El racismo no es tara
inherente a una raza: pensar o decir eso (o meramente sugerirlo) es una
manifestación de racismo, pues éste consiste en deducir desde los rasgos
étnicos de los seres humanos, en sí mismos de ínfima significación, actos políticos
y sociales. No hay “malas razas” ni “buenas razas”, no hay razas dadas al
racismo y razas que padecen el racismo sino estructuras de dominación en las
que lo racial tiene un significado entre muy secundario y nulo.
En EEUU hay un problema
de racismos, más que de racismo. Se dan diversas formas de desprecio y odio por
el otro a causa de su apariencia. Todavía sobrevive en ciertos sectores de
blancos el racismo antinegro, aunque en fuerte reducción. La mayoría de la
población blanca -el 80%- que vota lo ha hecho por un negro, B. Obama. Éste no
ganó sólo ni principalmente por el respaldo de los negros, que son el 12%,
porcentaje harto insuficiente. Hay racismo de ciertos sectores e individuos
blancos contra los hispanos, que aunque son más que los negros, el 15%, no
tienen sus privilegios económicos y sociales.
Existe menosprecio racista de ciertos blancos hacia los
indígenas, que son el sector verdaderamente excluido, el que padece las peores
tasas de pobreza, paro, alcoholismo, etc., ante la indiferencia general. Una
parte de la población negra tiene asimismo prejuicios raciales respecto a ellos, a los que considera “inferiores”. Se
debe recordar que hubo tropas negras peleando contra los indios junto con los
blancos, co-responsables del genocidio padecido por aquéllos.
Un porcentaje de blancos
y otro de negros repudia a los asiáticos, y el conflicto negros/orientales es
fuerte en ciertas áreas, aunque la censura mediática impide darlo a conocer.
Por el contrario, los hispanos no suelen ser racistas. Son víctimas del racismo
de algunos blancos y algunos negros pero no responden al racismo ajeno con un
racismo propio.
Una de las formas hoy más
virulenta de racismo en EEUU es el de parte de la comunidad negra contra los
blancos. Es, ciertamente, reactivo pero no por ello menos reprensible. Esos
sectores conciben la muy real opresión, discriminación y pobreza padecida por
los negros como obra de “los blancos” y no como lo que es realmente, una
política implementada por el aparato estatal de EEUU, a través de leyes,
adoctrinamiento, etc. Dicho aparato también oprime a los blancos de las clases
populares, que a menudo tuvieron existencias apenas diferenciables de las de
los negros. Por ejemplo, no fue mejor, en lo material, la vida de los
trabajadores blancos durante la revolución industrial que la de los
trabajadores negros esclavos en las plantaciones. Con seguridad, aquéllos
morían antes que éstos.
A la vez, siempre ha
habido un sector enorme de la población blanca que se ha opuesto primero a la
esclavitud y después a la discriminación racial contra los negros. Por tanto,
no estamos ante un conflicto de razas sino ante estructuras de dominación que
imponen determinadas políticas de desigualdad. En puridad, la guerra de las
razas nunca ha existido.
Hay que considerar el
conjunto de la situación. Ya a comienzos del siglo XX había empresarios negros
en EEUU, dedicados a explotar a sus trabajadores con indiferencia hacia su raza.
En la II Guerra Mundial un ingente número de soldados negros combatió bajo la
bandera del imperio USA, a veces en unidades de élite, la aviación por ejemplo.
En la guerra de Vietnam los aviadores negros bombardearon al pueblo vietnamita
junto con los blancos, y en la infantería los suboficiales negros contribuyeron
a mantener combativo al ejército del imperio. Terminada dicha conflagración con
la derrota de EEUU fue un general negro, Colin Powell, el elegido presidente
del Estado Mayor Conjunto, para definir la nueva doctrina militar y renovar el
aparato bélico. Sin Powell no habría habido las guerras de agresión que el
imperialismo yanki ha ido desencadenando, Irak, Libia, etc.
Powell, un hombre negro,
ha sido el sujeto clave del militarismo yanki en el último medio siglo. El
número de generales, jefes, oficiales y soldados negros, hombres y
especialmente mujeres, es inusualmente alto dentro del ejército. Quizá sea del
20-25%, cuando la población negra es el 12%. Similar es la situación en la
policía, donde los negros pueden llegar a ser también la cuarta parte. En muchas
ciudades en que hay conflictos y asesinatos raciales los jefes policiales son
negros, y una fracción notable de quienes reprimen violentamente las
manifestaciones contra el racismo antinegro son policías negros.
Ya hace mucho que una
parte sustancial del aparato de adoctrinamiento y propaganda del imperialismo
EEUU, en particular la infame industria del ocio, es propiedad de personas
negras. En EEUU existe hoy una alta burguesía negra que tiene a algunos de los
multimillonarios más opulentos del país. Si los negros muy ricos entregasen una
porción pequeña de su fortuna para socorrer a los negros muy pobres éstos
saldrían de la pobreza… Lo que hoy discrimina en EEUU es la desigualdad
económica y la opresión política pero muy secundariamente el racismo.
Los negros pobres de
EEUU sufren las atroces políticas de “compensación” y “ayuda” del Estado. El
paternalismo estatal es el principal responsable de su miseria y degradación.
Mientras exista, mientras la gente negra no se haga cargo de la totalidad de
sus vidas sin confiar en las envenenadas limosnas gubernamentales, la situación
no tendrá remedio. Al mismo tiempo, esos sectores negros, para capturar más
prebendas y subsidios estatales, continúan aferrados al victimismo, a una
explicación de su historia ajena a la realidad y, también, al racismo
antiblanco, promoviendo “luchas” y “movilizaciones” que a menudo no tienen otra
meta real que lograr más subvenciones.
El racismo antiblanco es
la forma de racismo que más rápidamente está ahora creciendo, no sólo entre
ciertos sectores de negros sino, más aún, entre blancos: intelectuales, periodistas,
profesores, activistas sociales y otros, para quienes “los blancos” son “la
mala raza”, inherentemente agresiva, racista, imperialista y genocida. Algunos
de éstos han pasado de un tipo de racismo, el antinegro, a otro, el antiblanco,
lo que se explica porque su concepción del mundo es esencialmente racista. El
aparato estatal necesita de esta ideología para lograr la docilidad social de
las masas blancas fomentando en ellas el autoodio, la vergüenza de sí y la
desestructuración cultural. Apoyándose en un buen número de medias verdades,
ocultaciones de hechos y enormes mentiras, la acción de los racistas antiblancos
prospera a buen ritmo, subvencionados desde las instituciones gubernamentales y
las fundaciones empresariales.
En el pasado una parte
de los negros militantes se hicieron racistas. Lo fueron los Panteras Negras y Malcolm
X[1],
pero no Martin Luther King. Los primeros tomaron el racismo antinegro promovido
desde el aparato estatal USA y lo hicieron suyo convertido en racismo
antiblanco. La meta era, dejando a un lado su locuacidad “radical”, integrar a
las masas negras en la sociedad burguesa con el mayor número de privilegios
posibles. No hubo en ellos ningún programa revolucionario, ningún proyecto de
crear una sociedad libre para todos, sin ente estatal ni clase patronal. Su
vehemente racismo les impedía comprender que la fuerza agente de las transformaciones
sólo podía ser el pueblo, el pueblo unido por encima de las diferencias
raciales.
Poner fin al racismo en
todas sus formas, y a las políticas que se hacen desde él, demanda atender a lo
esencialmente humano que está en cada persona. Esa esencialidad de lo decisivo
es lo que cuenta, mientras que los rasgos físicos son elementos irrelevantes, y
los rasgos culturales vías de convergencia plural hacia lo sustantivamente
humano, que es común a todos.
Se está constituyendo
una nueva comunidad popular, en cada país y en todo el orbe, que es
multirracial, y que es la única capaz de poner fin a la opresión y realizar la
libertad. Para su desarrollo hay que poner fin a todas las formas de racismo, y
a todas las ideas sobre superioridad, maldad o exclusividad racial, así como a
toda interpretación de la realidad social conforme a la noción de la guerra de
las razas, para que pueda expandirse lo humano esencial. Ello es necesario para
unir al pueblo, a los sin poder político ni económico, para transformar la
sociedad desde abajo, para la revolución.
[1]
Éste, igual que el resto del los racistas negros, tergiversa la historia de la
esclavitud, convirtiéndola en una conflicto negros/blancos, cuando en África el
comercio de esclavos era multirracial: las elites negras esclavistas los
capturaban y llevaban encadenados a las factorías de los europeos en la costa,
que los trasladaban a América. Consúltese en este blog el comentario al libro “Ser esclavo en África y América entre los
siglos XV y XIX”, Ch. Coquery-Vidrovitch y E. Mesnard. Que África no
lograse superar el orden esclavista es un asunto que debe ser autocríticamente
abordado por los africanos y sus descendientes.
Tú le das un diente a un forense, y el forense te dice de que raza es.
ResponderEliminarTú aceptas que un simple diente es distinto según las razás, pero no aceptas que el cerebro es distinto según las razas. Y precisamente las mayores diferencias entre razas están en el cerebro porque es el organo más complejo que tenemos.
No te ofendas pero tú no tienes ni conocimiento, ni inteligencia, ni contacto con la realidad.
Y te cuento esto para hacerte reflexionar. No para insultarte.
Esto que dices es cercano a lo nazi y a sus teorías raciales.Ningún ser humano somos iguales,no hay mas que ver lo diferente que pensamos unos de otros.Nos unifica la educación por imposición.Pero los cerebros son iguales.El pensamiento fascista y nazi es muy curioso y por eso nadie(o casi nadie)lo cree.Las teorías raciales de Goebbels y demas momias nadie se las puede creer,pues solo hay que ver a éste para darse cuenta de que es un vendedor de crecepelo calvo.A los fascistas y a Franco le pasaba otro tanto,hace una cruzada santa a favor del cristianismo y se vale del Islam,el mayor enemigo del cristianismo desde el principio de los tiempos o,¿es que de Hispania se expulso a los ateos?
EliminarNo sois creibles.
Lo dices para insultarle y lo sabes.
EliminarEsclavos blancos en America.
ResponderEliminarhttp://www.luminous-lint.com/imagevault/html_34501_35000/34585_std.jpg
http://www.luminous-lint.com/imagevault/html_34501_35000/34584_std.jpg
Los que escribieron la historia lo hicieron justo a tiempo cuando Europa se recuperaba militar y economicamente, para evitar la venganza y que las nuevas generaciones no supieran que habia pasado con sus ancestros taparon la esclavitud de los blancos, la callaron y solo hablaron, exagerando, de la de los negros, encima culpando a los blancos, tapando el control arabe y oriental del comercio.
Esclavo viene de Eslavo, los europeos de europa del este que eran secuestrados por los mongoles.
El tipo de integración que Martin Luther King promovía no era más que un etnocidio, la asimilación de los afroamericanos en la cultura americana con su inserción en el sistema escolar etc. Es un dato que me parece evidente aunque no soy una experta en la historia de EEUU https://www.youtube.com/watch?v=VHExvrn3SiQ
ResponderEliminar