domingo, 1 de septiembre de 2013

“Sobre lo sublime”. Longino. Editorial Gredos, 1996


Estamos ante un pequeño libro -pequeño por su extensión pero inmenso por sus contenidos- que toda persona que desee vivir con grandeza de miras, autorrespeto, intensidad anímica y empuje épico deberá no solo leer sino aplicar a sí misma.
        
No se sabe nada, en realidad, de su autor. Se supone que es un griego del siglo I de nuestra era, próximo a la escuela estoica, aunque a mi entender se sitúa todavía más cerca de la cínica. Nos ha llegado en un manuscrito del siglo X[1], custodiado en París, y hasta el siglo XVII estuvo olvidado. Dicho manuscrito no está completo, infortunadamente, pues faltan páginas, pero lo conservado tiene la capacidad de elevar, emocionar y maravillar. También por la magnífica colección de citas de autores clásicos que contiene, de Homero a Jenofonte.
        
En un momento de la historia en que la mediocridad, la zafiedad, la falta de energía anímica, el deshonor, la chocarrería, el egotismo, la cobardía, los más triviales delirios autodestructivos y el arrodillarse ante el estómago triunfan con la mayor insolencia Longino nos ayuda a ponernos en pie, reencontrarnos con nuestra humanidad perdida y recuperar lo que nunca debimos dejarnos arrebatar, la grandeza de miras, la fogosidad emocional, la pasión vehemente, la voluntad de arriesgarse, los arrebatos magníficos y la agitación del espíritu.
        
Estrictamente considerada “Sobre lo sublime” se ocupa de por qué y cómo se debe hacer de la oratoria una destreza apta para mover las fibras más profundas del espíritu humano. Dicho con palabras de Longino, “el lenguaje sublime conduce a los que lo escuchan no a la persuasión sino al éxtasis”. Yerra al contraponer convencimiento reflexivo e intensidad emocional pero esta pifia, propia de la escuela cínica, queda muy atemperada por cuanto se enfrenta al artificioso y mutilante racionalismo aristotélico, que considera al ser humano como mero argumentador y no como quien vive apasionadamente su propia peripecia vital.
        
Un juicio similar debe hacerse de otra frase suya “las palabras bellas son en realidad la verdadera luz del pensamiento”, puesto que las primeras, a veces, están al servicio del error, la autocracia y la mentira (por ejemplo en la propaganda política, académica y comercial contemporánea), pero esa reivindicación de la belleza como atributo del lenguaje, máxime en un tiempo en que la trituración, programada y realizada desde el poder constituido, de éste es una de las vías más eficaces para la deshumanización.
        
Analiza Longino a numerosos autores antiguos para captar en ellos la presencia o ausencia de esa categoría tan indefinible como ineludible que es la sublimidad. Concluye que ésta tiene una de sus manifestaciones en los “pensamientos elevados”. Establece que son cinco las fuentes de la grandeza de estilo, siendo las dos fundamentales “el talento para concebir grandes pensamientos” y “la pasión vehemente y entusiasta”. Olvida que la forma superior de sublimidad es la realización de bellas acciones, difíciles hasta lo imposible, en las que se arriesgue el todo de la propia existencia por metas que nos realicen con su dificultad, terribilidad y exigencias extremas. Porque lo heroico es lo sublime materializado en hechos.
        
Para efectuar una oratoria persuasiva exhorta a “elevar nuestras almas hacia todo lo que sea grandioso, y preñarlas, por así decirlo, constantemente de nobles arrebatos”. Véase, recomienda entregarse a nobles arrebatos, tarea casi imposible en la sociedad actual donde lo que domina de manera abrumadora es la mediocridad burguesa y progresista, con sus letanías a favor de la seguridad institucional, bienestar otorgado, pancismo pedigüeño, felicidad epicúrea, hedonismo fisiológico[2] y otras letales enfermedades del espíritu.
        
No casualmente Longino arguye que “los pensamientos bajos” son “propios de esclavos”. Eso era cierto en su época y es aún más en la nuestra. Sin grandeza de ánimo y elevación espiritual no puede haber libertad. Ni siquiera sujetos amantes de la libertad, dispuestos a entregarlo todo por ella.

Pasa Longino a exaltar “la locura amorosa”, y para ello cita un extenso párrafo de Safo, cuya lectura hace estremecer. En un orden social en que la biopolítica de los tétricos manuales de sexología ha arruinado no sólo el amor y el erotismo sino también el sexo, convirtiendo lo relacionado con Eros en una caricaturesca combinación de mentiras, mezquindades, frivolidades, represiones y bobadas tediosas, esta cita deberá ser leída una y otra vez, a poder ser en voz alta, por quienes deseen hacerse sujetos aptos para el amor pasional, el ímpetu libidinal y el furor genésico, tres categorías indeclinables de lo sublime. Atención, estábamos en la oratoria y hemos llegado, por la lógica misma de lo real, a lo amoroso.
        
Poco después coloca un pasaje de “La Iliada” para mostrar un párrafo en que la descripción de una gran tempestad marina por Homero se eleva a expresión señera de lo sublime. Muy cierto. Cita asimismo a Domóstenes, con su oratoria hecha de “vehemencia y pasión violenta”. Recomienda a Hesiodo, con una frase magnífica, muy apta para los que quieren privarnos de todo impulso vital con sus subsidiadas predicas a favor de la armonía maniática, la paz bajo la tiranía, el pacifismo exangüe y las ñoñeces deshumanizantes, “la lucha es buena para los mortales”. Así Epicuro queda demolido, lo mismo que su demagógico y mediocre discípulo romano, Lucrecio.
        
Longino, fiel a su idea original, recomienda “sublimidad en la expresión y grandeza en los pensamientos”, un lema majestuoso, si bien le falta reclamar la excelsitud también en el obrar, con riesgo, honor y dolor. Aduce que la imaginación es necesaria para “producir grandeza, elevación y vehemencia en el lenguaje” y culmina manifestando su devoción por Eurípides, “el que más esfuerzos hizo por expresar con grandeza trágica dos pasiones: la locura y el amor”.
        
Celebra a quienes están llenos de “grandeza espiritual” de manera que “lo abrasan todo con su ímpetu” y culmina la obra con una frase que debería esculpirse doquiera, “el afán de riquezas, por cuya búsqueda insaciable todos sufrimos, y el deseo de placer, nos hacen esclavos, más aún, se podría decir que producen el hundimiento total del barco de nuestras vidas. El amor al dinero es una enfermedad denigrante y el deseo de placer es lo más innoble”.
        
Hemos llegado al final. Sólo queda exponer que la noción de revolución integral forma parte de lo sublime de tres maneras, porque lo es por sí misma, porque sin la sublimidad jamás podrá ser realizada, ni siquiera pensada y anhelada, y porque sin la categoría de lo sublime no se puede autoconstruir el tipo de ser humano apropiado para batirse por ella. Con dicha noción nos inmunizamos contra la sordidez y la mediocridad, nos mantenemos alertas e insomnes, llenos de fuerza y vigor, rebosantes de pasión y dispuestos a acometer no importa qué tareas difíciles e incluso imposibles. Con ella nos hacemos sujetos del magnificente universo de la sublimidad, que Longino, a pesar de sus defectos y decaimientos[3], describe, prescribe y exalta.



[1] Esta es otra muestra más, entre miles y miles, de qué fue el verdadero cristianismo, en la forma de monacato cristiano, quien salvó la cultura clásica pagana, griega y romana. El paganismo, en su etapa final, se hizo suicida y autodestructivo, despreció sus realizaciones positivas y se centró en un nihilismo muy a deplorar. El monacato cristiano copió, y con ello salvó, los manuscritos que ya apenas nadie ajeno a él comprendía y apreciaba, y lo hizo porque se sentía, en general, identificado con tan magnificas realizaciones del espíritu humano, a las que tenía por imprescindibles para regenerar a una Europa moribunda, a causa de la hiper-extensión del aparato estatal, romano, y del consiguiente declive de las nociones de virtud personal y virtud cívica. Tan moribunda como lo está ahora, e incluso un poco menos, y por las mismas causas. Un libro ilustrativo, al respecto es “Cristianismo y cultura clásica”, C. N. Cochrane, poco apto para dogmáticos y fanáticos, siempre autosatisfechos de su descomunal ignorancia.
[2] Hay en el libro una hilarante referencia, tomada de un autor antiguo, Zoilo de Anfípolis, a los “cerditos llorones”, aplicable a los “radicales” de nuestra sociedad, que lloriquean sin cesar para lograr embutir más y más en sus estómagos, haciendo de sus “luchas” un sempiterno graznido por más dinero, más pitanza y más consumo, estrategia que tiene, en realidad, una sola meta, destruir los valores del espíritu y hacer mofa de la sublimidad como categoría sustancial de lo humano, para arrebatarnos hasta el último adarme de libertad. Dado que tales sujetos hacen dejación de su condición de seres humanos para afirmarse como brutos que lo mega-devoran, todo, dicha expresión encaja y es coherente. Quienes deseamos vivir lo sublime tenemos que mantenernos alejados de ellos, y en pugna permanente con ellos.
[3] Lo sublime ha sido tratado posteriormente en varias obras clásicas, en relación con la estética sobre todo, lo que es un reduccionismo a repudiar, dado que el objeto fundamental de la sublimidad es, en primer lugar, el ser humano, no la obra de arte. Se puede citar a E. Burke, “De los sublime y de lo bello”, y a I. Kant, “Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime”, aunque no alcanzan el grado de intensidad, profundidad, grandeza y pasión de Longino. Algunos estudiosos admiten que la sublimidad inspiro el arte romántico, lo que es, como mucho, una verdad muy parcial y bastante dudosa, pues aquél se despeñó en el histrionismo, la ampulosidad y el pintoresquismo, hasta liquidarse a sí mismo por causa de lo ridículo y falso de muchas de sus realizaciones.

16 comentarios:

  1. Voy a comprar el libro a ver que tal.

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  2. Sublimes palabras para acercarnos esta obra de Longino. ¡Aúpa Félix!

    José Mª

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  3. Hola Félix, yo no compraré el libro.
    Me gustaría conocer tu punto de vista a cerca de la pérdida de apoyos dentro del mundo libertario.
    Otra pregunta, me gustaría conocer los parecidos y diferencias de la Revolución Integral con la Revolución Social ¿Yo pensaba que la RS no estaba mal, porqué inventarse otra?
    Gracias

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    1. ¿Mundo libertario?Con esto nos podemos echar risas hasta mañana.
      ¿Pueden ser libertarios los que censuran libros y no censuran al Estado,pues éste ha sido su enemigo secular?Si estos son libertarios tambien lo seran Mariano Rajoy y J.L.Zapatero.
      ¿Cuántos revolucionarios sociales puedes encontrar?Si encuentras 20 de éstos yo apoyo vuestra revolución.

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    2. Estoy intuyendo que lo que le ocurrio a los revolucionarios en Kronstadt con respecto a los bolcheviques le ocurre ahora a la Revolucion Integral en relacion a los anarquistas actuales.

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    3. Pues intuyes de culo, amiga. Desgraciadamente no hay que confundir los deseos con la realidad, y eso que unas cuantas patadas integrales en la boca de unxs cuantxs, seguro que solucionaba el asunto.

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    4. Nada más lejos de la realidad, Ann,no tienen nada que ver. Infórmate mejor, la historia se basa en hechos no en intuiciones. El problema es de las fuentes en las que bebemos la historia, y a día de hoy es muy difícil encontrar una fuente sana, la mayoría están contaminadas.

      Micael

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    5. Hoy día cualquiera puede llamarse anarquista utilizando al mismo tiempo distintos adjetivos,llegando al extremo de incluso autodenominarse anarcocapitalista, que ya es el súmmum de los disparates.

      No existen anarquistas actuales ni de antaño. El anarquismo es una filosofía con conceptos muy claros,y ni son todos anarquistas los que están en organizaciones anarquistas ni todos los anarquistas están organizados. Ni por muchas pegatinas anarquistas que el personal se ponga en la solapa deja de ser un cafre en muchos aspectos.

      Y pienso que de ninguna manera la idea de la Revolución Integral tal como la entiende FRM está en contra de los principios anarquistas; es más, pienso incluso que, todo lo que expone FRM en su Revolución Integral formaba parte sustancial en la ideología de los distintos movimientos anarquistas y anarcosindicalistas(CNT) que desde principios del siglo XX batallan en España con mejor o peor fortuna. En concreto os invito a leer: Reflexiones para la Acción(III) de Jose Luis García Rua (http://fal.cnt.es/tienda/?q=node/150).

      Lo único que FRM hace es condensar una serie de ideas de carácter libertario en su Revolución Integral, pero no hay nada nuevo bajo el sol, aparte de la supina ignorancia de la que todos disfrutamos.

      O sea que las diferencias entre Revolución Integral y Revolución Social no sólo no son antagónicas sino que incluso se complementan. Lo que sí hace más énfasis FRM es en el concepto de la revolución de la persona, aspecto más olvidado en los movimientos anarquistas actuales en los que prima la revolución político-económica.

      Micael

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    6. Tu y tus anarcopatadas...La única violencia legítima es la de defensa,la tuya es violencia fascista,la que intenta meter miedo amenazando .Ten cuidado ,que dicen que quien a hierro mata a hierro muere.

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    7. Muy buena intuicion,Ann.Pues lo que salió de allí ya lo sabemos,sin embargo los grupos anarquistas que intentaban de verdad hacer la revolución fueron masacrados.

      Aquí hay un audio de Koan muy bueno y esclarecedor sobre Bandera Negra.

      http://www.ivoox.com/utopodcast-el-anarquismo-insostenible-audios-mp3_rf_2154151_1.html

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  4. El libro en scribd:

    http://www.scribd.com/doc/164807054/Pseudo-Longino-De-lo-sublime

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  5. Félix cuando lea libros de caballería, acuérdese lo que le pasó a Don Quijote.

    Saludos desde Zaragoza

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    1. Lo mejor no es leer libros,lo mejor es crearlos,pues si lees libros lees lo que otros crean y siempre vas a la zaga en cuanto a pensamiento,pues haces acto de dejación del mismo.¿Cuales son las obras que habeis creado el grupo de Zaragoza?¿Aún seguis recitando el rosario de Bakunin?
      ¿Aún seguis censurando comentarios en vuestro blog-reducto de "democracia"?

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  6. ADULARI VERO SERVILE EST.

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    1. QUOUSQUE TANDEM ABUTERE,STULTUS,PATIENTIA NOSTRA?

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  7. Aquí se pueden ver los textos recomendados en pdf
    http://karlosluckas.blogspot.com.es/2013/09/para-profundizar-en-el-estudio-y.html

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