lunes, 10 de febrero de 2020

Vox, la última eterna reencarnación del caudillo como unidad de destino en lo casposo-universal

La aparición de este partido, responde de la misma manera a la de su presunto contrincante Podemos, a una jugada de las elites del poder de eliminación del sempiterno bipartidismo fútil tendente a una renovación pretendidamente ilusionante del espectro partitocrático que busca mantener la fe y la adhesión inquebrantable de la sociedad al régimen parlamentarista. Operación que no constituye nada más que una ordinaria intervención política por parte de las alturas, como tantas otras.

Si Podemos surgió como respuesta del poder constituido a la angustia vital de la gente común expresada durante el 15M, fruto de la atroz crisis iniciada en 2008, que derivó en buena medida en cierta crisis de gobernabilidad y legitimación institucional, Vox emerge como banderín de enganche en forma de esperpéntica respuesta a la consolidación muy real del neofascismo izquierdista racista anti blanco, nazi feminista, neobancario y supuestamente anti patriota. Esta criatura parida por la sección correspondiente de las cloacas del estado (tal como el engendro neoestalinista) responde al estado de creciente descomposición del PP reducida a “derechita cobarde”, y por tanto, a la necesidad acuciante del poder real de evitar a toda costa que tanto simples adeptos, como agredidos directos por el citado régimen neofascista abandonen intelectivamente el gulag parlamentario y partitocrático.

Pero no es necesario realizar un sesudo trabajo de investigación para averiguar de qué mimbres se compone. De sus cabecillas y fundadores, Santiago Abascal, sin oficio anterior conocido, es hijo de Santiago Abascal Escuza, nada menos que diputado a las cortes franquistas por Álava. Ignacio Camuñas integrante entre otros, de la UCD en los años 70. El abogado Ortega Smith se sabe que es primo de Juan Chicharro Ortega, general de división en reserva y miembro destacado de de la Fundación Nacional Francisco Franco. Por lo tanto y como en el caso de Podemos, sus principales cargos en absoluto lo constituyen gente trabajadora común y activistas de buena fe organizando formaciones políticas en pro del bien común. Al contrario, es un juego de élite a élite en el que no hay cabida para los no señalados.

Señalemos sus principales objetivos y medidas que aseguran redunda en la defensa de “España, la familia, la vida…”. No hacen sino una burda demagogia planeando sobre las graves e irresolubles contradicciones del proyecto españolista neoimperial y vendiéndolas al público como producto de su ingeniería. Veámoslo, su ideario lo constituye una esperpéntica combinación de falangismo cuartelero y liberalismo españolista isabelino decimonónico y vulgar; pretenden homologar en todo el estado la identidad españolista sin matices a fuer de suprimir las diputaciones forales que, en aquellos territorios en que subsisten, no son más que meras remanencias de sistemas de autogobierno comarcal que funcionaron hasta el desenlace de la contrarrevolución liberal de 1812. Instituciones que a los requetés de levita les parecen por lo visto abusivas. Quieren así mismo criminalizar y encarcelar a independentistas catalanes, vascos y los que surjan destruyendo el arriesgado y frágil equilibrio que el neoimperialismo español ha logrado a base de una cierta legitimación de naciones periféricas y su centralismo unificador desde la transición de dictadura parlamentaria. Nos cuentan que es para eliminar “duplicidades” institucionales y de gastos presupuestarios, pero callan que buscan reforzar el poder omnímodo de Madrid y del aparato policial y militar que para ellos es clave y la matriz social de donde surgen. Y por supuesto, ninguna objeción de su parte para existir en Europa como vulgares lacayos del IV Reich alemán.

Vox, la última eterna reencarnación del caudillo como unidad de destino en lo casposo-universal

Todo por el idioma español braman, pero en contra de todas las lenguas y dialectos “autonómicos”, y por supuesto, priorizando al inglés como pseudolengua de herramienta de dominación y homologación cultural tal y como lo imponen los intereses continentales neonazis de Alemania.

La familia, aseguran –obviamos añadir que la nuclear solamente- es la primera institución a defender, simultáneamente de la presunta derogación de las políticas exterminacionistas de género, cuando saben perfectamente que la primera se está agotando, en un marco de desintegración y caotización creciente que ellos y sus colegas los fascistas de la otra acera están impulsando en pro de alcanzar el poder absoluto. Y por tanto resulta poco creíble que pongan a las feminazis en su lugar, el cadalso, pues cumplen perfectamente el fin de Vox, de dividir y enfrentar a la sociedad entre sí. Lo más innovador que ofrecen es ese patético invento del “pin parental”, que debe ser el último grito de control policial directo sobre los infantes escolarizados bajo pretexto de que son los progenitores los que los protegen frente a los pedófilos con nómina a cargo del erario estatal.

Su propuesta económica resulta fácil de prever; expropiación a las haciendas nacionalistasespañolas para fortalecer más aún al ministerio de la guerra, expropiación popular más intensa si cabe para el mismo fin exonerando de paso a la burguesía adepta a la causa. Y añaden una retórica verbosa de querer reindustrializar el país, misión arto improbable por el archimencionado veto hitleriano alemán en vigor. Nada de expropiar y suprimir a la banca, sino nacionalizarla, que no pierda su control omnímodo mano a mano con el estado. Con todo no escatiman en representaciones demagógicas y oportunistas “en pro” de sectores económicos canibalizados, como el agrícola, que en este instante se halla en pié de guerra en contra de su inminente ejecución, habiendo salido representantes del gremio que han tenido la deferencia de pedir al Sr. Abascal que cese sus incordios con su presencia.

Éstas, junto con otras docenas del mismo jaez, son las joyas que exhibe la agrupación neofranquista y neoisabelina en su escaparate. Lo que le diferencia de sus colegas neoestalinistas y neolerrouxistas es la oferta a la persona común de la calle de otro método de exterminio diferente. El café para todos del GALsocialismo se queda hoy en cicuta…
Es por todo ello que se insiste con premura desde este manifiesto, al igual que lo hace la página que lo aloja, a que el común de la gente no se alinee tras los cantos de esta sirena –ni de las de otros colores-, que adopte sistemas personales de resistencia individual, al más puro estilo estoico, y simultáneamente haga acopio de ánimo para tejer redes sociales con su entorno próximo. Los escenarios que se nos vienen encima pueden ser realmente aterradores; ya lo están siendo, y la respuesta del poder constituido se reduce a ofrecer demagogia de una ideología o de la contraria, así sea la coyuntura vigente. Contamos al menos, con el desenmascaramiento parcial pero creciente de las argucias y engaños del sistema dictatorial y van asomando las condiciones objetivas para alcanzar una transformación integral y consciente. ¡Adelante pues!

Iñaki Estremera
10 de febrero de 2020

1 comentario:

  1. Ya a nosotros nos resulta evidente pero yo tengo mis dudas de si ellos en general se dan cuenta de que la familia se desintegra, y con ella todos los lazos afectivos profundos de la sociedad, por culpa de la delegación / dependencia vertical en sus instituciones.
    Estoy siguiendo en Twitter a un montón de políticos, periodistas, jueces, abogados.. importantes. Son muy activos en esa red social.
    Yo creo que los más conscientes son los menos. La mayoría cree que los problemas provienen de la mala gestión del aparato. No se les pasa por la cabeza otra cosa, arrastran demasiados dogmas sobre nuestra naturaleza y la historia.

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