La ministra de Empleo, Fátima Báñez, “desea” que la jornada laboral acabe a las seis de la tarde, en vez
de entre las 8 y las 9, “para conciliar
la vida laboral y la personal”. Es el
reconocimiento de que el tiempo de trabajo está en las 12-13 horas diarias, con
el añadido de una hora de transporte, más los cursos, aprendizaje de idiomas,
etc. que absorben una parte creciente de los fines de semana y vacaciones, y
sin olvidar los estados de preocupación, ansiedad, temor, obsesión, fobias y
angustia que ocasiona el trabajo neo-esclavo, el actual.
El trabajador se está
desmoronando. No puede resistir tan descomunal esfuerzo laboral neo-servil,
realizado en condiciones cada vez más autoritarias, degradantes, penosas, destructivas,
hostiles y deshumanizadoras. Por eso la cuestión favorita de conversación en las
y los mayores de cuarenta años es la jubilación. El trabajo asalariado ha
llegado a ser la causa principal de sufrimiento psíquico y desesperación, de
enfermedad somática y anímica para millones de personas, y probablemente la
primera causa de suicidio.
Estar en paro es una
pesadilla. Tener trabajo otra.
Una forma particular de nulificar a la adolescencia
y juventud es la ampliación aberrante de la carga de estudio que ha tenido
lugar en los últimos 20 años. Ahora el estudiante medio está obligado a consagrar,
entre asistir a clases y estudiar en casa, un tiempo similar al del asalariado
medio, 12-13 horas diarias siete días a la semana. Esto está creando una
juventud embrutecida, arruinada y agotada, además de ignorante, enferma y baldía.
La ampliación de la jornada estudiantil no deja tiempo a la juventud para
vivir. Tenemos que movilizarnos para impedir esa atrocidad, cuya finalidad es
exclusivamente política, hacer de los estudiantes un sector dócil al poder y
anulado culturalmente, a través de un sobre-esfuerzo continuado. El límite ha
de ser las 30 horas semanales totales.
La extinción del trabajo asalariado es una de las
metas de la revolución integral. El trabajo, si es libre, si es pensado y
organizado por todas y todos, si busca el bien común y no el beneficio
empresarial (o estatal), es magnífico y se eleva a necesidad primaria para el
ser humano, que aplica en él su creatividad e innato anhelo de ser útil a sí
mismo y a los demás. Para establecer un trabajo libre hay que instaurar
una economía comunal de cooperación, ayuda mutua y autogestión, arrebatando al
gran capital estatal y privado su actual dominio autocrático sobre el proceso
productivo, para democratizar y humanizar éste. La meta estratégica es efectuar
una magna revolución social que liquide el capitalismo en todas sus formas. Esto
ha de incluir la reducción radical de la jornada laboral, no para dedicarse al
ocio embrutecedor sino para que la persona se haga sujeto activo, responsable,
virtuoso y libre en todos los aspectos de la vida social e individual.
El proyecto de la revolución integral es trabajar mucho
menos pero mucho mejor y más motivadamente, viviendo con menos bienes
materiales. Frente a la economía capitalista propone la economía comunal. Sin
esa gran revolución del trabajo la humanidad avanza hacia una situación lúgubre
e incluso espantosa. O eliminamos el trabajo asalariado, por tanto, el régimen capitalista sustentado en
el Estado, o aquél liquida a la humanidad. Y debemos hacerlo no para
incrementar el consumo, según proponen las hórridas utopías sociales
neo-capitalistas de antaño, sino para vivir como lo que somos, seres humanos.
La solución a la maldición del trabajo asalariado no son salarios más altos y
más prestaciones sociales bajo el capitalismo sino la revolución, la conquista
de la libertad para trabajar libremente, con una jornada laboral radicalmente
reducida.
[1]
Un dato preocupante en el del consumo de, por
ejemplo, una sustancia que alivia la ansiedad y el insomnio, muy a menudo
causados por el trabajo no-libre, la benzodiacepina, adictiva y con diversas
contraindicaciones, entre ellas las de favorecer el alzhéimer, que se
comercializa con los nombres de Trankimazin, Orfidal, Noctamid y otros. Su
consumo, en dosis diarias por mil habitantes, es de de 52 en Italia, 76 en
Francia y 89 en España, país puntero en esto.
Al César lo que es del César.
ResponderEliminarNo podría haberse efectuado una descripción más acertada del gran cancer espiritual que corroe el alma del ser "humano" de estos tiempos modernos. Crede experto.
De difusión obligada.
Mientras el dinero sea el dios, la religión del hombre será la esclavitud. No es a cambio del sustento, que debiera darse por regalado, sino de la utilidad social como debe trabajarse. El número de horas debe decidirlo cada persona. Y no debe extrañar que las profesiones autosuficientes, como la de médico, alcancen cotas laborales de 12 horas diarias por puro afán de servicio, de utilidad y de bonhomía. Eso se pervierte cuando el médico trabaja para el estado o para una empresa. En ese caso, los factores lúdicos permanecen, pero enterrados bajo la mugre de la esclavitud.
ResponderEliminarHay que acabar con el dinero y su imperio. No es tan difícil. Se consigue en cuanto uno se dice a sí mismo, con honestidad: "El dinero no me importa" y no se escandaliza tras decirlo.
No puedo estar más de acuerdo con el artículo. Es otra vuelta de tuerca más para regular nuestra vida siempre con la mismas excusas. Seguridad,bienestar....pero al final siempre hay alguna fuga y la realidad, es que lo que importa es la productividad.
ResponderEliminarPara erradicar el capitalismo en todos sus formas, hay que dejar de creer en el capital, o el sistema monetario.
ResponderEliminarEl trabajo hay que hacerlo por el valor que tienen las actividades para vivir.
Pero hay un gran problema en realizar cambios reales en la sociedad. La mayoría no está preparada para comprenderlos y asumirlos. Porque no puede admitir cambios que rompan sus esquemas mentales, son dogmáticos e incapaces de pensar diferente.
Cuando alguna vez he criticado la sociedad actual y he mencionado cambios profundos en la sociedad; según mi experiencia las peores reacciones contrarias, agresivas, incluso violentas, han surgido de la gente de la base trabajadora.
En realidad la culpa de que se mantenga este sistema, la tiene la gente que compone la base social.
Estoy de acuerdo con cuanto en este artículo se expone. Pero, a mi modesto entender, para que la mencionada y deseada revolución se produzca es necesario no sólo una amplia y activa conciencia de clase, sino organizaciones capaces de vehicular la acción colectiva. El mal está detectado, ahora falta acordarse para atajarlo. Ese es el quid de la cuestión.
ResponderEliminarSalud!
Totalmente de acuerdo, Félix. Pero, hay que reflexionar también sobre el hecho de que las vanguardias ilustradas del capital y del Estado ya tengan un plan "comunal" para nosotros con toda esa verborrea de "los comunes", la "participación ciudadana", la transparencia y demás. Detrás de estas ideas está EEUU, la Open Society, la European Cultural Foundation (monarquía holandesa) y la Comisión Europea. Dice Michel Bauwens (compañero de Enric Durán en Faircoop) que el Estado se convertirá en un Estado "compañero" (Partner State) y ya están experimentando en Ecuador con el "Gobierno Abierto". No tardarán en experimentar aquí, si no lo están haciendo ya los ayuntamientos "del cambio". Y lo peor de todo... Adoran a las nuevas tecnologías de la incomunicación sobre todas las cosas y odian la idea de libertad. Un abrazo.
ResponderEliminarEspectacular una vez mas! Me ha gustado mucho el texto! Tanto que lo publique en mi blog. Muchas gracias Felix por todo lo que aportas! Un abrazo enorme! :) <3
ResponderEliminarhttp://sorgintxulo11.blogspot.com.es/
De acuerdo. Acabemos con el trabajo asalariado y el dinero. Pero en absoluto son la primera cosa a erradicar, ¿o si?
ResponderEliminarPrioridad me parece erradicar la tiranía partidocrática que nos gobierna a todos, y que engorda y fortalece ese Estado que protege al capitalismo.
Alcancemos primero, antes, la libertad política colectiva, y tanto el dinero, como el tipo de trabajo asociado a él, estarán más cerca de venirse abajo.
QUERERSE LIBRE....
ResponderEliminarQuererse libre es quererse en un mundo en el que el valor humano de uno y de los demás cobre categoría de tal, en reemplazo del hombre-mercancía, del hombre-productor o consumidor.
Quererse libre es no desear un mundo de trabajo imbecilizante sino humanizante,
en donde la producción sea el correlato material de la solidaridad y en donde cada cual produzca según su posibilidad, recibiendo según su necesidad: No según la necesidad que el Estado quiera fijar.
Quererse libre no es quererse simplemente en un mundo en el que el autoritarismo de unos reemplace al de la etapa anterior.
Quererse libre es quererse con intimidad y ser para otros garantía de intimidad. Es quererse individuo pleno y sentir el para-si y para-otro con la misma fuerza solidaria.
No es quererse libre explotar y ser explotado, controlar y ser controlado, espiar y ser espiado.
Quererse libre es por consiguiente quererse en un mundo humanista, no autoritario, no burocrático, no partidario, sino paradisíaco.
En un mundo que siempre estuvo en el corazón de los hombres buenos y acicateó su imaginación y sus obras fuera de la época, fuera de la prehistoria en que vivieron.
Quererse libre es querer salir de la prehistoria produciendo una ruptura temporal y entrar en la historia verdadera y cálidamente humana.
Quererse libre es querer una nueva sociedad en la que no se sienta el freno o el control, sino la total incapacidad de ejercer cualquier violencia propia de la prehistoria humana.
Quererse libre es quererse en un mundo en el que no sea necesario utilizar la palabra "amor" por pudor y por sobreentendida.
Quererse libre es quererse en una sociedad donde el ateismo no esté reprimido y donde la religión interior y personal no sea una fuga de la realidad.
Quererse libre es querer un mundo donde la razón y el saber no tengan ya inquisiciones y en el que incluso la poesía pueda oponerse a la razón sin división interna del poeta.
Silo
Para acabar con el trabajo asalariado he propuesto un comunal nacional descentralizado en este foro: http://www.burbuja.info/inmobiliaria/showthread.php?t=855392
ResponderEliminarLa idea tiene que ser buena porque me la han censurado ipso facto.