Con ese título he
colgado en mi página un trabajo de mediana extensión, que analiza tan notable
documento medieval, elaborado por el concejo de Madrid ese año, esto es, por la
red de asambleas soberanas de la villa (de unos 3.000 habitantes) y de las
aldeas de la Tierra, en torno a un centenar.
Este asunto permite
comprender el funcionamiento del concejo de Madrid en tanto que sistema
complejo y multiforme de juntas populares, con el que se autogobernaban unas
20.000 personas, agrupadas en unas 110 asambleas de base. Había además 16
distritos electorales (entonces llamados colaciones), enviando cada uno sus
portavoces (que no representantes al estar obligados por el mandato imperativo)
al organismo unificador de toda la estructura participativa y de autogobierno
popular.
El texto estudia también
la asistencia de la villa y Tierra de Madrid en las cortes de Castilla, cuando
éstas eran una reunión de portavoces de más de cien entidades similares.
Asimismo, trata sobre
las legendarias milicias concejiles y acerca de la participación plena de las
mujeres en las asambleas políticas, al mismo tiempo legislativas, judiciales, gubernativas,
convivenciales y de dirección de la vida económica.
Todo ello organizaba el
gobierno del pueblo por el pueblo, haciendo real la soberanía popular. Los
inmensos bienes comunales plasmaban además, según se ha expuesto, la democracia
económica, al ser regidos desde el régimen de asambleas, desde el concejo.
El trabajo analiza
también el proceso de aniquilación del régimen del concejo abierto en la villa
de Madrid, que culmina en 1346 con la imposición del concejo cerrado por el rey
Alfonso XI, al establecer éste una junta de regidores de 12 miembros designados
por él como ayuntamiento. Así pues, durante 261 años, desde 1085 (cuando Madrid
se libera del colonialismo islámico) al año citado, esa comunidad humana se
gobernó asambleariamente. Hay que añadir que en las aldeas de la Tierra el
concejo abierto continuó activo, en alguna hasta el presente, o casi.
El caso de Madrid es, en
lo esencial, idéntico al de cualquier villa o ciudad de Galicia, León, Navarra,
Aragón o Cataluña en esos tiempos, pues en todos los territorios, sin negar sus
diferencias culturales, históricas y lingüísticas, existió el mismo régimen político,
económico y social, al que cabe denominar como asambleario, consuetudinario y
comunal con monarquía. El origen de todo ello fue la revolución civilizatoria e
integral de la Alta Edad Media, siglos VII al X.
El sistema medieval (o
más exactamente de la Edad Media alta y central) puede proporcionarnos
inspiración al considerar de manera transformadora muchos problemas cardinales
de nuestro tiempo, por ejemplo, cómo organizar eficazmente un territorio
extenso con decenas de miles de personas por medio de una red de asambleas
soberanas. Y cómo poner fin al capitalismo estableciendo en su lugar una
economía colectivista asambleariamente ordenada. Considerando que la denomina
“democracia representativa”, o régimen parlamentario hoy en vigor, es una
estafa, por ser realmente una dictadura económica y política de unas élites
super-poderosas, las prácticas asamblearias del pasado están en condiciones de
enseñarnos muchísimo. Por eso es necesario unir tradición y revolución, para
que ésta última sea fecundada por las experiencias y la sabiduría de nuestros
ancestros.
Un abrazo, amigas y
amigos.
Artículo completo :WEB La vida como esfuerzo y servicio desinteresados
Muy interesante, gracias.
ResponderEliminarGracias amigo!
ResponderEliminarExcelente trabajo Félix, muy esclarecedor. UN abrazo
ResponderEliminar" El caso de Madrid es, en lo esencial, idéntico al de cualquier villa o ciudad de Galicia, León, Navarra, Aragón o Cataluña en esos tiempos, pues en todos los territorios, sin negar sus diferencias culturales, históricas y lingüísticas, existió el mismo régimen político, económico y social, al que cabe denominar como asambleario, consuetudinario y comunal con monarquía." cómo va a existir un gobierno así con monarquía?
ResponderEliminarBuena y medular pregunta Ronaldinho, je,je,je
EliminarNI DIOS, NI PATRIA, NI AMO
Ronaldinho, la monarquia de la época tenia escasas competencias y poder. En la mayoria de los lugares cristianos del norte desaparecieron en los siglos 8, 9 y 10. En los siglos 11, 12 y 13 fueron aumentando lenta pero progresivamente su influencia y significación, pero con todo no imponían su voluntad ni mucho menos. En el 14 y 15 consiguen instaurar su poder y voluntad, asemejándose a la imagen que cualquiera tiene de la opresión y despotismo de la época. Aunque, para finalizar, cabe decir que en el resto de Europa siempre fue más desfavorable la situación para el pueblo que en la Península Ibérica.
ResponderEliminarGracias Félix por tu trabajo y entrega