La salida de Inglaterra de la UE (Unión Europea) es una
muestra de lo que ésta es, el territorio de dominio del imperialismo alemán, su
espacio neo-colonial en el Viejo Continente. Inglaterra desea conservar su independencia
política y soberanía económica y, en consecuencia, se ha ido. Busca aproximarse
a la otra gran potencia EEUU, vivir a su sombra.
Alemania ha intentado apoderarse de Europa en dos ocasiones
anteriores (eso sin mencionar la invasión de Occidente por los pueblos
germánicos, en el siglo V), con la I guerra mundial, 1914-1918, y la segunda
guerra mundial, 1939-1945, dirigida por Hitler y los nazis. Esas dos criminales
intentonas fracasaron pero ahora lo está logrando, por desgracia, valiéndose de
procedimientos políticos, económicos, mediático y de otra naturaleza. Dirige
formalmente la operación una mujer, Ángela Merkel, lo que, dicho sea de paso,
muestra el papel pavoroso que están desempeñando más y más mujeres, que se han
hecho guardianas de las esencias del capitalismo, del neo-colonialismo, del
militarismo y el imperialismo. En eso ha terminado la “liberación de la mujer”,
en la feminización del Mal, más en concreto, del Mal Supremo Global.
Alemania se queda con todo en lo económico. La juventud de
los pueblos ibéricos no encuentra trabajo porque el imperialismo alemán nos
trata como a una neo-colonia. Fue la izquierda española en el gobierno, siempre
a sueldo de alguien y en este caso del gran capitalismo estatista germano, la
que desmanteló la industria aquí, la que manipula ruinosamente la agricultura a
través de la PCA (Política Agraria Común), la que nos ha hecho un país de
camareros, en semi-ruina y desintegración. La consecuencia es que en los
últimos 10 años unos 2,5 millones de jóvenes han tenido que emigrar, dejándonos
sin juventud, convertidos en un lastimoso geriátrico.
La extrema derecha “super-patriota” española nada dice en
contra de todo esto. Como son lacayos por naturaleza aplauden a la UE, esto es,
loan al imperialismo alemán. Dado que admiran tanto al franquismo, hace lo que
ya hizo Franco, traicionar a su país y arrodillarse ante una potencia foránea,
la brutal Germania de los siglos XX-XXI. Esa es la línea que sigue Vox, a quien
en esto del patriotismo hay que aplicar el refrán de “dime de qué presumes y…”
El proyecto de la UE, formalmente dirigido desde Bruselas
pero realmente desde Berlín, se propone destruir Europa, porque sólo una Europa
prostituida, triturada, desnaturalizada, del todo adulterada, convertida en una
no-Europa, puede admitir la tiranía neo-colonial que la quieren imponer los y
las seguidoras y continuadoras de Hitler, es decir, Merkel y compañía. Su
proyecto consiste en instaurar “los Estados Unidos de Europa”, crear a viva
fuerza “la nación europea”, y ante tamaña monstruosidad se comprende que
Inglaterra haya salido por pies…
La UE-Alemania ya ha destruida la cultura clásica europea, y
muchas más aún las culturas populares de los pueblos europeos. Se proponen
aniquilar todas las lenguas europeas, sustituyéndolas por una no-lengua, el
inglés funcionarias fabricado en Bruselas, que es una parla patética que no
sirve para ninguna de las funciones que cumplen las lenguas auténticas,
materno-vecinales-populares. Esta operación de ingeniería social, además, nos
está convirtiendo en subhumanos inhábiles para las funciones decisivas del
pensamiento, la emoción, la intuición, la convivencia, el erotismo y el amor:
esa es la espeluznante meta que, de facto, busca la sustitución lingüística,
aniquilarnos en tanto que seres humanos para confinarnos en el infierno categorial
de los seres-nada completos construidos en serie desde fuera, desde el poder
constituido.
Alemania es al mismo tiempo el gran centro (oculto y
semi-oculto, son muy cucos) del racismo antiblanco, de las teorías neo-nazis sobre
la multiculturalidad y el mestizaje, de las horripilantes cantinelas en pro de
“la ideología de género”, del feminazismo, el fascismo LGTBI y el
lesbianofascismo, de la persecución de los varones y la aniquilación de las
mujeres, de la negación de la libertad erótica y sexual al 90% de la población,
es decir, a los y sobre todo a las heterosexuales. Alemania, junto con sus
siervos españoles, es quien ha impuesto la Ley de Violencia de Género en
nuestro país, para aniquilarnos como suma plural de los pueblos de Iberia por
medio de la política genocida de no-nacimientos con emigración masiva[1]…
Saben que tienen que extinguir a los pueblos europeos, extinguirles
étnicamente, para sustituirles por gentes foráneas, ajenas a la herencia cultural
europea, cuyo centro son dos cuestiones decisivas, que el imperialismo alemán aborrece
a muerte (con motivos y razón), la idea de libertad holística y la categoría de
persona autodeterminada. Y las odia porque con ellas, mientras sean, mientras
estén dentro de nosotros los europeos, no puede culminar su proyecto
mega-imperialista. Designio dirigido contra toda la humanidad, pues su meta
última es convertir a Alemania-UE en la dueña del mundo…
Parodiando a un franquista esperpéntico podemos, en
consecuencia, exclamar “¡Alemania es
culpable!”. Sí, lo es, y la lucha contra el imperialismo teutón y sus
cipayos españoles tiene que ser tajante en el momento presente, hasta la destrucción
de la UE, a sustituir por una comunidad de pueblos libres y soberanos, con sus
culturas y lenguas restauradas al ciento por ciento, con una economía de base
local, comunal y popular, construida sobre la destrucción por expropiación de
la gran empresa transnacional europea y del sanguinario régimen fiscal que nos
impone Bruselas-Berlín. Una Europa del saber y la filosofía, de la virtud
cívica y de la virtud personal, del entusiasmo, la belleza y la alegría, de la
libertad y la pluralidad, de la prosperidad económica razonable, que vuelva a
estar a la vanguardia de la humanidad.
Si nuestros antepasados se alzaron heroica y épicamente
contra Napoleón I, el tirano absoluto, el Hitler del siglo XIX (esto es, contra
el imperialismo francés) en 1808, alterando el destino del mundo, ahora toca
hacerlo contra el imperialismo alemán, para construir una Europa de la
revolución comunal integral, una Europa de la libertad, una Europa de los
pueblos. Si entonces hubo que ajustarles las cuentas a los traidores, a los
afrancesados, ahora tenemos que hacer lo mismo con los neo-traidores, los
“super-patriotas” de Vox y los “anti-patriotas” del progresismo y el
izquierdismo.
[1]
Los modernillos y progres que creen en todas esas majaderías deberían
reflexionar sobre que su promotora e impulsora número uno en la UE es Ángela
Merkel, presidenta de un partido demócrata cristiano. Es decir, que quienes se
tienen por el no-va-más de lo “transgresor” y “vanguardista” se reducen a
repetir las sucias, cavernícolas y carcas consignas de una señora jefa de un
partido clerical que da continuidad hoy a la política de Hitler… De risa.
Una pequeña puntualización. Casi todo lo que se le achaca a Alemania en este escrito, es perfectamente aplicable a Inglaterra.
ResponderEliminarSi ésta última se va, es porquerías élites han percibido que sebhalkan en desventaja con las de sus homónimos germanos, y no por una suerte de despertar de la conciencia identitaria.
Cuando hablamos de perversidad, la "pérfida Albión" jamás le fue a la zaga a quien nunca dejó de ser PRUSIA.
No es nada nuevo. Ya ocurrió antes en el pasado y llevó a dos guerras mundiales.
Por otra parte... El estrangulamiento inmisericorde de Grecia resulta la mar de significativo.
ResponderEliminarLa BREXIT lo ha exigido la City Of London, el emporio economico ingles-USA, un estado financiero dentro del estado ingles. Tras la perdida de las colonias convirtieron su colonialismo territorial en un colonialismo financiero via Paraisos Fiscales, autentico motor de su economia y prestigio.
ResponderEliminarPero dentro de la UE no pueden moverse con tanta libertad ni comodidad y han preferido apoyar a los politicos brexistas.