jueves, 7 de febrero de 2019

EL AMOR COMO SEDICIÓN. REFLEXIONES SOBRE LA FIGURA DE JESÚS DE NAZARET

A Jordi Cuixart i Navarro, agraint-li la seua enteresa
Parece ser que Jesús de Nazaret, rabino galileo de procedencia popular, independientemente de la  creencia político-religiosa propia, o que algunos le atribuyen, sobre la necesidad de liberar al pueblo judío de la dominación romana ( Mesías) y también  del proceso de deificación posterior ( Hijo de Dios), fue capaz de sintetizar, a pesar de las numerosas  y diversas corrientes de pensamiento existentes en su época, una  forma idónea de entender las relaciones humanas, una visión doctrinal dirigida a la raíz del problema suscitado por la necesidad de conformar una sociedad sobre la base de principios éticos y no estructurada en torno al poder, el dinero y la dominación de unos sobre otros. Es decir, una sociedad que mereciera el calificativo de verdaderamente humana.
Cosmovisión difícil de entender cuando la sociedad está construida de manera que la supervivencia exige competir y destacar en la capacidad por dominar y esclavizar al prójimo. No obstante muchos de los que escucharon al rabino Jesús consideraron esta cosmovisión viable por lo que se suscitaron esperanzas de justicia e igualdad en el pueblo, pero también animadversión en  aquellos que conformaban el poder político, religioso y militar en el Israel de aquel tiempo.Una  concepción de las relaciones humanas fundamentada en la verdad, la igualdad, la justicia, la solidaridad, el equilibrio entre la persona individual y la social-comunal, el reparto de la riqueza generada  con el trabajo colectivo, etc. Es decir, una cosmovisión de las relaciones humanas que se resumen en un concepto y en una realidad convivencial: el amor.

Autor: Rafael Rodrigo Navarro 

martes, 5 de febrero de 2019

El capitalismo: Hijo bastardo del militarismo. Esteban Vidal

La idea tan extendida de que el capitalismo es un producto del desarrollo interno de la economía, y más concretamente de las fuerzas de producción, oculta su verdadero origen. Este no se encuentra en ningún proceso de acumulación originaria como plantean el marxismo o el liberalismo, ni tampoco en una repentina transformación de las relaciones sociales de producción, fruto de determinadas fuerzas históricas vinculadas a la economía. El capitalismo es, primero y antes que nada, un producto de la guerra, y sobre todo del militarismo. Este es el origen del capitalismo que formalmente no se quiere reconocer, y que académicos, intelectuales, ideólogos, etc., ignoran o deliberadamente ocultan con sus construcciones ideológicas y demás dislates.
En la medida en que el capitalismo es un producto de la guerra cabe preguntarse por qué surgió en Europa en la época moderna y no en cualquier otro lugar donde, al igual que en Europa, también había guerras. La razón es bastante simple. El espacio geográfico en Europa estaba organizado en torno a una multitud de unidades políticas independientes, lo que conformaba un escenario geopolítico fragmentado y descentralizado. Prueba de esto es que en el s. XIV había en Europa aproximadamente 1.000 unidades políticas de diferente naturaleza que, además, estaban en permanente conflicto entre sí.[1] Así pues, existía un alto nivel de competición que estimuló la guerra de una forma que no tuvo lugar en ninguna otra parte del mundo donde, al contrario que en Europa, predominaban formaciones políticas imperiales, como es el caso del extremo Oriente, Asia central, norte de África, etc.

LA TRAMPA DEL PACTO MUNDIAL SOBRE MIGRACIÓN

Esteban Vidal

El pasado 10 y 11 de diciembre fue firmado en Marrakech el pacto mundial sobre migración auspiciado por la ONU. Al menos 164 países se han sumado a este acuerdo que es la culminación de una serie de declaraciones, conferencias y cumbres internacionales desarrolladas en el seno de la ONU. Desde los medios de comunicación del sistema ha sido desplegada toda una campaña demagógica que lo ha presentado públicamente como un pacto mundial contra la xenofobia. La realidad dista bastante de lo que los apologistas de dicho documento afirman.

Ciertamente se trata de un pacto no vinculante, sin embargo, constituye un marco legal de referencia para los países signatarios al establecer una serie de directrices generales en materia migratoria. Esto significa que el pacto constituye una referencia en función de la que los diferentes Estados diseñarán, formularán y ejecutarán sus respectivas políticas migratorias, pudiendo plasmarse en la legislación estatal los principios rectores que articulan dicho pacto. En este sentido se trata de un marco para la cooperación internacional basado en las relaciones entre gobiernos. De este modo el pacto, como una norma del derecho público internacional, se convertirá en una práctica en la medida en que cada Estado signatario, de modo individual y en conjunción con sus negociaciones con otros Estados, lo adapte a su propia política migratoria. No significa una pérdida de soberanía, pues no existe un compromiso vinculante como tampoco ninguna autoridad que pueda forzar su cumplimiento a los países firmantes. Pero el hecho de que los Estados lo firmen sí implica su aceptación y reconocimiento, de forma que pasa a ser una referencia a la hora de elaborar y desarrollar políticas migratorias, y de cooperar con otros gobiernos en esta materia. En cualquier caso el pacto en sí mismo ha generado un revuelo un tanto inmerecido, pues al fin y al cabo no supone una novedad significativa en relación a los pactos y otros acuerdos alcanzados en el marco de la ONU.[1] Es habitual que dentro de la ONU se asuman principios y compromisos cargados de grandilocuencia que únicamente son un brindis al sol que, por lo demás, sólo tratan de enmascarar las verdaderas intenciones a las que obedecen, tal y como sucede con este pacto mundial sobre migración.



[1] El aspecto de este pacto que mayor polémica ha producido en algunos países es la confusión que crea en torno a la figura de las personas migrantes y los refugiados, de forma que las primeras eventualmente llegan a ser equiparadas con los segundos. Una lectura del mencionado documento demuestra que efectivamente no está clara esta distinción, lo que hace pensar que realmente existe una clara intención de tratar de hacer aceptables ciertos fenómenos de inmigración masiva a ojos de la opinión pública de algunos países al presentar a esta población como refugiados.

viernes, 1 de febrero de 2019

EL COMÚN CATALÁN. Edición en castellano


Me complace mucho anunciaros la publicación por Cauac Editorial Nativa de una edición actualizada del libro “El común catalán. La historia de los que no salen en la historia” en castellano.
Esta edición cumple con dos cometidos:
El primero, una revisión del libro que incorpora modificaciones y algunos nuevos detalles. Tal como ya anuncié en el capítulo de agradecimientos del libro en catalán, este trabajo es un documento vivo, con posibles nuevas actualizaciones o ampliaciones, ya que desde su publicación a finales del 2015 he seguido estudiando sobre este tema. Por ejemplo, en esta nueva edición se han añadido datos históricos relacionados con los bienes comunales y asambleas populares de aquellas poblaciones catalanas que me invitaron a presentar el libro y que no se hacía referencia a ellas en el mismo.
El segundo, la edición en español ha sido todo un reto, debido a que es complejo reflejar en otro idioma las particularidades de la cultura popular catalana y en especial la terminología del medievo catalán, sin que pierda la esencia del libro anterior y que además su lectura sea cómoda. Tengo que dar las gracias al equipo que inició su traducción de forma desinteresada. Un equipo de personas que creyeron más que yo en que esto pudiera llevarse a cabo y que dieron un impulso al proyecto. Sin ellos este libro no hubiera visto la luz. La posterior fase de corrección, ampliación y maquetación también ha sido ardua y ha durado más de un año, trabajando conjuntamente con Cauac. Mi agradecimiento al equipo de Cauac, con los que he disfrutado colaborando y he aprendido mucho de ellos. Pulsando aquí podéis leer la nota recién publicada por la editorial.
El libro empieza su distribución y se puede pedir en cualquier librería. Si no tienen el libro, normalmente las librerías lo solicitan a las distribuidoras que lo tengan.
Además se puede hacer un pedido ya en nuestra web o en la web de la editorial Cauac. En los próximos días anunciaremos nuevas presentaciones.
¡Salud!