Félix
Rodrigo Mora
Tal como expongo en
el libro “Erótica creadora de vida.
Propuestas ante la crisis demográfica”, al constatar el dramático
agravamiento de la desnatalidad (problema que ellos, los poderes constituidos,
han creado), los gobiernos, y en especial el español, el más nazi-feminista y
genocida del planeta[1], se han
lanzado a falsear desvergonzadamente los datos estadísticos.
Inicialmente, el INE (Instituto
Nacional de Estadística) facilitó información sobre que en los últimos diez
años (2008-2018) el número de nacimientos habían descendido un 40%, cifra muy alarmante
pero más creíble, aunque tal vez algo baja, pues la real se aproxima ¡al 50%!,
lo que es pavoroso. Poco después el gobierno socialfascista del PSOE enmendó la
plana autoritariamente al INE, obligándole a emitir una nota donde se señalaba
que aquél había sido un “cálculo erróneo”
y que la caída era “solamente” de un
30%, o de “casi un 30%”. De
inmediato, el principal diario fascio-progresista, El País, remachó el clavo
dando, como acostumbra, la razón al gobierno de la izquierda híper-capitalista
y a sus jaurías genocidas.
Esto no es nuevo pero si es un salto
adelante bastante grave en la política estatal y gubernamental de velar la
catástrofe demográfica en curso con falsificaciones, ocultaciones,
adulteraciones y vulgares mentiras. No solo sucede aquí pues, por ejemplo, el
gobierno de la India está entregado a las mismas argucias fuleras, aunque con
una diferencia notable. Que allí la demografía aún esta “alta” aunque es insuficiente
y en rápido retroceso, quizá en 2 ó 1,9 hijos por mujer, mientras que aquí se
encuentra en la mitad o en menos, en 0,9 y disminuyendo aceleradamente, lo que
es una situación temible, aunque el gobierno ofrece datos entre el 1,3 y el
1,4, ¡que son absolutamente falsos! También están ya mintiendo a lo grande las
autoridades de China, etc., y en unos años lo harán todos los gobiernos. Temen
la reacción popular, les preocupa que se cree una ola de pánico a nivel mundial[2] y se
sirven del engaño para protegerse y desmovilizar a los pueblos.
Somos el país más envejecido y senil del
planeta, un verdadero geriátrico, más que Japón y Corea del Sur, que ya es
decir, y ello ocasiona unos efectos, también económicos, que nos aniquilarán
como pueblos y como individuos en dos décadas, si no se hace algo muy enérgico en
los próximo cinco años. Después, ya nada, o apenas nada, servirá…
Pero mientras que aquí está prohibido
debatir públicamente el asunto, en los demás países no sucede eso, por ejemplo
en Japón. En lo que llaman España, a quien se aventura a señalar que la
situación es trágica, aunque sea de forma tímida y respetuosa, primero le
sancionan, luego le apalean despiadadamente en los medios fascio-progres y en
las redes sociales (con equipos pagados para ello, como vienen haciendo conmigo)
y finalmente le echan encima a las criminales jaurías feminazis y
fascio-izquierdistas. Así han logrado crear una situación de espanto social generalizado,
gracias a la cual nos hemos convertido en un rebaño dócil, cobarde y resignado
que marcha en lúgubre silencio hacia su extinción. Ésta no es sólo cultural y
lingüística sino también étnica: el racismo antiblanco institucional desea
destruirnos como etnias, que nuestros genes desparezcan para siempre. Así son
de racistas.
[1]
Esta afirmación no es gratuita ni es el resultado de un acaloramiento verbal.
Se deduce con rigor a partir de un hecho incuestionable, que lo que se llama
España es el país más envejecido con mucho del planeta. Con mucho. Y eso
proviene de la prohibición, feroz y total, del cortejo, el galanteo, la
exhibición corporal, el reclamo erótico verbal y el coito heterosexual
fecundante (también del no-fecundante), de facto, por el feminismo
neo-patriarcal y genocida, generosamente financiado por el Estado español, la UE
y la gran patronal. Cuando haya libertad para el sexo heterosexual el problema
se irá resolviendo, aunque para evitar el caos total de la sociedad por escasez
extrema y creciente de personas, de mano de obra, eso debe lograrse antes del
año 2025, pues luego ya no habrá un número mínimo suficiente de mujeres en edad
fértil.
[2]
Para
lo cual están, entre otras muchas argucias, promoviendo libros que admiten una
parte de la verdad, que ya no puede ser ocultada del todo, e incluso hablan de
un “planeta vacío”, como si esto
fuera un asunto económicamente irrelevante y un problemilla social menor, sin
importancia. Los próximos años conocerán una miríada de sub-productos
propagandísticos y politiqueros de similar catadura, rotundamente estafadores y
falsarios. Claro que con ellos no va a nacer más niños… así que les espera el
descrédito e incluso la ira popular, al comprobar que todo eso son engañifas
institucionales para lograr que los pueblos del mundo se dejen exterminar
mansamente.
Buenas
ResponderEliminaruna pregunta: como sabe que la cifra real es de 50%?