiremos con
esta cuestión, en su vertiente filosófica y moral, en otros artículos.
No quiero terminar sin
invitar a quienes se han sumado a ONGs o las respaldan, con la mejor buena fe,
que son muchas personas, a intervenir para aclarar esta oscura cuestión. Lo
primero es que las ONGs sean lo que dicen ser, ajenas a toda aportación
dineraria institucional-estatal, visible o invisible, es decir, No
Gubernamentales, No Estatales, y por tanto libres de compromisos con el poder
político y económico. Lo segundo cuestionar su actuación en los países “en
desarrollo”. Lo tercero someter a escrutinio crítico la categoría misma de
“ayuda”. Lo cuarto explorar la noción de revolución. Esto lo cambiaría todo.
Soy una persona critica con las ONG porque conozco muchas desde dentro. Pero es muy injusto generalizar y mezclar esa gran mayoria de conte imperialista llenas de burocracia imperialista y otras ONG levantadas a pulso y que ponen en riesgo sus vidas por combatir precisamente ese pensamiento único.
ResponderEliminarHola, Félix, a lo mejor te interesa esto: http://www.lasinterferencias.com/2016/04/10/fragmento-de-espectros-del-capitalismo-de-arundhati-roy/
ResponderEliminarY esto: http://www.lasinterferencias.com/2014/01/10/george-soros-y-sus-inversiones-ideologicas/
El artículo está bien escrito y es interesante en su contenido.....pero....pero.....Creo que no se puede generalizar. Echo de menos , al menos, un caso concreto, una denuncia de una ONG que haga todo lo malo que dices, un nombre, unos datos.....ONG en general no es nadie, mancha todo y no arregla nada. Los discursos teóricos están muy bien pero ahí se quedan. Creo que falta pragamatismo en esta visión.....Lo escrito tiene tantos matices que es imposible hacer una enmienda a la totalidad. Ayudar disminuye a la persona que es ayudada......depende de tantas cosas.....Como en todo tipo de situaciones humanas hay politicos interesados y políticos que ponen el acento en las necesidades colectivas, hay profesores que facilitan el desarrollo de los alumnos y otros no, hay padres que dificultan el progreso de sus hijos y otros no, hay médicos que buscan curar y otros que buscan dinero, hay blogueros que intoxican y blogueros que desintoxican, hay obreros que roban y obreros que curran lo mejor que pueden....hay de todo como en botica.....las ONGs no van a ser una excepción....pero me gustaria ver nombres, casos concretos, actuaciones concretas......lo demás es opinión y literatura.....y como ya sabemos el papel todo lo aguanta.....por cierto hay gente que ayuda con esfuerzo y servicio desinteresados.....como el título de este blog
ResponderEliminarLas ONGs promovidas desde las metrópolis, indudablemente tienen una carácter intervensionista, base de los enormes recursos de que disponen. En los paises latinoamericanos han surguido por la necesidad de promover, difundir y construir prácticas sustentables en el uso de los recursos naturales. Esto es cuesta arriba, el gobierno te siñe, te audita, te califica. El estado no está comprometido ni tantito, con la transformación, tenemos que usar y construir desde los espacios que contamos. Salud
ResponderEliminarGracias Félix
ResponderEliminarQue te parece esto? Especialmente el video . https://danipirata80.wordpress.com/2016/02/22/documental-la-exquisita-penetracion-del-gran-capital-en-los-movimientos-sociales/
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