Perel, psicoterapeuta y sexóloga belga, efectúa
interesantes formulaciones sobre el erotismo en este libro, de 2006. Una parte es
dramática, la que se refiere a la crisis que atraviesa esta decisiva
experiencia humana, hecha de amor y sexualidad; otra enuncia formulaciones de mucho
interés reflexivo y práctico, y finalmente una tercera que es trivial, vacía y
prescindible. Son las dos primeras las que hacen de él un texto a leer y
reflexionar.
Comienza constatando “una disminución del deseo”, llegando a especular con “la ineludible muerte del Eros”. En esta
interpretación pesimista del presente y más aún del futuro del erotismo
coincida con otras ensayistas y pensadoras, Anna Clark y Carol G. Wells. Dice
bastante de cómo están las cosas que sean mayoritariamente mujeres las que están
denunciando la actual hecatombe de lo erótico, por tanto, de lo amoroso y lo
sexual. Esto pueda ser explicado porque son ellas, las féminas, las más dañadas
por la deserotización en curso.
Perel explica la disminución e incluso la pérdida
del impulso libidinal citando, como causas, la vida de sobre-trabajo y el
consumo de antidepresivos para aliviar el estrés, dos factores particularmente
presentes en las mujeres. Hay más causas, políticas, económicas,
convivenciales, emocionales y aleccionadoras. Entre éstas últimas cabe citar
las campañas del Ministerio de Igualdad y el movimiento feminicida por él
financiado contra el erotismo heterosexual, lo que ha hecho de ellos la
principal fuente de gazmoñería y la primera fuerza organizada dedicada hoy a la
represión de la sexualidad, en particular de la femenina.
Perel falla en algo decisivo, a pesar de sus
méritos. No comprende que si se constata una grave disminución del deseo
erótico es porque estamos sometidos a una campaña, organizada desde el poder
para aniquilar el Eros heterosexual.
Esto no es nuevo. Ya se hizo en el siglo XIX, con el
ascenso del patriarcado. En la era victoriana las mujeres de las clases medias
y altas europeas fueron sometidas a unas constricciones tales de su libido y
vida amorosa que una parte de ellas acabó contrayendo graves dolencias físicas
y psíquicas. Es el gran descubrimiento de Freud, que la represión de los
impulsos sexuales y amatorios daña, enloquece, enferma, sobre todo a las
féminas. Ahora, con el ascenso del neo-patriarcado padecemos una nueva gran
ofensiva contra la libertad erótica, esta vez en nombre de “la liberación de la
mujer”, que tiene por propósito aniquilar la vida emocional, relacional y
amatoria de las mujeres, para hacer de ellas robots entregados a la clase
empresarial, que vivan para el trabajo asalariado y no se ocupen ni preocupen
de nada más.
La fabricación en serie de esa mujer
hiper-productiva, esclava del capitalismo, deshumanizada y desfeminizada, entregada
al consumo y al dinero, exige su deserotización. Y también la deserotización de
los varones, para que cooperen con su completa inhibición en la degradación de
la mujer a mano de obra, una criatura ya no humana que reduce su existencia
producir y consumir. A este ente monstruoso el Ministerio de Igualdad y sus
agentes le denominan “mujer liberada”.
Las consecuencias son similares, aunque peores, que
las provocadas por la represión del sexo en la era victoriana. Los robots con
apariencia de mujeres hoy puestos a punto padecen todavía más enfermedades
físicas y psíquicas que las féminas victimas del patriarcado. En particular ocho:
depresión crónica, soledad patológica, ataques de pánico, nueva frigidez de
masas, infelicidad emocional, frustración del impulso maternal, impulsos
suicidas persistentes y desintegración corporal. El neo-patriarcado es
feminicida de un modo múltiple, pues para hacer de la mujer un mero factor de
producción la está aniquilando como soma y como psique.
En consecuencia, la lucha por la libertad erótica,
amorosa y sexual, es una de las grandes tareas del siglo XXI. Son las mujeres
las que deben con más fuerza combatir a quienes valiéndose de todo tipo de
argucias, desde colosales campañas publicitarias a leyes aberrantes,
operaciones de ingeniera social, chantaje emocional y desvergonzada demagogia,
están empeñadas en culminar el feminicidio, financiados por el ente estatal y
la clase empresarial.
El libro de Perel es útil para ello. Con
sorprendente capacidad analítica señala que si bien entre el amor y el deseo
hay coincidencias también se da el conflicto, de tal modo que un “exceso” del
primero puede hacer que el segundo decaiga y pierda intensidad. Por eso rechaza,
en una frase feliz que transmite una enorme sabiduría práctica, “la democracia en el dormitorio”,
arguyendo el igualitarismo no es consustancial a lo erótico, al ser éste
expresión de la totalidad de lo humano particularizado en cada sujeto, hombre y
mujer, lo que incluye pulsiones tenebrosas, deseos tortuosos, anhelo de lo
terrible, emergencia de lo indecoroso y fantasías a veces bestiales. En él se
expresa la parte oscura, reprimida y auto-reprimida, de lo humano: así es y así
debe ser.
El Eros, viene a decir, tiene sus propias normas, y
no puede regirse por una traslación a su mundo de lo que es pertinente en otras
prácticas humanas. La irreprimible realidad de las parafilias (otrora
denominadas perversiones sexuales) y el formidable universo de las fantasías
eróticas, particularmente activas en las féminas, demanda que la vida libidinal
del ser humano sea comprendida y vivida en su particularidad y concreción.
Rompe valientemente Perel con diversos estereotipos,
como que las mujeres desean amor y los hombres sexo, o que los impulsos de
sumisión sean más comunes en las féminas que en los varones. Aduce que la
realidad a menudo es justamente la opuesta.
Advierte que muchísimas féminas desean alcanzar, en
el erotismo práctico, “éxtasis
desenfrenados” y que eso no siempre es posible con varones demasiado
“correctos”, que no diferencian la convivencia cotidiana de las prácticas
eróticas, en las que ha de mandar el furor, la irracionalidad y la locura del apetito,
del impulso, del deseo. Convertir el amor y el deseo en una unidad de
contrarios es todo un hallazgo epistemológico de esta autora, que ofrece la
clave para comprender una buena parte de la vida amatoria humana.
El erotismo, por un lado, es fusión amorosa,
eliminación de las barreras interpersonales, unificación de los cuerpos y las
almas, emoción profundísima por abandonar la soledad propia del sujeto en el
día a día. Eso quiere decir que es amor. Por otro lado es ansia ciega de
posesión, afán de dominio, batallar de los cuerpos, explosión de lo más oscuro,
salvaje egotismo, dolor que se autoniega, fantasías que pugnan por realizarse avergonzando
a quienes las albergan. Eso quiere decir que es sexo, sexo humano.
Lamenta la autora la actual “inseguridad masculina”, que enfría el deseo femenino y contribuye
a la tarea, demandada por el poder constituido, de desexualización general de
la vida humana en las sociedades de la hiper-modernidad. La castración psíquica
del varón va unida a la castración múltiple de la mujer. En su experiencia
clínica Perel ha constatado que muchas mujeres esperan que los varones sean “más decididos y menos respetuosos” en el
erotismo práctico. Éste es un consejo que contribuirá a encender el deseo en la
totalidad del cuerpo social, para constituir una sociedad erotizada, esto es, re-humanizada,
pues la destrucción del Eros es parte de la devastación de lo humano, de la constitución
de los seres nada de la modernidad.
Falla Perel, empero, al aseverar que en el erotismo
y el sexo “el placer es la única meta”.
No. La experiencia erótica, como todas las que son esenciales en lo humano, es
de naturaleza inefable e indecible, al realizar nuestra condición en su
desconcertante complejidad. Asignarla el placer como meta es rebajarla,
frivolizarla y mancillarla, es contribuir de facto a que la crisis de lo
erótico, tan grave, se mantenga. El placer es sólo parte, parte secundaria.
Haciendo un siempre fallido, a fin de cuentas,
esfuerzo de definición y concreción, podemos decir que el obrar erótico
satisface deseos humanos muy profundos, de fusión total con el otro al mismo
tiempo que de pugna con él, lo que es comprensible dada la bipartición natural
de nuestra esencia. Ser como habitualmente no somos, y estar de un modo que no
es el común en compañía es lo que la experiencia amatoria proporciona. Un modo
de autolimitar el propio erotismo es asignarle fines hedonistas y placeristas
en vez de los que le son inherentes, sublimes, misteriosos, maravillosos,
mágicos y trascendentes.
Para terminar, Perel no se atreve a entrar en el
análisis de la forma superior del erotismo, el creador de vida. La aterradora presión
de la biopolítica propia de las sociedades que han realizado plenamente el
capitalismo se lo veda y prohíbe de una manera no sólo imperiosa sino también
amenazante. Sería castigada por el poder constituido si transgrediera el tabú
de que en las sociedades “ricas” europeas las necesidades demográficas se
cubren con los inmigrantes, mucho más baratos, que con nacimientos desde la
población autóctona. Por eso a las mujeres se les arrebata las delicias de la
maternidad y los varones las satisfacciones de la paternidad. El interés del
capital ha de prevalecer siempre, cómo no. Y dado que la mano de obra es una
mercancía, hay que traerla (o hacer que venga) de donde resulte más económica. Esta
operación mercantil es velada con verborrea sobre el “racismo”, el
“humanitarismo”, etc.
Porque detrás de la deserotización, de la
manipulación destructiva del cuerpo de las mujeres, de la castración psíquica
de los varones y del neo-patriarcado todo están, en definitiva, las leyes del
mercado, además de los intereses del Estado. ¿Alguien lo duda?
Tenemos que alzarnos multitudinariamente contra
quienes pretenden castrarnos y deshumanizarnos, para crear una nueva sociedad y
un nuevo ser humano en la que el erotismo, el amor y el sexo sean libres y
autodeterminados a partir de lo que cada cual es. No pueden establecerse normas
generales ni reglas universalmente válidas para lo que en esencia es vivencia
individual concreta no sometida a más determinaciones que las que acuerden
darse quienes participan, como sujetos libres y responsables, en las prácticas
amatorias.
Creo que compartes fines con Círculo Atenea
ResponderEliminarhttp://circuloatenea.com
Contacta con ellas. Creo que dará buenos frutos.
alcanarpoesia.blogspot.com.es/2014/02/teresa-domingo-catala.html
ResponderEliminarUna pequeña muestra de poesía erótica.
Creo que lo que se pone Félix es bastante hacertado.
ResponderEliminarHace unos meses hubo una gran polémica porque según un reciente estudio científico por el Journal of Clinical Psychiatry, el 90% de las mujeres sometidas a una violación, consiguen un orgasmo.
Pego el texto porque no sé cómo poner el enlace;
"Over 90% of female rape victims experience orgasm during the attack." -- My Posting Career
BOSTON - A new study to be published in next month's Journal of Clinical Psychiatry is causing controversy in the psychiatric community for some of its unexpected findings. The study, titled "Shame and Guilt in the Aftermath of Sexual Attack", verifies much of what we know about the mental health of rape victims. However, one observation in particular is raising eyebrows. After analyzing the anonymous transcripts of over 5,000 post-rape counseling sessions, the authors point out that almost all female rape victims experience orgasm during the attack.
Asked for comment, Dr. Herschel Liebowitz, one of the authors of the study, said, "Millions of years of evolution has hard-wired women to be attracted to strong, dominant, and aggressive men. Unfortunately, rapists exhibit an extreme form of these characteristics, even if only temporarily, and this causes an unexpected and involuntary physiological response in the victim."
Researchers focused on the psychiatric impact of this involuntary response. "Rape victims in general tend to experience an overwhelming sense of shame and guilt", noted Dr. Liebowitz. "This study finds that the guilt is not a result of the attack necessarily, but rather her own response to the attack. Intellectually, she is disgusted at being violated by an anonymous attacker. But physically, her body seems to have welcomed the attack in the form of sexual climax or orgasm. We believe this contradiction in feelings is the primary source of their shame and guilt."
No cabe duda: la culpa de todo es una vez más de los hombres. No es necesario ningún otro análisis. Ya los institutos de la mujer, las organizaciones feministas y todo tipo de observatorios de género han concluido que la culpa de todo es de los hombres. Esas pobres mujeres que ahora ni desean ni son deseadas no tienen ninguna responsabilidad en lo que ocurre. Dada esta falta de satisfación femenina, es necesario primero que nada endurecer la legislación contra los hombres, blancos y heterosexuales por supuesto, y luego ya veremos si es necesario que sean eliminados o no.
ResponderEliminarQuerido anónimo, te entiendo y es natural que ante algunos tonos pienses que las mujeres deseamos culpar a los hombres. Algunas mujeres, de hecho, lo hacen. También hay hombres que opinan que el feminismo es un asunto de mujeres. Eso es un error, pero es otra historia en la que no voy a entrar ahora.
ResponderEliminarAhora vamos a este artículo en particular. Cuando se habla de patriarcado muchas personas (mujeres incluidas) no entienden que este término se refiere tanto a hombres como a mujeres. Es un sistema, patriarcado no equivale a hombre.
Gracias por tu atención.
Gracias por su comprensión y sus explicaciones. A partir de ahora no volveré a asociar a Abraham con el patriarcado y lo relacionaré, más bien, con Simone de Behavior. Exactamente lo contrario haré en relación con el feminismo.
EliminarEpicuro, Diógenes, Lao Tsé, Confucio, Buda, Platón, numerosos santos cristianos, Jesucristo además de los numerosos intentos colectivistas ya sean comunas hippies, falansterios, indios americanos, monasterios, cristianismo primitivo, anarquismo, vida rural, bosquimanos, prehistoria... no pueden estar equivocados: la vida es una gratitud que se ha de vivir de forma plena, austera y sencilla donde compartamos con los demás nuestros bienes y sobre todo los mejores valores de cada ser.
ResponderEliminarCuando llegue el día en que el Papa de roma sea una mujer, los obispos mujeres, los mulás islamicos mujeres, los ayatolas mujeres, los budas vivientes mujeres, la mayoría de presidentes de los paises del mundo mujeres, la mayoría de ministros del mundo mujeres, los multimillonairos explotadores del mundo mujeres, los genereales y altos cargos de los ejercitos del mundo mujeres, los violadores del mundo mujeres, etc,etc,etc,entenderé vuestros objetivos. Pero hasta que eso no ocurra vuestra propuesta es como cuando en plena Alemania dominada por los nazis algunos se preocupaban y trataban de denunciar la mala influencia de la excesiva ingesta de café entra la población germana.
ResponderEliminarTodo esto me recuerdo el dicho aquel de que los "idiotas miran el dedo cuando señala el sol" o algo así. ¿Quienes nos llevan castrando y deshumanizando durante siglos? ¿las mujeres? ¿las feministas? Me temo que no, si no todo lo contrario, los hombres con poder, reyes, emperadores, papas, obispos, ayatolas, mulás, budas, cardenales, catedráticos, generales, militares, inquisidores, violadores, etc,etc, y en eso seguimos
¿y la Merkel, y la Saenz de Santamaría, y la Pilar Primo de Rivera, entre "otras", qué, eran señores disfrazados con faldas?
EliminarMenos feminismo y mas sentido común. En todo caso que lo defiendan quienes cobran cátedra por él.
Una muestra mas del noble arte comun en el colectivo femenino de culpar a los hombres para evadir su propia responsabilidad lo cual resulta muy comodo por que te evita hacer la autocritica que te llevaria a colegir tanto los hombres como las mujeres son responsables de lo que pasa en el mundo y que habida cuenta que las mujeres son sujetos igualmente capaces son igualmente responsables
EliminarNegar el machismo y elpatriarcado y poner al mismo nivel de responsabilidad a mujeres y hombres en cuanto a las miserias que sufrimos es tan miserable como poner al mismo nivel a explotadores y explotados. Si amiguito, los 50.000 multimillonarios del mundo (la mayoría hombres por cierto) son responsables en plano de igualdad con los 5000 millones de pobres que habitan el planeta. Todos "igual de responsables". Igual de responsable el niño que muere de hambre antes de los cinco años, que el viejo rico que compra transplantes en el mercado negro mundial para todos sus órganos de noventa años. Lo mismo. Lo mismo explota un papa que una papisa o un ayatola que una ayatola. (!A perdón que no hay papisas ni ayatolas mujeres, pero no importa en plan de igualdad jerarquico espiritual y politico militar a nivel mundial - ¿Cuantos generales hombres hay en el mundo hoy día? ¿cuantos mujeres?). En fin, ciego el que no quiere ver y cómplice el que se alía con el opresor y explotador (si masculino, si).!!!
Eliminar¡¡Qué malos son los hombres (heterosexuales, por supuesto¡¡ negarlo es de miserables y equivale a hacerse cómplices de su iniquidad. Nada que ver con la inocencia, bondad y espiritualidad de toda mujer. Sí, toda mujer, y quien no quiera verlo acabará ardiendo en el infierno, donde será el llanto y el crujir de dientes.
EliminarNegar la responsabilidad de las mujeres en lo que está pasando es negar su humanidad, negar su capacidad de raciocino, negar su libertad, admitir su inferioridad como seres humanos y condenarlas insignificancia. Dejar la responsabilidad de lo que esta pasando a los hombres únicamente es autocomplaciente, victimista, cegato y finalmente paralizador.
EliminarNo creo que la crisis actual sea una lucha entre los hombres y las mujeres. La crisis actual es una crisis en la cual las mujeres ricas están quedándose con todo los recursos gracias a la credulidad estupidez de las mujeres pobres.
EliminarA algunas parece que les importa más que haya mujeres en el poder que la liberación social, eso es contrarrevolucionario a más no poder.
ResponderEliminarNo sé si sabe que en las primeras etapas humanas y en la prehistoria dominaba la mujer sacerdotal y el matriarcado, la Diosa Madre, las Venus y la fertilidad con caderas anchas, por eso de significar el origen de la vida al dar a luz supongo.
De hecho, ya se hablaba en varios textos religiosos como en el kali-yuga o la Edad de Hierro en Hesiodo del afeminamiento del hombre, la promiscuidad, el aborto, la confusión de sexos -transexualidad, bisexualidad-, aumento del número de mujeres y disminución de los hombres.
Al último comentario del 12/03 las 12:22:
ResponderEliminar¿Por qué siempre estáis con la misma cantinela? Sí, Hitler era un hombre, Staliln era un hombre... ¿y qué? ¿O acaso detrás de todos esos generales, militares, inquisidores no había mujeres?
También podíamos darle la vuelta al argumento y decir que el 95% de las personas que han generado conocimiento y ciencia al ser humano eran hombres. ¿Somos buenos o somos malos?
El post de Félix versa sobre algo muy cierto; la sociedad moderna exige parejas como si fueran Sociedades Limitadas de dos socios al 50%, cuando la naturaleza dice otra cosa. Y si vamos contra la naturaleza, ya sabemos qué es lo que pasa.
¿La naturaleza dice otra cosa? !Camadas!!Harenes!!Un macho con veinte hembras!!¿qué naturaleza, la humana?
Eliminar"Me temo que no, si no todo lo contrario, los hombres con poder, reyes, emperadores, papas, obispos, ayatolas, mulás, budas, cardenales, catedráticos, generales, militares, inquisidores, violadores, etc,etc, y en eso seguimos".
ResponderEliminarEstas argumentaciones son las que hacen poco recomendable el feminismo de Estado. Un pupurrí de argumentaciones de baratillo que al final se resumen en una idea básica: hombre malo/mujer buena.
Le informo a la autora del párrafo que en algún momento del año 2010 creo recordar, habían muerto en el Estado Español más hombres a manos de mujeres que al revés.
"Me temo que no, si no todo lo contrario, los hombres con poder, reyes, emperadores, papas, obispos, ayatolas, mulás, budas, cardenales, catedráticos, generales, militares, inquisidores, violadores, etc, etc, y en eso seguimos":
Eliminar-Es una obviedad que sólo los machistas, sean estos hombres o mujeres, se resisten a entender.
Porque será que a cualquier comentario que no les gusta llaman "machista" a cualquier cosa como si eso fuera intolerancia, todavía espero una palabra mágica de la intolerancia de aquellos que ven el Estado como opresión del pueblo favorable al mismo que los desacredite u otra definición o concepto en contra de los que ven el libre mercado como la libertad del individuo en lugar de como la venta de su vida.
EliminarSobre que no pueden establecerse reglas y normas universalmente válidas o que hay que formar un nuevo hombre, no estoy de acuerdo, pero me parece secundario al lado del totalitarismo económico y la "moral" progresista
Muy bien,Félix,pero cualquiera te podría decir que te estás convirtiendo en un viejo verde.Está muy bien que se quiera renovar las prácticas sexuales,también reflexionar sobre ello y sus ligazones con respecto a la revolución,pero Eros y Afrodita tienen que estar cansados ya.Lo poco gusta y lo mucho cansa.
ResponderEliminarde verdad que cada vez creo más en la opción de no dar espacio a comentarios, realmente se le quitan a uno las ganas de ver a tanto sabiondo escribiendo comentarios bajo pseudónimos absurdos. Lo tienen todo tan claro, creen que tienen tanta verdad que asusta o repugna en algunos casos. El blog no debería dar espacio a los comentarios, y no se perdería ni un gramo de libertad.
ResponderEliminarTambién puede uno no leerlos, que es casi lo que hago yo, pero la presencia de sabelotodos que solo muestran sus fauces, y seres aparentemente incapaces de llegar a acuerdos, pesa en el blog.
Pues cuando ves debajo del artículo: 16 comentarios, ya imaginas a todos esos revolucionarios escribiendo correctamente sus grandes pensamientos, sus horas de lectura.
¡Muy, pero que muy de acuerdo con este comentario de “maritrini”! Lo que sucedería es que por la estupidez ególatra de algunos, el resto nos perderíamos bastantes y muy buenas observaciones e ideas. Es un “efecto colateral” de la democracia, ¿qué vamos a hacer?
EliminarDe lo que tu hablas,Maritrini,es de la sociedad actual,donde los sabios hablan y la plebe calla.Creo que Félix tiene la suficiente oportunidad de hablar,tiene un blog,una página web y unos cuantos libros.Por otra parte,si la plebe siempre calla,¿como se va a construir para realizar la futura sociedad de la libertad?
EliminarHoy hay un artículito del señor Miguel Lorente Acosta, del que Félix es bastante admirador :-) en EL PAÍS, echando la culpa a los hombres.
ResponderEliminarMe gustaría que este señor se mirase las estadísticas de suicidios estos últimos años y comprobase cómo a partir de la implantación de la Ley Integral de Violencia de Género, los suicidios de los varones aumentan exponencialmente, mientras los de las mujeres permanecen estables.
Con esto quiero decir, la violencia de género es un fenómeno con dos caras, pero sólo una visible. Hace poco salió a la luz el caso de un hombre en el País Vasco que contó en un blog el proceso de su divorcio y que al final le llevó al suicidio por las constantes humillaciones de su mujer. Si estos suicidios se contaran como asesinatos los hombres serían mucho más víctimas de la violencia de género, como lo son de todo tipo de muertes violentas.
Calle, calle, que a Maritrini no le va gustar esto nada. Le va a tachar de sabiondo con pseudónimo absurdo, a diferencia del de ellá que es conciso, significativo e inteligente, y querrá cerrarle la boca.
EliminarOpino que teorizar sobre sobre erotismo está muy bien, y que estar informad@ y tener argumentos y saber defenderlos es un arte. Yo, como no tengo el don de la palabra, he decidido, junto con mi mujer, crear un proyecto práctico para "reconquistar" el cuerpo.Este proyecto es nuestra modesta aportación a esta lucha contra la deshumanización de lo erótico.Un saludo Félix, de un "casi paisano" de Palencia
ResponderEliminarEste video me ha impactado tanto que necesito compartirlo:
ResponderEliminar"No te vayas, papá". (Discriminación positiva)
http://plataformaporlaigualdad.es/?p=13336
¿PATRIARCADO? por favor, si vivimos en un neomatriarcado decadente de hombres castrados , estrogenizados y muy en contacto con"su lado femenino". La mujer joven ya es idealizada como una diva.
ResponderEliminarQue el modelo económico pueda tener signos patriarcales, nada tiene que ver con lo que ideológica y socialmente se respira en la calle. El hombre está totalmente reprimido y puesto bajo sospecha por toda clase de leyes y teorías izquierdistas y progres.