“A la Revolución
–escuela de heroísmo,
espiritualidad y humanismo-
debemos darlo todo”
F. Martí Ibáñez
En los últimos cinco años se han ido estableciendo
coincidencias entre diversas personas y colectivos[1]
en el modo de concebir y practicar cuestiones de primera importancia. Llegado
un momento, a algunos amigos y amigas les pareció necesario reunirnos y
conocernos. Ese es el origen del Encuentro.
Al él están convocados quienes conocen y comparte en
líneas generales las formulaciones contenidas en mis libros, artículos, audios,
videos, etc., así como en los de otros autores, asociaciones y personas
partidarias de una decisiva alteración cualitativa, al mismo tiempo social, personal
y axiológica, a la que nos estamos habituando a denominar revolución integral.
El Encuentro nace con voluntad universalista,
estando abierto a todas las personas, con independencia de su sexo, raza,
credo, afiliación, orientación sexual, ideología, etc. Dado que no busca
constituir una organización (menos aún un partido, una secta o un gueto), sino impulsar
y dar forma a una corriente de ideas y a una suma de actuaciones coincidentes
en líneas generales, no excluye a nadie[2].
Eso sí, se espera de cada asistente un compromiso (al menos parcial) con el
cuerpo de ideas que une a los convocantes.
REFLEXIÓN PRELIMINAR
Lo más importante es que nos conozcamos quienes
estamos dispersos, pongamos en común análisis y experiencias, inquietudes y proyectos,
reflexionemos sobre los problemas de nuestro tiempo y establezcamos fórmulas
individuales y colectivas, sustentadas en la cooperación y ayuda mutua, para la
intervención en la sociedad, la popularización de las comunes ideas e ideales y
la auto-mejora individual.
El Encuentro ha de ser, ante todo, una reunión activa
y transformadora de amigos y amigas.
Su cimiento ha de ser el compromiso personal y la
voluntad íntima de esfuerzo y entrega. Cada asistente ha de acudir motivado desde
el interior de sí con la intención de contribuir tanto como pueda por sí, sin
delegar en lo colectivo ni en otras personas, sin dejarse reducir a una
situación de espera, pasividad y dependencia.
Por su propia naturaleza el ideario de revolución
integral necesita de un sujeto autónomo y autosuficiente, que reflexiona y
actúa desde el interior del yo. La creatividad, iniciativa y libre aceptación
de responsabilidades es primordial en él. Dicho sujeto autónomo
auto-constituido no alcanza, cierto es, a formarse de un día para otro dado que
es tarea ardua y difícil, pero tiene que ser meta cardinal. Ahora bien, que
nadie se agobie o dañe por exigirse demasiado. El autoconocimiento es
integrante notorio de nuestro ideario, y cada cual debe evaluar con objetividad
su situación en este momento, así como el estado de su vida interior y
compromisos prácticos.
La ausencia de personalismos tiene que caracterizar
el Encuentro. La meta no es seguir, como sucede en todos los partidos políticos,
la actividad cultural institucional o el espiritualismo de supermercado, a un
“líder” o gurú, sino contribuir a desarrollar personas autosuficientes con vida
interior independiente y juicio propio, capaces de pensar, planear y ejecutar
por sí mismas, por libre albedrío, todo tipo de empresas y actuaciones en pos
de la idea total-revolucionaria. La igualdad básica entre todas las personas no
está en contradicción con la natural e inevitable desigualdad en experiencia y
conocimientos entre unos individuos y otros, pero nunca admitiremos que la
mayor acumulación de saberes se convierta en poder personal o de un pequeño
grupo institucionalizado.
Una de las metas del Encuentro, de las más
importantes, es que sirva y sea útil personalmente a quienes a él asistamos,
que no quede como un acontecimiento banal en nuestras vidas, que se eleve a la
condición de momento cenital. Eso será un paso hacia lograr nuestro objetivo
estratégico, revertir en personas de calidad autocreada a los seres nada que el
actual sistema produce en serie.
El Encuentro carece de ideología o teoría guía. Nos
une la realidad y la experiencia global reflexionadas y nada más, en la
convicción de que la verdad concreta es la adecuación entre lo pensado y la
realidad, no lo deducido desde un cuerpo doctrinal o teorético. Empero, quien
sea adepto a una ideología o fe será bien recibido, dado que el pluralismo,
sobre la base de las ideas e ideales básicos compartidos, es parte constitutiva
de nuestras convicciones. Además, la revolución integral es un gran movimiento
múltiple y diverso que ha de resultar de la base misma de la sociedad tal cual
es ésta, en su heterogeneidad sustantiva.
El Encuentro tiene un antes y un después. Su antes
es ahora, cuando tenemos que ir produciendo reflexiones y planes de acción, experiencias
y realizaciones. Su después empezará una vez terminado, en un tiempo ilimitado en
que seguiremos trabajando, pensado, actuando, asumiendo compromisos, efectuando
lo que en aquél no habrá seguramente tiempo para tratar, o sólo podrá hacerse
de un modo inicial.
Hay que considerar con frío realismo lo que estamos
en condiciones de hacer y lograr, en todos los sentidos. Conocemos lo exiguo de
las fuerzas con que contamos, lo escasamente desarrollado de nuestras
formulaciones y experiencias, las muchas insuficiencias y errores que nos
limitan y atenazan. Al mismo tiempo, los problemas a los que intentamos aportar
remedios, a la par reflexivos y transformadores, son asombrosamente complejos.
Somos parte de una sociedad considerablemente degradada, en la que habita un
sujeto deliberadamente nulificado.
Conviene insistir en el carácter excepcionalmente
negativo y destructivo de la formación social contemporánea. En ella están siendo
minados los fundamentos de lo humano y de la vida toda. En el pasado las crisis
sociales no ponían en cuestión los elementos más básicos de la existencia, pero
hoy sí. Pensemos en el declive demográfico, que ha creado la
sociedad-geriátrico; en el no-pensamiento universalizado; en la aculturación
extrema de las clases populares y del individuo; en la desintegración física y corporal
de la persona; en la reducción del individuo a marioneta del ente estatal; en
el colapso del pensamiento creador; en la degradación del ser humano a ser
nada; en la aridificación de los suelos agrícolas, la reducción de los bosques
y el retroceso de la biodiversidad; en el habitual preferir el bienestar a la
libertad; en la pérdida casi total del sentido ético y trascendente; en la
absolutización del culto por el dinero; en el auge continuado de mega-poderes
despóticos, empresariales e institucionales… Son tan graves y tan numerosas las
disfunciones que estamos ante una sociedad aberrante. Y lo que es peor, ante un
sujeto medio no menos aberrante.
En esta situación el obrar transformador es particularmente
complejo y difícil. Por eso hemos de acudir a medidas extraordinarias, que
únicamente una voluntad firme de deliberar, pensar y crear lo nuevo puede
determinar. Por otro lado, lo dramático del momento histórico ofrece la
posibilidad de idear, planear y cumplir cambios fundamentales, que tengan un
significado cardinal en la historia de la humanidad, concebida como experiencia
unitaria. Ese es el meollo mismo de la revolución que llamamos integral.
Al mismo tiempo, es constatable que la evolución de
la realidad nos es favorable en muchos elementos y asuntos concretos, habiendo
nuestro proyecto salido ya airoso de pruebas experienciales difíciles. Dado que
el avance de un sistema de formulaciones y prácticas depende en primer lugar de
su adecuación al devenir de lo real, podemos mirar con prudente optimismo el
futuro, pues mientras nos mantengamos en el terreno de la verdad concreta-finita
y la objetividad seguiremos desarrollándonos.
Uno de los objetivos del Encuentro es pergeñar,
aunque probablemente sin lograr terminar todavía, un análisis estratégico de la
situación presente, en sus facetas más decisivas. Es ese análisis el que nos ha
de señalar qué hacer y cómo hacerlo. En parte está hecho ya, pero hay que
desarrollarlo mucho más, para sistematizarlo y deducir de él un plan
vertebrador de actuación.
Mi criterio es que no tenemos que constituir una
organización sino una corriente de ideas, abierta y en desarrollo, adecuada
para encauzar y multiplicar las iniciativas individuales y grupales que ya
existen o se vayan constituyendo en el futuro, siempre que tengan como centro y
meta la transformación total suficiente de la sociedad y el individuo, la
revolución integral. Del Encuentro, en lo orgánico, sólo debe salir alguna entidad
de coordinación y facilitación. Todo ha de quedar a la iniciativa personal y de
los grupos que se formen, y a las relaciones que libremente establezcan entre
ellos.
Así las cosas, ¿para qué el Encuentro? Pues para: 1)
conocernos, 2) convivir un tiempo, creando vínculos de afecto y colaboración,
3) reflexionar sobre los asuntos decisivos, 4) señalar las tareas que sería
necesario realizar y establecer los procedimientos de intervención, 5) saber lo
que están haciendo, o reflexionando, o desean hacer, o creen que debe hacerse,
quienes asistan, 6) proponer o aceptar compromisos individuales para tareas
específicas, 7) integrarse en equipos de estudio, trabajo o reflexión que se
puedan formar o que existan ya, 8) mantenerse conectados, en estado de
semi-organización, tras él.
El Encuentro tiene también otra significación. Realizarlo
es levantar una bandera, mostrar una meta y efectuar una llamada. En oposición
a quienes creen que sólo es posible el reformismo, las “soluciones”
institucionales, siempre politiqueras y monetizadas, el vivir “mejor” bajo el
actual régimen de dictadura y deshumanización, aquél comunica que la revolución
es fundamental finalidad, idea, proyecto e ideal.
Cuando la categoría de revolución es desacreditada
por quienes siguen respaldando las revoluciones perniciosas del pasado
(francesa, rusa, la saga de las “antiimperialistas”, etc.), y cuando lo que
domina es una mentalidad socialdemócrata centrada en la demanda de más dinero,
más servicios estatales, más medicina alopática, más escuela aniquiladora del
pensamiento creador, más derechos formales y más consumo, con olvido de la
parte específicamente humana, la inmaterial, nos proponemos pensar, proyectar e
ir realizando una revolución total, que afecta a la economía y a los valores, a
la política y a la ética, a la estética y a la erótica, al trabajo y a la
espiritualidad, a la educación y a la diversión, al campo y a la ciudad, a la
sociedad y al individuo. Una revolución que, por serlo, se hace afirmando al
pueblo y negando a las instituciones estatales.
La revolución integral es consciente del declive, al
parecer irremediable, de las sociedades europeas. Devastadas de manera múltiple
y horriblemente decadentes carecen de futuro, de modo que la larga era de
estabilidad y tranquilidad que siguió en Europa a la II guerra mundial está
llegando a su final[3].
Esto afirmará el ideario revolucionario a partir de la experiencia a la vez que
minará los argumentos y actuaciones de los falsos radicales y los demagogos reformistas
centrados en minucias y cuestiones secundarias, modo de dar respaldo al actual
sistema de dominación y al capitalismo.
El Encuentro busca lo cualitativo, dejando lo
cuantitativo a los políticos profesionales y a los mercaderes de palabras. La
experiencia histórica evidencia que las grandes metamorfosis positivas de la
vida social las efectúan minorías, y que sólo en una fase muy avanzada, final,
se suman las multitudes. La calidad de las formulaciones y propuestas es lo importante
junto con la calidad de las personas, no el número.
¿Cómo actuar? En contra de quienes consideran que el
cambio social y personal proviene del
forcejeo por imponer y realizar los propios intereses corporativos, a menudo
egoístas, lo cierto es que aquél, para ser verdadero, debe provenir de metas
desinteresadas y sublimes, de ideas e ideales, de valores compartidos y designios
trascendentes, de la recuperación de la virtud individual y la virtud cívica. Sólo
sobre esa base tienen legitimidad, pertinencia y operatividad las necesarias
transformaciones económicas y políticas. Actuar de otro modo es, como ha
mostrado la experiencia en numerosas ocasiones, sustituir un capitalismo por
otro, o hiper-capitalismo, y un Estado por otro, o mega-Estado.
En consecuencia, hay que construir y dar a conocer ideas
e ideales, con la condición de que sean suficientemente objetivos. Para eso
tenemos que poner fin al silencio de los buenos, pasando de espectadores a
actuantes. Hay que acudir a todos los medios e instrumentos para hacer circular
formulaciones transformadoras y revolucionarias. Tenemos que dar y ganar la
batalla de las ideas, haciendo retroceder paso a paso a los voceros del statu
quo, explícitos y “alternativos”.
Eso es muchísimo más importante que librar las
luchas reivindicativas parciales hoy posibles (quienes hacen de ello lo
principal son reformistas, o como mucho rebeldes, no revolucionarios), que los proyectos
más o menos “sociales”, que cualquier otra actividad. Construir y formular, lanzar
y difundir ideas no es tarea que se pueda delegar en alguna persona, o en un
pequeño grupo. Todas y todos han de hacerla, con materiales ajenos, si así lo
desean, pero también con elaboraciones y textos propios, de creación personal y
colectiva. Éstos se han de referir a las cuestiones fundamentales de nuestro
tiempo.
Cada cual ha de valerse de lo que tenga a mano
(además de imaginar y producir nuevas herramientas) para librar su batalla de
las ideas como parte de la iniciativa global. No hace falta escribir un grueso
volumen, basta con algunas líneas, o algunas palabras, si se dirigen a lo más
decisivo. Hay que hacerlo con un panfleto, un folleto, una revista, un audio,
un video. Con un poema u otra obra artística. Con un libro. Con una blog o una
página, personales o compartidos. Con la conversación privada y la intervención
en actos públicos. También, con la meditación y el silencio. Con el testimonio
de la propia vida. Las ideas e ideales inducen comportamientos y ocasionan
transformación social y personal. De ellas saldrá la revolución si ellas son
revolucionarias.
Difundir ideas e ideales exige tenerlos,
construirlos. La creación de unas y otros se hace, por tanto, cuestión
determinante. Al respecto existe ya una cierta obra realizada pero lo por hacer
sigue siendo mucho…
El 15-M, en su lado positivo, se hizo irrelevante
porque no supo ofrecer un plan o proyecto de regeneración integral de la
sociedad. Pasados los primeros meses de euforia se derrumbó en metas
reformistas, al no alcanzar a proponer un ideario de cambio interno y externo
completo-finito y radical. Al carecer de ideas e ideales mínimamente pensados y
sistematizados fue víctima de su propia banalidad. Nosotros ahora buscamos
remediar aquel defecto, creando y popularizando lo que faltó en el 15-M, un
discurso de transformación total realizado al margen de ideologías y creencias,
que vaya a la raíz de lo real para el siglo XXI y que pueda unir a la mayoría
de las personas conscientes, pensantes, de las clases populares a partir de la
experiencia, logro intermedio necesario para a continuación alterar
cualitativamente el orden constituido. Donde el 15-M fracasó nos proponemos
vencer. Vencer por verdad, por virtud y por calidad autoconstruida de la
persona.
La revolución sólo es posible como emergencia de la
base de la sociedad, como fluir de la creatividad e iniciativa independientes de
múltiples sectores y de un gran número de personas. En tanto que corriente de
ideas, hacemos una contribución entre otras al cambio, por lo que éste sólo en
parte depende de nosotros. Debemos buscar y alentar todo lo positivo que se
haga con independencia de quien lo haga. También, para aprender de ello.
Conviene repetir que la idea de mutación
revolucionaria total no es politicista ni economicista, pues se propone
promover un cambio sustantivo en las conciencias, en los valores, en los
comportamientos. Una transformación o conversión interior de las personas. Un
flujo de la vida inmaterial y de los atributos espirituales. Si el sujeto no se
hace cualitativamente mejor es imposible el cambio político, social y
económico. Éste, a su vez, está para permitir a la persona su auto-mejora en lo
espiritual y corporal. Por eso una fuerza agente de la revolución integral es
el testimonio personal. La política es sólo parte, igual que la economía,
mientras que el ser humano es totalidad.
Las revoluciones del pasado olvidaron al sujeto. No
incurriremos en ese error, porque sin una revolución en el interior del yo no
puede lograrse la revolucionarización de la sociedad. O si ésta tiene lugar por
un avatar del proceso histórico, pronto degenera, originando una nueva
burguesía y un nuevo ente estatal. Lo expuesto se manifestó con meridiana
claridad aquí en 1936-1939, bajo la II república y en la guerra civil.
Hacer la gran transformación que proponemos no es
una tarea meramente intelectual. En aquélla la vida psíquica se implica y realiza
al completo. Lo emotivo, volitivo, pasional y afectivo, todo lo que son las
potencias o atributos anímicos del ser humano, tiene su sitio. Es, en primer
lugar, una revolución convivencial que se alza contra la obligación que no es
impuesta desde arriba de desdeñar, zaherir y aborrecer a nuestros semejantes.
Usando la terminología clásica se puede decir que valoramos las virtudes
morales tanto como las intelectuales. En la presente formación social, la de la
tristeza, la soledad, la depresión, el egotismo, la insatisfacción amorosa y la
falta de vida relacional, la revolución integral se ha de proponer crear un
orden humano, en el que la afectividad en actos sea sólida, fundamentada y
cotidiana.
PROPUESTA DE PROGRAMA
Me atrevo ahora a establecer una relación de
materias que deberían tratarse, al nivel que las tengamos: como intención o
recomendación, para comenzar a hacerlo, ya iniciadas, medio trabajadas o supuestamente
terminadas. Es muy probable que una parte de ellas no puedan ser estudiadas en
el Encuentro de mayo, lo que significa que se pospondrán para más adelante.
Uno. Avanzar en el análisis de nuestro tiempo en sus
causas agentes primeras y más fundamentales, formulando un esbozo de
estrategia. De ésta se ha de deducir un plan de actuación para los próximos dos
años.
Dos. En relación con lo anterior está contestar a la
pregunta decisiva: en las condiciones presentes ¿cuál es nuestra función en la
sociedad?, ¿por qué y para qué existimos?, ¿cuál es nuestra misión?, ¿qué nos
corresponde cumplir y hacer?
Tres. Construir una diatriba bien trabada contra el
trabajo asalariado, para contribuir a crear un nuevo trabajo productivo y
creador, propio de seres humanos libres y responsables, en una economía
autogestionada.
Cuatro. Recuperación de la cultura popular, en tanto
que saberes y habilidades múltiples de las gentes modestas, para salir del
actual estado de aculturación, anomia y caos vivencial. Si el pueblo no es
pueblo, si no existe por sí, diferenciado del Estado, no pude ser libre y ni
siquiera alcanza a ser.
Cinco. Estudio creador de los clásicos de la cultura
occidental en relación con la resolución de las grandes cuestiones del presente.
Ideas para su promoción. Poner a aquéllos al servicio del magno proyecto de
crear una nueva cultura popular.
Seis. Crítica de la ciudad. Hacia un poblamiento más
racional del territorio, con descongestión de las ciudades. Estudio de experiencias
de nueva ruralidad, a fin de alcanzar una interpretación sobre la experiencia en
este terreno en los últimos 30 años ofreciendo una formulación útil para quienes
deseen escapar de las megalópolis.
Siete. La juventud y los estudiantes en la
estrategia de revolución integral. Hacia una proposición educativa superadora
de lo existente, estatal o privada. Desarrollo de una línea de acción para
vincular a la juventud con la revolución.
Ocho. Información sobre mi libro “Revolución en la Alta Edad Media hispana”,
todavía no terminado, en relación con la revolución hoy. Se trata de buscar en
el pasado ejemplos de transformación total-integral que hoy resulten
inspiradores[4].
Nueve. Las lenguas oprimidas en la península Ibérica
(principalmente, catalán, euskara y gallego) en la hora de la mundialización. Hacia
una estrategia de afirmación logrando la iniciativa comunicativa revolucionaria.
Diez. Revolución convivencial en el marco de la
revolución integral, y como parte cardinal de ella. Las formas de la
afectividad y su futuro. Recuperación de la vida afectiva, pasional y amorosa para
satisfacer las necesidades emocionales de los seres humanos, haciendo de ello
un estilo de vida.
Once. El significado y función de la lucha
reivindicativa y sindical en el presente. En pos de una estrategia para la
acción reivindicativa en tanto que parte secundaria pero no desdeñable del
proyecto de revolución. Desautorización del reformismo por legitimar al sistema
y devastar a la persona.
Doce. La agricultura, la cuestión medioambiental.
Estrategias para una acción netamente diferenciada de las agriculturas
organizadas desde el Estado/Estados (UE) y del ecologismo institucionalizado y
subvencionado.
Trece. Cooperativismo y otras formas de autoorganización
aquí y ahora en el marco de la idea de revolución total suficiente. En un
momento en que el Estado de Bienestar está dejando a más y más gentes “abandonados a su suerte” hay que ir
hacia relaciones y estructuras autoconstruidas para garantizar las necesidades
básicas.
Catorce. Biopolítica, crisis demográfica y
natalidad. Maternidad[5]/paternidad
libre y amorosa. Erotismo y sexualidad más allá de la coerción y el
adoctrinamiento.
Quince. El ser humano en su estado natural tiene
necesidades espirituales apremiantes que la sociedad actual, al reducir a aquél
a mano de obra asalariada y a criatura perteneciente al Estado, niega y
reprime. Por tanto, el Encuentro tiene que abrir una fase de acción
revolucionaria en pro de una espiritualidad intensa, cotidiana y liberadora.
Dieciséis. Presentación de los libros que se estén
realizando, o que se deseen hacer, a cargo de sus autores o promotores. Lo
mismo con revistas, videos, blog o cualquier otra herramienta comunicativa. Esto
es de gran significación.
Diecisiete. Investigación de los fundamentos
económicos de la formación social peninsular y de la UE. Aunque la exageración
del factor económico, el economicismo, es un error hay que prestar bastante
atención a la economía y a su evolución, realizando análisis económicos
regularmente.
Dieciocho. La lucha antifascista en el presente. La
cuestión del islamofascismo como parte de la estrategia mundial de una porción
sustantiva de la anti-revolución mundial, EEUU, la UE y las petromonarquías capitalistas
e imperialistas musulmanas.
Diecinueve. En un momento de caída continuada de la
salud y el vigor corporal es urgente ofrecer una respuesta a la medicina
institucional, estatal-privada, cada día más peligrosa y dañina.
Veinte. La cuestión del Estado sigue siendo central.
Hemos avanzado bastante en su estudio pero se necesita una obra de síntesis
hecha desde la politología más exigente. En ella la relación de
interdependencia entre el ente estatal y la clase empresarial capitalista ha de
ser parte fundamental.
Veintiuno. La emigración, su comprensión global como
parte de la estrategia de la gran empresa multinacional y del sistema de Estado/Estados
hoy vigente para expandirse en un orden mundializado.
Veintidós. Cuando la sociedad y el ser humano están
sufriendo modificaciones nunca antes vistas (por lo general muy a peor) su
conocimiento exacto resulta imprescindible. En consecuencia, es necesaria una
investigación sobre epistemología compleja, que parta de la centralidad del
bloque realidad-experiencia-verdad y ofrezca orientaciones efectivas para la
labor reflexiva y cognoscitiva.
Veintitrés. La libertad será siempre motivo de
reflexión para la humanidad, pero hoy más porque la acción institucional se
dirige a extinguirla. La magnificación del bienestar como meta contra la
libertad (aunque avanzamos hacia una situación sin libertad ni bienestar) hace
urgente una enunciación actualizada de aquella categoría en sus más importantes
expresiones, no solo la libertad política sino también la libertad de conciencia,
la libertad civil, la libertad interior y la libertad de acción, entre otras.
Veinticuatro. La mujer y la revolución. Sin las
mujeres nada puede llegar a ser, tampoco la gran mutación mejorante que la
decadencia en progresión de las sociedades europeas hace necesaria.
Veinticinco. Si nos ocupamos del trabajo tenemos que
hacerlo de la fiesta. No puede haber vida humana buena sin festividad y
diversión, pero hoy el orden vigente las ha transformado en modos de
embrutecimiento y en un negocio. Recuperar la fiesta popular es tarea necesaria.
Veintiséis. Construir una sociedad ética, sustentada
en valores universales determinados desde las condiciones naturales de la
existencia humana, es una tarea necesaria, también como rechazo del amoralismo
burgués vigente.
Hay más puntos, que otras personas probablemente
vayan señalando, de manera que los que se traten en el Encuentro serán una
síntesis de los contenidos de las diversas propuestas. Asimismo, los enumerados
arriba están expuestos en un estilo simplemente indicativo, que probablemente
necesite ser modificado, mejorado.
Para finalizar: no se olvide que el Encuentro tiene
que ser una forma concreta de realizar la autogestión del saber y el conocimiento.
[1] Son, principalmente, Amigos y Amigas de Félix
Rodrigo. Grupo de debate-acción; Amigos de Félix Rodrigo Mora y Textos para la
Revolución Integral.
[2] La información sobre el Encuentro puede
demandarse en revolucionintegralgrupo@gmail.com
[3] Se acaba de publicar en castellano el libro “El desmoronamiento. Treinta años de
declive americano”, de George Packer, cuyo original apareció en 2013. No es
una obra sensacionalista más sobre la decadencia de EEUU sino un texto que
proporciona una información extensa aunque poco sistematizada. Este tipo de
libros, desde que Paul Kennedy editó el suyo hace más de tres decenios, suelen
ofrecer un análisis unilateral, falto de dialéctica, al no investigar los
vectores de fuerza a la vez que los componentes de debilidad en dicha
superpotencia. Pero, con todo, la caída de Occidente es innegable. Europa está
más desportillada incluso que EEUU, con unos agentes causales de disfuncionalidad
y declive tan numerosos como intensos. En efecto, las que con mayor rapidez se
están desmoronando son las sociedades europeas, comenzando por sus raquíticas
tasas de natalidad, tara que EEUU no padece. Eso abre un periodo potencialmente
revolucionario, que hay que saber pensar, planear y realizar desde hoy. En dos
o tres lustros todo esto será visible incluso para los más miopes. Así las
cosas el proyecto, programa e ideario de revolución integral es apto para ser
una esperanza y una guía, espiritual y práctica, para un gran número de
personas en el tiempo que se avecina, que será lúgubre, oscuro y doloroso,
aunque extremadamente estimulante y lleno de oportunidades transformadoras, al
mismo tiempo. Merece la pena reproducir lo que expone la solapa del libro de
Packer, “(EEUU) es una superpotencia a
punto de derrumbarse, con élites que ya no son élites, instituciones que ya no
funcionan y la gente corriente abandonada a su suerte”, juicios que son,
considerando el momento presente, exagerados y sesgados pero que resultan
ciertos si se proyectan hacia adelante unos años. En tales condiciones la
inadecuación e irracionalidad de las propuestas reformistas es obvia.
[4] Si la revolución de la Alta Edad Media
extinguió de facto el trabajo esclavo y el régimen esclavista en los
territorios en que tuvo lugar, la revolución integral del siglo XXI tiene que
liquidar el trabajo asalariado y el régimen salarial, lo que equivale a poner
fin a la existencia de la burguesía como clase.
[5] Ningún otro asunto manifiesta con tanta
claridad la sinrazón y perfidia de la actual formación social como la persecución
que padece desde hace decenios la maternidad, lo que es la peor expresión de
misoginia hoy. Nuestro proyecto se ha de dirigir a salvaguardar las expresiones
más fundamentales de lo humano y de la vida humana, en las que la maternidad
ocupa un lugar central. Ya hace años que acuñé el lema “Árboles, niños y concejo abierto”, para restaurar la naturaleza,
dotarnos de futuro y realizar una revolución política. Defender y promover lo
más básico debe ser nuestra misión. Eso significa pelear para que el ser humano
deje de ser una nada, para que triunfe la amistad y el afecto, para que el
trabajo sea un modo de realización y no de aniquilación de la persona, para que
el acto de pensar pero no el de ser adoctrinado-nulificado se convierta en
fundamento del sistema educativo, para que el pueblo sea pueblo y no populacho
manejado por el Estado de Bienestar, para que los valores de verdad, bien moral,
libertad, convivencia, esfuerzo, magnanimidad, responsabilidad y virtud
organicen nuestras vidas… En ese marco, la acción en pro una maternidad libre,
respetada, socialmente multi-apoyada y motivo de alegría para todas y todos
debe ser llevada hasta el final, contra las fuerzas institucionales
neo-misóginas que la reprimen con una ferocidad y pertinacia que sobrecogen.
1ª cuestión.
ResponderEliminarSi de verdad es posible una transformación social, analizando el panorama, creo que en pocas líneas se puede decir lo que habría que hacer. Con que cada uno o una se plantee estas cuestiones es suficiente, no hace falta tener que leer discursos repetitivos y cargantes como este ni buscar nuevos conceptos que solo sirven para crear más confusión:
-No estamos aquí por ningún propósito especial. Solo somos un animal más, ni superior ni inferior al resto de animales, siendo el acto de pensar lo único que nos diferencia.
-No hay opresores ni oprimidos. Todos somos víctimas de un sistema aniquilador. Pero al mismo tiempo somos dominantes sobre los más débiles en una pirámide de violencia involuntaria. Somos responsables de ello.
-Somos una especie destructiva contra todo lo que nos rodea.
-No importa cómo hemos llegado hasta aquí, solo importa que este modo de vida degradante debe desaparecer cuanto antes.
-La mayor amenaza es el perfeccionamiento del sistema tecnológico: la aniquilación de todo resquicio humano en favor de las máquinas. Esto es lo primero que habría que derribar.
Asumir esto es la tarea principal y a partir de ahí, quien piense que hay algo que transformar, solo tiene que:
-Bajar del pedestal en el que estamos subidos. Actuar ante todo con humildad: el planeta no es nuestro.
-Dejar de colaborar con todo lo que representa el sistema, admitiendo que todo nuestro ser está sistematizado.
-Dejar de obedecer.
-Dejar de consumir.
-Dejar de tener hijos.
-Dejar de trabajar para otros.
-Renuncia de lo material.
-Renuncia de todo aparato tecnológico que nos hace tontos.
-Renuncia de la vida urbana y masificada.
-Renuncia del dinero.
Y poco más, no hace falta encuentros ni movimientos ni semi-organizaciones. Menos hablar y más hacer. Otra cosa es que estos actos sirvan como ejemplo y se extiendan entre la gente, lo más probable es que no. Pero ante todo, seamos coherentes.
2ª cuestión
Este discurso obvia un problema muy grave: el holocausto y esclavitud de miles de millones de animales para beneficio humano, algo que no resulta sorprendente porque no hay ningún artículo en este blog, ni libro, ni mención alguna por parte de Félix Rodrigo Mora que aluda a este problema. Es más, en algún artículo en el que se le pregunta exclusivamente por este problema se desvía de la cuestión o lo relega a cuestiones irrelevantes. También en conversaciones privadas preguntando el porqué de este olvido o desprecio se desvía siempre la cuestión o se responde a la defensiva negándolo, como si no existiera. Uno de los síntomas de la deshumanización de la que tú has hablado a menudo con mucho rigor es esta indiferencia hacia el resto de animales, esta total falta de consideración.
¿Por qué tiene que haber asuntos de primer orden y asuntos irrelevantes?
¿Por qué negar que todos contribuimos a la esclavitud de millones de animales y que si están así es por nuestra culpa?
¿Acaso se aspira a una transformación social en la que los animales sigan siendo considerados seres inferiores que podemos utilizar a nuestro antojo, como si fueran cosas?
Si esta última pregunta es afirmativa, entonces la revolución integral es otra farsa más.
No hay transformación social posible sin un rechazo incondicional de la violencia sistematizada hacia los animales. Y no se trata de prioridades, sino de una forma más de renuncia perfectamente compatible con todos los actos voluntarios de no colaboración con el sistema.
No sé si has escrito eso para trolear o si es que estás mal de la cabeza.
EliminarLos animales no tienen conciencia de si mismos. Hay experimentos muy simples (como ponerlos delante de un espejo) y otros mucho mas complejos. Y todos dejan claro que ellos son solo robots.
¿Es un asesinato matar a una vaca? ¿Que vida puedes quitarle a una criatura que ni siquiera sabe que existe?
Preocuparte por los animales es como si te preocupas por un coche o por un ordenador. Y nos acusas de tener esclavizados a los coches y a los ordenadores para nuestro beneficio egoísta.
Amigo tú eres un trol o un loco.
A pesar de tu total falta de respeto insultando y descalificando te voy a responder porque tus palabras demuestran el nivel de deshuamnización que vivimos: si aún piensas como Descartes que decía que los animales eran cosas, es que tus pensamientos son retrogrados. Ponte al día, millones de personas ya se han dado cuenta de la barbaridad que decía ese tipo. Afirmas que como no tienen conciencia de sí mismos, son robots. Si no eres capaz de distinguir una máquina de un ser vivo el problema lo tienes tú. Tú, que quieres distinguirte, que te crees superior, que te crees mejor, que justificas la matanza de animales porque dices que son robots, que eres incapaz de comprender ni empatizar por tus semejantes. Tus palabras ya no valen nada.
EliminarErrante tienes razón los animales también son seres vivos. Y una revolución como se propone y necesita, debe dar ejemplo Respeto para todo y todos. Ganaremos
EliminarNo te equivoques, el prejuicio en Occidente de considerar a los animales como cosas no viene de Descartes ni de la Revolución francesa, sino de mucho antes, de la Biblia y la asquerosa moral cristiana.
EliminarTodo esto de la revolución tiene un problema: ¿Y si la gente es así porque quieren serlo y porque no podrían ser otra cosa?
ResponderEliminarTú dices que la gente son como son porque el estado los ha convertido en ello. Pero ¿y si no fuera así?
Entonces toda la revolución estaría destinada al fracaso.
Si tienes un estado que te educa desde los 3 años, un banco que te impone el dinero para todo y un jefe que te dice qué tienes que hacer desde los 23, obviamente que la mayoría de gente hará lo que estos les digan simplemente para adaptarse y sobrevivir aunque suene darwinista, pero eso no quiere decir que el ser humano tenga que ser así puesto que desde la existencia de la propia historia junto a su conocimiento se ha demostrado como una muestra de clasismo, odio y explotación que solo ha llevado a limitar al ser humano, ya es hora de buscar una civilización que no cambie la historia, sino que termine con ella para pasar a otra etapa mucho mejor buscando una familia humana.
EliminarLo que mas asombra de la gente es la total incapacidad que tienen para razonar. Hay muy pocos que sean capaces de tener ideas propias. Y no hay ninguno que sea capaz de elaborar cadenas de razonamientos.
ResponderEliminarAñade a eso que están totalmente idos. Sus mentes están vacías de conocimiento y llenas de ideas descabelladas. Son capaces de decirte que el fuego moja y de llamarte loco a ti si intentas razonar con ellos.
¿Como se le va a dar la vuelta a la situación?
Sí, arriba tenemos una prueba irrefutable de hasta dónde llega el trastorno del pensamiento. Textualmente argumenta: "puesto que los animales no son conscientes de sí mismos, son robots" o "como los animales no saben que existen, no se les puede matar, son como ordenadores o coches" (deducción: las plantas también son robots). Esta forma de pensar es ante todo antropocentrista: más allá de que todo gira alrededor del ser humano, la creencia dogmática de que éste es el dueño de todo, y por tanto puede usarlo todo a su antojo.
EliminarA mi juicio estos son los cuatro procesos claves que han posibilitado este trastorno del pensamiento: masificación, escolarización, publicidad y tecnología.
¿Cómo se le va a dar la vuelta a la situación? Es muy poco probable que se le pueda dar la vuelta. Lo más sensato que se puede hacer es esperar o intentar provocar el derrumbe de todo para reconstruir algo diferente.
pero esa forma de pensar es engañosa, en el sentido de "el planeta no es tuyo" pero es que una persona normal que es pobre ni siquiera pueda ir viajando por el planeta como si fuera suyo, está atado a sobrevivir y su propiedad, entonces solo es aplicable a la burguesía, y no me parece mal que fuera nuestro el planeta pero no en el sentido de posesión ya que nosotros somos propiedad del planeta y no al revés, él ha estado desde antes y es de nuestros hijos también, sino de que podamos viajar, conocer y experimentar a través de él. Con respeto, tolerancia y daño mínimo a la naturaleza por supuesto.
EliminarEl problema es que estamos en una época tan negativa en cuánto adoración al dinero y la máquina tecnológica, que incluso el humanismo es un mal menor, pero lo cierto es que es negativo también porque es la fuente de la separación del ser humano con el todo.
El todo entendido como universo, planeta, animales, espiritualidad, galaxia, etc. Algo que tenían más en cuenta indios americanos, aborígenes australianos o mayas.
El asunto de los animales es secundario por la sencilla razón de que los humanos, en tanto que tales, también están en extinción. ¿De qué sirve un planeta lleno de vida y color sin humanos? Lo que da sentido al planeta Tierra es que hay humanos en él. Esto no es antropocentrismo, sino sentido común.
ResponderEliminarY si hubiera otro plantea habitado por seres inteligentes, con conciencia de su existencia, pues lo mismo: ese planeta tendría sentido por ello, y no por los animales ni las plantas que allí hubiera.
A partir de ahí, es evidente que el ser humano debe convivir con el resto de seres vivos, y no limitarse a destruir todo, porque al final, como vemos, también se autodestruye a sí mismo. Sólo cuando los humanos vuelva a ser humanos, los animales tendrán mejor trato y porvenir (la otra opción, la mejor para los animales, es decir, un mundo sin humanos, no la puede contemplar ningún humano, es absurdo; y seguro que hay algún concepto o figura científica y/o filosófica que contempla y define dicho absurdo)..
Por lo demás, si la crítica de los "animalistas" se refiere a la salvaje e inhumana (sí, inhumana) industria de la alimentación, ciertas prácticas con mascotas, y cosas similares, no puedo decir otra cosa que estoy totalmente de acuerdo; pero ese es otro debate.
Por tanto, la Revolución Integral debe ir dirigida a rehumanizar a los humanos (autotrehumanización, mejor dicho, nada de expertos que rehumanicen al resto); y en la medida que los humanos vayan consiguiendo logros en esa dirección, los animales y sus ecosistemas serán mejor tratados por aquéllos (y sólo hasta donde alcanza la condición humana, la cual es omnívora, y esto incluye el comer carne).
Me parecen interesantes tanto el Encuentro como los comentarios de Errante Crítico.
ResponderEliminarEscribo aquí para hacer notar que la lucha individual o en colectivos aislados, se acaban convirtiendo en luchas devastadoras que el cuerpo no soporta. Ese es el fin de la humanidad, morir, dejando un legado de petrolio transformado y de aire tóxico que matará a unas cuantas especies o quizás a todo el planeta tal y como lo conocemos. Eso al planeta le da igual, a quienes nos incumbe es a quienes lo habitamos y lo transformamos en la trampa que nos está matando, ya sea con gases, ya sea por inanición, ya sea por enfermedad. Eso sólo nos importa a quienes vivimos, animales incluidos, que además tienen una voluntad mucho más genuina que la humana.
Así que agradezco la iniciativa de poder contribuir a detener este ecocidio y dejar de ser una espectadora.
¡saludos!
No es el asunto de los animales, es el asunto de la esclavitud y holocausto animal por parte de los humanos, es distinto. No hace falta poner niveles de prioridad, todo se puede hacer a la vez, solo hay que dejar de contribuir.
ResponderEliminarSi los humanos están en extinción es por su culpa y nada tienen que ver los animales.
¿Qué es eso del sentido? ¿Por qué tiene que haber un sentido en un planeta cualquiera? ¿Por qué si hubiera un sentido, éste tiene que ser porque hay seres inteligentes en dicho planeta? ¿Por qué pensar que todo tiene que tener una utilidad? Y lo más importante, ¿cómo se puede pensar que una especie que ya ha demostrado de sobra que tiende a destruirlo todo y a sembrar el caos en todas partes pueda dar sentido a un planeta? Todas estos argumentos de que tiene que haber un sentido o un propósito por parte de los humanos son propios de una visión antropocentrista, y es precisamente esta visión lo que ha posibilitado una especie destructiva con su entorno y con los seres vivos. Plantéate porqué tiene que haber un sentido o propósito, plantéate porqué no vivir sin más.
Por último ¿acaso hay alguna condición humana preestablecida? Si es por cultura, sí, somos omnívoros, pero biológicamente, somos más frugívoros que omnívoros. Nuestros antepasados eran ante todo recolectores de frutos y solo cuando las circunstancias ambientales lo impusieron se vieron obligados a cazar. Por eso, nuestro cuerpo está aún diseñado para comer vegetales, no carne.
Vamos a ver, una cosa es el sentido de la vida y otra la utilidad, una cosa es buscar la trascendencia, la espiritualidad, la consciencia que es algo que ha estado presente en el ser humano desde siempre salvo en la etapa moderna y cuando las instituciones religiosas coartaron eso para su beneficio y poder (ver cómo perseguían a cataros, brujas o cristianos primitivos); el utilitarismo, el pragmatismo y la productividad es una obsesión propia de la industria, el economicismo liberal y el trabajo asalariado del capital, y el ser humano moderno se ha tragado eso como necesario porque sino eres un "vago" y demás cuando no sabe que eso lo cosifica bajando su cualidad al de máquina, pero lo cierto es que el ser humano necesita tanto descansar, tener tiempo libre y ocio como trabajar, autorrealizarse y ayudar a los demás, buscar más de una de las dos partes es romper el equilibrio.
EliminarEsa gente que solo piensa en ingeniería, dirección de empresas o económicas mientras detesta al poeta, al traductor de lenguas o el artista, desgraciadamente vivimos en la lógica deshumanizada del dato.
Si el hombre está integrado con la naturaleza puede actuar buscando el sentido del planeta siendo consciente en su papel del sistema solar y el universo, intentando eliminar el sufrimiento y el dolor que existen para buscar la felicidad a un nivel más amplio, pero eso requiere un conocimiento mucho mayor que obviamente no posee actualmente o se perdió.
Sobre lo del veganismo, frutívoro, omnívoro o carnívoro no voy a entrar porque tardaríamos bastante, aunque para mí que somos más de la fruta y de comer un poco de todo.
Es muy difícil cambiar el mundo, pero bueno, dar origen a una corriente cultural como el romanticismo o algo similar tal y cómo están las cosas no estaría nada mal.
Con sentido no me refiero al destino como contraposición al libre albedrío o el azar (lo cual es una dualidad falsa).
La forma más eficaz y más segura de acabar con el enemigo es usar las características del enemigo en su propia contra. El resultado es que el país enemigo primero deja de ser una amenaza y luego se desmorona. Y entonces puedes hacer tranquilamente con ellos lo que quieras.
ResponderEliminarTú campaña por salvar la sociedad, aunque la hagas con buena fe, no tiene sentido porque no te enteras de lo que está ocurriendo. Patinas demasiado.
Glubb hizo un estudio sobre las grandes civilizaciones. Lo mas curioso es que todas siguen un patrón casi idéntico.
ResponderEliminarEn la fase final de cada civilización, la que antecede al colapso, ocurre lo siguiente:
-aparecen intelectuales a medio hacer que dicen que hay recursos para que todos podamos vivir, dicen que vivir es un derecho en vez de ser un privilegio, dicen que la dominación de pueblos extranjeros es algo malvado... Y lo peor de todo es que la gente común escucha a estos sofistas.
-el militarismo, la agresividad, el coraje, el deseo de gloria, la devoción al deber, el patriotismo... todo lo que constituye la base de las causas ascendentes es abandonado o incluso condenado.
-el exterminio o incluso la simple matanza de enemigos es denunciada como algo primitivo e inmoral. Idem con respecto a las guerras de conquista
-se vuelven solidarios con los mismos pueblos contra los que antaño competian o masacraban: la filantropia, la generosidad y la compasión hacia otros pueblos y razas se vuelven algo común
-aparece el relativismo moral, el ateismo, el hedonismo y finalmente el nihilismo
-cada uno busca solo su propio bien y centra su atención en la obtención de riquezas y placeres
-desaparece toda solidaridad entre los miembros de la comunidad
-aparecen las feminazis, los movimientos separatistas y toda clase de subversivos que en cualquier sociedad sana no existirían (entre otras cosas porque serían ajusticiados de inmediato)
-aparece el estado de bienestar, la sociedad del entretenimiento y de consumo
-los deportistas, los cantantes, los actores... todos aquellos relacionados con la industria del entretenimiento se convierten en ídolos de masas
-la sociedad en su conjunto va de mal en peor
-el pesimismo, la frivolidad, el engaño, el odio, el desprecio... de todos contra todos aumentan de año en año
-finalmente se llega a un punto en el que ya nadie está dispuesto a hacer nada por intentar salvar la sociedad
-poco después la sociedad (o lo que quedaba de ella) se derrumba y es invadida y sus habitantes son sometidos o exterminados por el pueblo invasor
La civilización occidental ha seguido el mismo rumbo que todas las precedentes. Y ahora mismo está en la fase que antecede al colapso final. Añade a eso que los rusos han decidido acelerar y ahondar el proceso porque nosotros somos sus enemigos, les disputamos los recursos, nuestra mera existencia es una amenaza para ellos. Y el resultado es la situación que tenemos.
Tú Feliz equivocas totalmente las cosas.
Hay gente malvada y como es lógico intentan corregirse a si mismos. Hay gente intoxicada y como es lógico intentan resolver su problema.
ResponderEliminarLo escandaloso de los españoles es que tienen unas carencias colosales y unos problemas gravísimos y no hacen nada por intentar resolverlo. Todo lo contrario: lo que están haciendo es ahondar el pozo de mierda en el que están metidos.
Aunque sea cómico y a la vez triste decirlo, quizá la solución sería simplemente no hacer nada. Dejar que ellos sigan adelante con su no-vida hasta que ellos solitos se extingan y ya está.
Tal vez no sean dignos de transmitir sus genes. Tal vez lo mejor sea que España se depure de todo los elementos perversos que le sobran.
Si el propósito de tu libro es hablar de civilización ¿Que sentido tiene hacer un libro sobre la edad media? ¿No sería muchísimo mejor hacer uno sobre el imperio español?
ResponderEliminarLos españoles no conquistaron América. Liberaron a los indios del infierno que eran sus vidas y les dieron un país. Esos territorios y sus habitantes se unieron a España voluntariamente casi en su totalidad.
Las ciudades mas grandes del mundo no estaban en Europa ni en Asia. Estaban en la América que crearon los españoles. Las empresas mas grandes del mundo no estaban en Europa ni en Asia. Estaban en la América que crearon los españoles. Los barcos mas grandes del mundo no se construian en Europa ni en Asia. Se construían en la América que crearon los españoles. La moneda mas poderosa del mundo no era la de una nación europea o asiatica. Era la de la America que crearon los españoles.
Incluso a día de hoy el simbolo del dólar no es una S sobre dos barras como cree mucha gente. Son las columnas de Hercules y la cinta con el lema Plus Ultra.
De todos modos, si haces un libro sobre la Edad Media espero que tengas el mínimo de honestidad para decir que en las batallas de esa época la tropa gritaba tres palabras:
Santiago
Cierra
España
España, ese pais que según tú no existe, resulta que era lo que gritaban para darse ánimos.
Venga ya que nos conocemos....
ResponderEliminarDa igual que os pongáis para arriba que para abajo, veganos y animalistas.... vuestra lucha sólo tiene sentido contra la estructura de la industria alimentaria, mataderos y demás y vuestra opción dietética es personal y punto. Las pretensiones universalistas del veganismo (mal disimuladas) son cuanto menos irrisorias.
No hay más vuelta de hoja.
Habemos quienes ya nos conocemos de memoria vuestros truquitos para imponer de manera sibilina y victimista el veganismo a todo quisque donde quiera que pisáis recurriendo al chantaje emocional, al obstruccionismo intolerante en las asambleas, a la habladuría y la puñalada trapera y al boycott activo de proyectos que no se avienen a aplicar todo vuestro ideario de la forma que a vosotras y vosotros os conviene.
Todo ello ha contribuido a reforzar el aislamiento lunático del ghetto y en ocasiones a generalizar en muchos proyectos un delirio prohibicionista patético y que tan sólo agrada a la minoría vegana de turno.
Habláis constántemente de respeto y diálogo constructivo para el intercambio de opiniones pero detrás de vuestra palabrería integradora y vuestra dialéctica de opereta escondéis un dogmatismo absolutamente irracional y en ocasiones agresivo. Es precisamente cuando se os contradice cuando mostráis vuestro verdadero rostro de inquisidores rabiosos, dañinos y despechados. Y todo por empeñarse en seguir viviendo en los mundos de yupi y no querer asumir la evidente naturaleza únicamente personal de vuestra opción dietética e ideológica así como su imposibilidad de universalización absoluta.
La dieta vegana no es condición indispensable para la revolución, y un mundo y una sociedad sin estado ni capitalismo y respetuosa con el medio ambiente y la naturaleza no tiene por qué ser vegana por narices.... Cosa de la que son perfectamente conscientes la legión de ex-veganos de más de 30 y 30 y pico años (superveganos recalcitrantes en sus veintipocos años) que ejemplifican aquello en lo que la inmensa mayoría de vosotras y vosotros acabais convirtiéndoos con el tiempo (salvo contadísimas excepciones).
ResponderEliminarVuestro discurso está plagado de victimismos, visiones idealizadas de la naturaleza, elitismo moralista de factura quasi-religiosa y desinformación, unas veces por ignorancia y otras por pura mentira interesada... por no hablar de censura en las traducciones de todos esos libelos, opúsculos, panfletos y libros mayoritariamente americanos y anglosajones de los que extraéis vuestras teoría e inspiraciones. Hay un número enorme y cada vez mayor de escritos anarquistas y de otras procedencias ideológicas criticando y demoliendo vuestra ideología en los USA y Alemania... curiosamente de esos no se publica nada por estos lares.... tiempo al tiempo, que hay quien ya está trabajando en ello.... ¿Os suena "Veganism a consumer activity" o "Veganism, why not" de Peter Gelderloos?, autor del que ya se han traducido y publicado al castellano 2 libros ("Anarchy works" y "How non-violence protects the state") de casi 200 páginas cada uno mientras que sus textos críticos con el veganismo antes mencionado malamente pasan de las 20 páginas?.... Y esto es tan solo la punta del iceberg....
Además por mucho que lo neguéis las y los primeros que tratáis a los animales desde una óptica antropocéntrica sois vosotras y vosotros al pretender que una creación exclusivamente humana como la ética se haga extensible a toda la bichería viviente que no los necesita para nada.
Nuestras relaciones con el resto de seres vivos, por mucho que el mundo y la sociedad cambien para mejor de manera revolucionaria estarán siempre atravesadas por la doble relación de cooperación y depredación.
A la naturaleza de nada le valen y para nada necesita de la moral humana.
El veganismo es una cuestión estrictamente personal y absolutamente secundaria, amén de una ideología parasitaria que ha contribuído no poco a joder proyectos y a que el ghetto político sea a día de hoy la amalgama patética e inoperante que es.....
Pero bueno, después de años de discutir con tantos y tantas de las vuestras no voy a entrar en vuestro juego, no es mi propósito contestar aquí una por una a vuestras alucinaciones para no llegar a nada.
Lo que sí deseo es dirigirme al resto de lectores y lectoras de este blog: Mucho cuidado con ésta secta que no traen más que ruina. Eso es todo. El que avisa no es traidor.
Ya va siendo hora de denunciaros por lo que sois y de poner fin a un bucle que ya lleva más de 10 años dando la caca y sembrando discordia allá por donde va.
Una que ya os conoce como si os hubiera parido....
Con respecto al punto primero:
ResponderEliminarEsta es la clase de cosas que han hecho para destruir la sociedad occidental:
https://www.youtube.com/watch?v=UGguoNumGnE
Lo que estamos viviendo es una guerra total contra todas las bases que hacen posible la existencia de la sociedad.
Y esa guerra no tiene como origen al estado español ni a ningún otro estado de occidente pese a que tú Felix te creas que si. Los que lo hacen son nuestros enemigos.
Y con respecto a la pregunta de qué hacemos al respecto, yo creo que no se puede hacer nada. Es decir: se podría hacer mucho, pero nosotros no tenemos los medios para hacer nada.
Para Errante Crítico:
ResponderEliminar1- Digo que los humanos, en tanto que tales, están desapareciendo, para pasar a ser, precisamente eso, ANIMALES o infrahumanos (dirigidos por unas minorías).
2- Ningún planeta habitado por seres sin conciencia tiene sentido; uso esa expresión pero podría haber usado otra; por ejemplo, que si no hay vida inteligente en esos planetas, nadie sabría (y nadie habría para saber) si en ellos hay o no animales. No digo que no tengan derecho a la vida los animales, sino que sólo la vida inteligente puede afirmar su existencia y llegado el caso, su importancia.
3- ¿Qué te parece el PROYECTO GRAN SIMIO? Sí, ese que tiene por objeto conceder derechos humanos a los grandes simios (gorilas, chimpacés...). La gente bienpensante cree que la intención es ELEVAR a los simios a la condición humana, cuando lo cierto es que una lectura menos positivista y menos infantil nos dice que la realidad es que se trata de equiparar (REBAJAR) a los humanos a la condición de simios.
4- El ANIMALISMO, tal y como está concebido y tal y como se defiende, es otra de las muchas herramientas que el poder tiene para dirigir a los humanos a la infrahumanidad.
5- Yo también era animalista...
Primero:
ResponderEliminarEn la Atenas de Pericles había mas de 1000 tratados sobre ciencia militar. Los sumerios (la primera sociedad avanzada) seguramente también tenían mogollón de tratados sobre el tema. Pero no nos han llegado. El tratado mas antiguo que nos ha llegado es chino y se llama precisamente "El arte de la guerra".
En ese libro te explica que reunir un formidable ejército y masacrar al enemigo supone la bancarrota del estado y el colapso económico y social de la nación. Además de ello supone un drama humano: muchos de los que van a la guerra acaban locos, mutilados y con heridas que les doleran de por vida.
El arte de la guerra consiste precisamente en conseguir que no haya guerras. Y cuando no quede mas remedio que guerrear, pues en conseguir que sean lo mas breves, incruentas y decisivas posibles.
El libro tiene un prefacio escrito por un ministro chino donde explica que es triste pensar que la mayoría de la gente es idiota perdida y jamás van a entender lo que es el arte de la guerra. Un asunto de la mayor importancia va a ser malentendido. Y ello originará desastre tras desastre, inmenso dolor y gigantesca miseria.
Una sociedad civilizada es militarista. Pero como la masa de la población española del siglo XVIII estaba formada por cafres incapaces de razonar, pues se oponían al militarismo (exactamente como explicaba el ministro chino). Y da igual que se lo expliques de 7 maneras distintas: son cafres y por tanto se oponen al militarismo. Incluso después de que España fuese saqueada y masacrada por los franceses, incluso después de que perdiesemos la mayor parte de nuestro imperio, la población seguía siendo antimilitarista.
Lo que hicieron los patriotas fue anular a la población española. Por su propio bien y porque no quedaba mas remedio.
Segundo
La gente normalmente tiene los gobernantes que se merecen. Un país de bárbaros como era España tendrá un gobierno de bárbaros. Y no se merecen otra cosa.
Los patriotas que querían militarizar España tuvieron que vencer la oposición de la masa de cafres que eran el pueblo español, pero además también tuvieron que vencer la oposición de buena parte del gobierno. El gobierno español en su mayor parte eran una panda de cafres incapaces de razonar (igual que el pueblo al que gobernaban). Los patriotas tuvieron que quitarlos de enmedio. Lo cual originó guerras civiles, golpes de estado, asesinatos...
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