Se está vulnerando el
tabú, se está derribando el anatema, se está pulverizando la proscripción: cada
vez más mujeres conscientes, y cada vez en una edad más joven, de un modo meditado
y deseado, se están embarazando.
Estamos ante una formidable
rebelión social, todavía inicial, que muy probablemente irá ascendiendo. Ser
madre hoy es desafío, indocilidad, rebelión, transgresión, insubordinación, sedición,
subversión. Es revolución, también porque niega y sabotea la biopolítica que
impone el poder. Dado que el capitalismo y la maternidad son incompatibles cada
preñamiento es una sonora bofetada que se da a la patronal, a la burguesía, y a
sus agentes feminicidas.
La persecución y el
linchamiento de la mujer que se embaraza es algo de todos los días. Es hoy una
de las más intolerables expresiones de misoginia. Refleja un odio convulsivo a
la mujer en lo que ésta tiene de más propio y sustantivo. Es una malignidad que
se debe denunciar y combatir, porque la mujer preñada ha de tener el afecto más
profundo de todas y todos, al ser expresión primordial de la vida y de lo vivo.
Pero ahí está el
Ministerio de Igualdad (ahora gobernado por la derecha heredera del franquismo)
y sus agentes vertiendo todo tipo de venenos y anatemas contra la mujer
embarazada, lo que incluye la difusión del odio a las niñas y niños, la
demonización del erotismo heterosexual, la manipulación mediática del cuerpo
femenino, la imposición adoctrinadora y legislativa de las formas de sexo no
reproductivo, el linchamiento de la expresión superior de actividad amatoria,
el sexo creador de vida.
Una mujer embarazada,
en particular cuando su estado se hace rotundamente visible, tiene la
estremecedora belleza, misterio, poderío y esplendor de las montañas
contempladas en la lejanía, de las noches de luna llena, del perfume a tierra
mojada tras una tormenta de verano, de los campos de trigo casi maduro mecidos
por el viento, de los bravíos torrentes primaverales alimentados por el deshielo,
de las densas y multicolores florestas caducifolias en otoño, de la nieve que
cae espesa y silenciosa en la noche gélida, de los grandes rebaños de ganado
semi-silvestre en las dehesas, de las olas del mar golpeando rítmicamente la
escollera…
Una mujer embarazada
es maravillosamente hermosa, erótica y seductora.
El entusiasmo por la
maternidad es expresión de entusiasmo por el ser humano, de fe en el futuro, de
adhesión a lo más fundamental de nuestra existencia y condición.
En consecuencia, hemos
de crear una sociedad en que la mujer embarazada posea el afecto y la
admiración de la comunidad de las personas decentes, lo que se ha de traducir
en apoyo, asistencia y servicio hacia ella. La fémina preñada tiene que ser querida,
idolatrada y mimada, situada en el centro de nuestras vidas y elevada a lo más
alto. Así haremos una contribución a que la revolución triunfe sobre las necrófilas
fuerzas del odio y la sinrazón, de la mentira y el aleccionamiento, del poder
estatal y el dinero.
El proyecto y
programa de revolución integral se propone afirmar, contra la actual sociedad
aberrante y la dictadura de los seres nada, los elementos primordiales, que son
los más sencillos y naturales, de la vida humana: una alimentación sana, una
existencia ética y sustentada en valores, un sujeto que se autoconstruye, unos
bosques recuperados, una vida libre y autogobernada, un obrar generoso y desinteresado,
un uso de la inteligencia sin copiar servilmente a nadie, una rica vida
interior, un obrar esforzado y de servicio al bien, un actuar con valentía y
coraje, el aprecio por la propia cultura, el situarse del lado de lo que es
justo, el amor al amor, el erotismo que une y fusiona y crea vida nueva[1],
la maternidad y paternidad… Porque la revolución integral no se fundamenta en
la pedantería discursiva de algún genio iluminado y sabelotodo sino en la pelea
sin final por hacer que las experiencias, vivencias, emociones y reflexiones de
la persona común no envilecida por el actual orden se hagan reales. En eso reside
su fuerza.
A la multitud de las
mujeres preñadas, valientes, fuertes, bellísimas, desafiantes y poderosas por
haberse atrevido, envío un beso todo él éxtasis y emoción.
[1] Para gustar de lo amoroso erótico
con autoría femenina quizá el poema “Amor”
de Ernestina de Champourcín sea apropiado.
Proverbio árabe que ningún massmierda publicará:
ResponderEliminar" El paraíso está a los pies de todas las madres"
Excelente artículo. Un delicioso bofetón argumentado contra las 'feminazis' y sus pintadas de "aborto libre" que últimamente decoran las paredes de nuestras ciudades.
ResponderEliminarEl aborto libre es necesario si las mujeres lo desean. Parece que no entendéis lo que quiere decir Félix. El feminazismo es aquel que utiliza el argumento de la igualdad para llevar a la mujer a sobreexplotarse y abandonar la maternidad, robándosela. Pero los patriarcales también se la roban, decidiendo por ellas lo que tienen que hacer con su útero. ¿Alguna vez las pobres mujeres podrán decidir de verdad sobre su más íntima cuestión, o desde el feminazismo y patriarcalismo estarán siempre intentando controlarla?
EliminarDebemos encaminarnos hacia la Matricentralidad, no hacia el Patriarcado ni Matriarcado. Y con Matricentralidad quiero decir que las mujeres deben emanciparse de forma colectiva, teniendo las mismas libertades políticas, espirituales, económicas y sociales que los hombres y además, tener otras más propia de su condición femenina relacionadas, "especiales". La primera, la de asociarse en asambleas vecinales para entre todas apoyarse en la crianza, gestación, parto y control de natalidad (no queremos ser Rusia pero tampoco ser Bangladesh, en el término medio está la razón) debería ser fundamental. Otra sería la de dejar de depender del Estado para protegerse contra los abusos Patriarcales, como violaciones sistemáticas como en el Medio Oriente creando patrullas de seguridad populares que defiendan al pueblo en su totalidad de esas y más agresiones y que puedan, si realmente son maltratadas, ser auxiliadas por sus compañeras, siendo este método más efectivo y justo que la discriminación positiva, porque a tu amiga no la engañas, ella sabe si realmente te maltratan o no.
ResponderEliminarExcelente!!
ResponderEliminarFélix, qué opinas de la gente que te ha criticado por ir a una charla en un centro fascista?
ResponderEliminarFélix, qué opinas de la violencia de género, el machismo, la homofobia, el racismo, la instrucción universal y la revolución francesa ?
EliminarEste es el buen camino sjn duda alguna.
ResponderEliminarHabría que considerar otros factores, aparte de un hipotético cambio en valores. Por ejemplo, las nuevas circunstancias socioeconómicas, que no ofrecen empleo a la mitad de los jóvenes, y a la otra mitad se lo ofrecen en condiciones horribles e hipercompetitivas, podrían estar haciendo que muchas mujeres se planteen realizarse vitalmente de esta otra forma. No hay mal que por bien no venga.
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